Ninguna mujer en la gran final

Solo llegarán a vivir los 105 días de esta edición tres concursantes chicos. Salió Violeta, que es la cuarta clasificada y también cuarta finalista en abandonar la casa. Lo hizo anoche después de que la semana pasada salieran Jorge, Nerea y Edi, su novio (o lo que sea) dentro de la casa. La única vez que los últimos tres finalistas fueron chicos fue en la última edición de anónimos. En todas las anteriores hubo más variedad o solo chicas.

Esto que señalo es un buen reflejo de lo que ha sido esta edición. Recordemos que fueron eliminadas del casting original Elsa y Mayte. Luego salía Juan, pero volvía con su vida extra y empezaba aquí a desangrarse la casa de concursantes femeninas. Fueron expulsadas, a saber: Silvia, Vanessa, Lucía y Laura. Así del tirón. Y ya en la recta final salían Daniela y Maica, para sorpresa de muchos. Se confirma de este modo que la final se convierte en un dilema entre dos formas de entender el concurso, la que representarían Ruvens y Óscar frente a la de Juan.

Personalmente, creo que ganará Óscar, pero en una situación nada favorable para él. Tampoco para Ruvens. Aunque no hayan sido nunca pareja, lo son de facto y en la retina de la audiencia estarán siempre juntos. Todo lo que sea dividir el voto perjudica a ambos, y tal vez no estén sus seguidores a tiempo de ponerle remedio porque los votos son acumulativos y todos los ya contabilizados siguen valiendo. En todo caso, la voluntad de la audiencia siempre prevalece y no entiende de división de votos ni otras zarandajas. Así es que si quieren hacer ganador a Óscar lo harán y si lo que desean es dar la campanada y que gane el candidato sorpresa igualmente lo van a hacer. Descarto que vaya a ganar Ruvens, aspirante a villano al que le faltó glamur, como dije ayer en su daguerrotipo. El de Óscar irá mañana.

Cuando hablo de final masculina no tengo en cuenta la teoría expresada hace semanas por Óscar de que “la presencia más femenina de esta casa, sin mujer, soy yo”. Esta afirmación sería cuestionable en cualquier caso, pero mucho más según la desarrolla después. Dice así: “¿Quién lleva perlas y lazos? ¿Quién cose? ¿Quién plancha? Yo, sin ningún complejo. ¿Creéis que soy menos hombre?”. Está claro que menos hombre no es, pero le retrata como un auténtico australopiteco que relacione a la mujer con llevar perlas o lazos, coser y planchar. Complejos no tendrá, pero su mentalidad requiere una actualización urgente. Si hubiera tenido algún amigo en esa casa le hubiera sugerido que callara un poco. ¿Qué digo sugerido? Se lo debería haber suplicado de rodillas.

Violeta no ha tenido defensa en plató, sino todo lo contrario

No sería sensato echar la culpa de que Violeta haya quedado cuarta a su defensora en plató, a la sazón su señora madre. Siempre he dicho que los concursantes harían bien en no escoger a sus madres como defensoras. Mañana pienso hacer un Moleskine con mis consejos a los aspirantes a concursantes de una próxima edición, espero que muy cercana. No incluyo este consejo porque solo daré una decena, pero estaría entre los siguientes. Las madres son acríticas por naturaleza y defienden con pasión ciega a sus hijos. Esto no es bueno casi nunca en Gran Hermano, salvo cuando una madre sabe lo que debe hacer y no se deja llevar por su pasión. Y puedo asegurar que hay pocas de esas.

Laura, madre de Violeta, la perjudicó más que ayudarla. Por suerte no lo ha necesitado y ha llegado bien lejos, pero todo puede sumar o restar, por lo que sería recomendable evitar lo que pueda restar. Anoche su intervención fue bochornosa, especialmente cuando mentó al hijo de Adara. No es la única, otras madres tampoco han ayudado, pero me toca hoy hablar de la concursante que abandonó la casa y no podrá vivir la gran final. Que Violeta podía estar entre los finalistas en ser eliminados antes de la final se podía intuir después de haber visto como estaba entre los tres concursantes en peligro cuando en la gala 13 se abrieron las votaciones en positivo para todos. Nerea, Violeta y Luis se disputaron esa expulsión, siendo este último el menos votado.

Aunque Violeta ganase a Daniela en positivo, fue más votada que Óscar y Adrián. No pudo sorprender a nadie que quedase cuarta, por tanto. Como dije en su daguerrotipo, me pareció una concursante con escasa trascendencia y algo veleta. Lo que más le perjudicó creo que fue su simpleza como concursante. No dudo de que sea buena persona (todos lo somos en nuestra casa) y no le falta razón cuando ella misma se adula por ser muy guapa. Otra cosa es que no sea bonita la sensación de estar convencida de haber roto el molde al nacer y ser en todo momento la última Coca-Cola del desierto.

Una recta final más bien tranquila

Agradezco que la campaña electoral en esta recta final haya sido mucho más tranquila que en otras ocasiones. Hasta los juicios pusieron más el acento en el humor que en la confrontación. Llegado a este momento los concursantes que han llegado hasta aquí merecen vivir estos últimos días con cierta tranquilidad, disfrutando del privilegio (este sí que lo es) de estar entre los últimos en habitar esa casa. Solo ha roto esta paz la ambición de Ruvens, que ha seguido cargando contra Óscar en el rotondazo más suave y sostenido que recuerdo. Está rodeando la rotonda amagando con coger una salida diferente de la que se espera, pero no se anima nunca y prefiere seguir dando vueltas.

Que tanto Óscar como Ruvens arremetieran contra Juan era de esperar. Lo que ya no había previsto es que también arremetieran contra Violeta. Es el poder del dinero y el premio al ganador es demasiado jugoso para no aprovechar la ocasión. En esto también se diferencian estos dos concursantes y Juan. A este es necesario sacarle algo que supuestamente dijo sobre Violeta al principio del concurso. Igual lo justo hubiera sido decirle también lo que dijo Mayte, su defensora de campaña. O lo que decían otros azules, mientras los que callaban reían las gracias, e incluyo al propio Edi entre estos últimos.

Para Violeta la faena de salir en la semifinal y hacerlo con tan solo un 15 % de los votos es que esto borrará de la memoria que resistiera un ajustado duelo con Daniela. Para tirar a esta concursante tuvieran que unirse todos los fandoms en su contra. Siendo los votos en positivo, Violeta no haya sido capaz de tener los suficientes para quedar, cuando menos, en tercera posición. Se diga lo que se diga, la cuarta plaza es la más odiada por todos los concursantes porque les deja con la miel en los labios, a punto de llegar hasta el último día y sin vivir la experiencia al completo.

Los finalistas del futuro hablan a los del presente

Lo que más me gustó de la semifinal vivida anoche fueron los mensajes de Ruvens, Violeta, Juan y Óscar con unos cuantos años más dirigidos a los Ruvens, Violeta, Juan y Óscar del presente. Eso no solo llevaba el sello de una inteligencia artificial, cuyas posibilidades no podemos calcular, sino de un equipo de guionistas realmente ingenioso. Y lo peor el debate entre las madres (y hermana) de los concursantes. Siento insistir en esto, pero produce cierto bochorno que saquen más los pies del tiesto los defensores (defensoras en este caso) que sus defendidos. El mano a mano entre la madre de Juan y la hermana de Óscar hubiera sido preferible obviarlo. Estando de acuerdo con el fondo del discurso de Cristina (madre de Juan) no puedo validar sus formas.

Digo que lo peor fue la intervención de algunos familiares (ayer la madre de Óscar estaba extrañamente moderada), pero en dura competición con las actuaciones musico vocales protagonizadas por los defensores de campaña. Se salva solamente Manu, que el domingo iba del palo chirigota de Cádiz y anoche se marcó un rap bastante chulo. Bien por el DJ Vulcan en esas dos intervenciones. Sin embargo, a Vanessa se le agradece el esfuerzo pocos días después de su rinoplastia y otras intervenciones quirúrgicas, pero para ‘mocatriz’ le falla lo de cantante, por lo menos. Peor aún estuvo Mayte. Y lo de Laura tuvo entre poca gracia y ninguna, pero al menos lo recitó de memoria, y eso siempre se agradece.

Se nos queda una final deslucida, pero con gran interés. Sé que esto va a molestar a algunos, pero el interés se lo va a dar Juan. Que esté él en la final hace que tenga tremenda curiosidad por ver si gana Óscar (la opción, digamos, más normal) o cabe la posibilidad de que le arrebate el maletín Juan (la opción más estrambótica). Es poco posible que los dos porcentajes mayores correspondan a Óscar y Ruvens porque sus seguidores se han encargado de intentar, en la medida de lo posible, no dividir el voto. Por tanto, sea como sea, entre Óscar y Juan (o Juan y Óscar) hay solamente 11 puntos de distancia (uno más que el pasado domingo). Esto quiere decir que no es tan estrambótica la opción. Como poco, Juan conseguiría casi el doble de apoyo que Violeta y multiplica por más de cuatro el de Edi.

Moleskine del gato

Los porcentajes ciegos estaban así anoche antes de salir de la casa Violeta: 39 %, 28 %, 18 % y 15 %. El punto que el porcentaje menor (el de Violeta) había ganado respecto al domingo es el mismo que perdió el segundo porcentaje mayor. Ese punto ganado fue interpretado por Violeta como que saldría ella porque eran votos que venían de Edi, anterior en salir de la casa. Es una variación tan pequeña que no veo el trasvase entre el segundo y Violeta como algo interpretable.

En el vídeo de hoy hablo de alguna crítica que se hace a Óscar y no me parece del todo justa.