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Romina Malaspina: nada malo que alegar

Romina Malaspina, finalista

Hoy traigo el último daguerrotipo de la semana y le toca a Romina Malaspina. La próxima semana remataré con Óscar Landa y Maica Benedicto. Pero antes alguna cosa de estos días. Lo principal es que esta noche saldrán dos de los seis finalistas. Será la semifinal y aunque salgan dos seguirá habiendo en la casa seis habitantes porque subirán para quedarse Miguel Frigenti y María Sánchez. No sé si se están haciendo quinielas sobre quienes se irán hoy, pero veo en riesgo a Romina Malaspina, José María Almoguera y Sergio Aguilera.

Los reproches entre Óscar y Maica deberían cesar estando a una semana de la final. Esto es como la jornada de reflexión de las elecciones, en la cual no se puede hacer propaganda política ni nada que pueda influir en la decisión del votante. Estos dos concursantes deberían decretar una semana de reflexión en la cual se prohibieran mutuamente echarse las cosas en cara. A estas alturas ya debería saber uno como es el otro. Óscar abrazó a Alex Ghita después de que este pusiera verde a Maica porque esa es su naturaleza. De igual forma, si a Óscar le desagrada que Maica sea dura con él debería asumir que ella ha siempre siempre así, es así y así continuará siendo. Basta ya de intentar cambiar a los amigos y/o a las parejas.

La culpa siempre es de los otros

Es contradictorio que algunos defensores de Óscar (su hermana y la rémora que impidió su triunfo en la edición anterior) dijeran que debe concursar solo, alejado de Miguel Frigenti porque le perjudica, pero el martes les resultase ofensivo que el ya exconcursante eligiese hacer el alegato a favor de Maica. Cualquiera un poco coherente pensaría que Miguel estaba dando cumplimiento al deseo de la familia de Óscar no defendiéndole desde el plató. La madre de este le dio un punto en una nominación clave (de la que resultó expulsado) diciendo que se debía apartar de su hijo. ¿Por qué ahora piden su apoyo?

No se dan cuenta de que acabaron con las opciones de que Óscar ganase la edición anterior, principalmente su amigo repescado, quien afirmaba en tono burlón que jamás iría a su casa y no tenía interés alguno de conocer a su madre, ese que le dejaba de hablar sin darle explicación de ningún tipo. También pueden ahora lograr que vuelva a perder el maletín por dedicarse más a echar por tierra el concurso de otros que en ensalzarle a él. Si es cierto que los más votados son Óscar, Maica y Marieta, solo dan vergüenza ajena los defensores del primero. Háganselo mirar.

La campaña contra Miguel Frigenti, que él mismo denunció ayer en un vídeo, puede arreciar ahora que vuelve a la casa. Esta noche entrarán para quedarse tanto él como María ‘la jerezana’. Y aunque ya no concurse imagino que volverán a echar las culpas a otro de sus propios errores. Si al final Óscar no gana tengo clarísimo que para algunos la culpa será de Miguel Frigenti. Y es que la culpa siempre es de los otros. ¡Qué difícil es quedarse sin hacer nada para no perjudicar! Este consejo lo haría extensivo al propio Óscar, a quien veo nervioso y tentado a dejar mal a Maica. Sus motivaciones son claras, estamos a las puertas de la final y es una de las personas que le puede arrebatar el premio. Con Marieta no sabe por dónde entrar, pero a Maica le tiene cogida la medida.

Daguerrotipo de Romina Malaspina

Su tarjeta de presentación dice que es modelo, cantante y DJ. No supe dónde quedaría lo de concursante de realities en medio de tanta versatilidad. Eso a pesar de haber seguido su primer Gran Hermano en Argentina, donde me pareció una concursante inteligente con un interés más que evidente, a pesar de que su pasó fue más bien breve. Tenía cierto escepticismo hacia lo que podría ofrecernos en este GH Dúo, especialmente después de haber sabido de su expulsión por agresión en un reality chileno o haberla visto en Supervivientes, donde la agredida fue ella en una discusión bronca donde ella tuvo parte de culpa.

Su espíritu combativo, por así decirlo, me hacía dudar, pero logró mitigar mis dudas con dos ingredientes en particular: la fidelidad hacia sus compañeros de grupo y una capacidad indudable para hacer una perfecta lectura del concurso. Romina ha sabido evolucionar a favor del concurso, dejando atrás su perfil más tóxico y manipulador, lo cual no quita para que haya dejado de mostrar su carácter. Pero ha sabido aprender y se la ha visto dispuesta a hacer caso de los consejos de sus compañeros, en especial de Miguel Frigenti, que jugó con ella un papel paternal en ocasiones.

Romina tardó en decantarse por un grupo, aunque desde muy al principio se adivinó su preferencia. Una vez decidió unirse a los conocidos me pareció al principio un elemento añadido al grupo, pero con paciencia y la predisposición necesaria ha conseguido que la terminase considerando un elemento imprescindible. Puede que haya sido la persona más importante del grupo porque nadie hizo como ella de aglomerante para mantenerse unidos. La receta del grupo contó con ese factor aglutinante aportado por Romina, y también con algo de levadura para subir la masa, saliendo de cierta aburrida corrección. Cuando Miguel Frigenti censuraba su impulsividad, temeroso porque pudiera afectar al colectivo, no pensó que la audiencia pide a veces un poco de acción para salir de la monotonía.

Romina no se molestó cuando Frigenti dudó de ella y llegó a plantearse no contar con ella en su estrategia. De nuevo le dio la vuelta de una manera que en ella parece muy sencilla y consiste en no reprochar nada a sus afines, aceptar sus críticas pidiendo perdón por sus errores e intentando no repetirlos. Creo que su clave es pensar siempre en positivo y no desviarse de la ruta que se ha marcado ella misma. Nada la apartó del grupo al que había decidido pertenecer y con el que ha mostrado lealtad absoluta. Antes de eso, formando trío con Javier Mouzo y Vanessa Bouza, intentó malmeter a la pareja con Maica Benedicto, recogiendo cable enseguida.

Su sonado encontronazo con Sergio Aguilera y José María Almoguera fue aprovechado por estos para dejarla mal. Curioso que Sergio fuera tan susceptible como para molestarse porque le llamara “tonto”, pero el respondiera diciendo que ella estaba podrida por dentro. Luego intentó reinventar la realidad diciendo que eso había sido en respuesta a que ella les hiciera la “peineta”, cuando esto fue posterior. Era tal el interés en hacer que esto pesase en contra de Romina como para hacerla disculparse varias veces porque las primeras parece que no fueron suficiente. A pesar de la lógica advertencia por parte del programa, este episodio reforzó su imagen como concursante que no se calla ni se deja intimidar.

Su aprendizaje tras varios realities ha facilitado que contuviese su respuesta en enfrentamientos como el referido o con Alex Ghita, al que cantó las verdades del barquero una vez quedó al descubierto su intento de falsa carpeta con Maica. Romina ha sido enormemente fuerte en el juego psicológico, social o emocional, tan importante en Gran Hermano. Y se ha movido con habilidad entre los roles de héroe y villana, sin llegar a decantarse por uno de ellos, no sé si por no encasillarse o huyendo de los extremos. Tal vez por eso ha logrado llegar hasta la recta final después de haber ganado el duelo con concursantes que podían sugerir mayor fortaleza y comunión con la audiencia.

Como dije al principio, ayudó a Romina Malaspina su perfecta lectura del concurso. Supo interpretar a la perfección que José María Almoguera avisara a Maica Benedicto de que podía posicionarse en su contra sin que se fuera a molestar por ello. Como confesó después el hijo de Carmen Borrego, de esa forma estaba intentando lograr que lo hiciera para así ver si provocaba una grieta en el grupo rival. No solo ha sabido interpretar bien la realidad, sino que se anticipó en ocasiones. También ha sabido entender las estrategias marcadas por Frigenti hasta hacerlas casi suyas y defender algo tan evidente como jugar siendo esto un juego.

Confieso que Romina me ha sorprendido para bien. Puedo decir que ha sido para mí la gran revelación de este GH Dúo. Me ha parecido tierna y divertida. Especialmente cuidando a sus compañeros y particularmente a Maica, con quien estuvo siempre que le pudo hacer falta. Aunque parezca exagerado, tras 53 días de encierro no soy capaz de decir nada malo de Romina Malaspina. Y esto no es algo que me ocurra con frecuencia.

Moleskine del gato

En el vídeo de hoy reflexiono sobre la indignación de algunos por el diferente modo en que se comunicó a cada concursante que era finalista y eso que seguimos ignorando sobre el beneficio evidente que supone ser considerado peor tratado que el resto.