Se adelantó mes y medio la recogida la fresa. Con la salida de Maica está la recolecta acabada y todas las fresas fuera de la casa más famosa de España. Daniela y Maica han sido las últimas en salir, lo cual ha sido un drama para ellas. Tal vez no debiera serlo tanto porque la audiencia ha alejado a ambas concursantes de la jauría que vivía con ellas y tan mal se lo han hecho pasar. Anoche mismo, Óscar hacía en presencia de Maica acusaciones graves e insidiosas. No tardará la expulsada en darse cuenta de que es mucho mejor tenerlos suficientemente lejos, aunque los pueda ver por la tele (cosa tampoco obligatoria para ella, no puedo decir yo lo mismo).
La gala empezó anunciando en medio de un silencio sepulcral la expulsión disciplinaria de Adrián. No entiendo lo que tenía en la cabeza este exconcursante para comportarse de la forma que todos pudimos ver anoche. Ya sabíamos que Adrián no había sabido gestionar el rechazo de Maica, pero que ahora pudiera estar más cerca de ella al faltarle casi cualquier otro apoyo no significaba poder estar tan cerca como para que ella misma tuviera que advertírselo. Mucho menos que el programa se viera obligado a expulsarle por invadir el espacio de Maica después de sus serias advertencias.
Lo de Adrián no tiene más vuelta de hoja. Su salida de la casa era necesaria y nadie dijo nada en contra ahí dentro. Lo que sí hizo Óscar es culpar a Maica de alguna forma. Tanto Jorge Javier Vázquez como el ‘súper’ dejaron claro que el programa hacía actuado “de oficio” y Maica no había dicho nada de la situación que provocó esta expulsión disciplinaria, por lo que algunos concursantes perdían la ocasión de atacarla en ese sentido. Óscar utilizaba entonces un argumento falaz y malintencionado para hacerlo. Según este concursante, Maica había tirado la caña a Adrián y por eso sería culpable en alguna medida de lo sucedido. Una vez más culpabilizando a quien no se debe.
La expulsión de Adrián ha podido influir en que Maica tuviera anoche un puñado más de votos que Ruvens para salir de la casa. Aunque parezca increíble, una parte de la audiencia coincidiría con Óscar en hacerla culpable y eso pudo animar a que la forrasen de votos. Eran unos votos inesperados en otras circunstancias, aunque tampoco la benefició nada ese runrún que llevaba tiempo repitiéndose sobre que era la segura ganadora de este reality por ser favorita para el propio programa. Como he comentado en otras ocasiones, tanto en mis artículos como en los vídeos del Moleskine, esto siempre ha sido muy perjudicial, razón por la cual se utiliza como parte del juego sucio de los seguidores de unos u otros concursantes.
Si se repite de forma machacona que una concursante es favorita del programa y eso la hará ganadora, siempre habrá una parte de la audiencia que se lo va a creer. Desde dentro de la casa también han utilizado el argumento del favoritismo, aunque en este caso sin meter al propio programa de por medio. Especialmente desde la vuelta de Ruvens, casi todos en la casa daban por supuesto que la favorita (de la audiencia, en este caso) era Maica. Esa fue la razón por la que iban a por ella a degüello, empleando todo tipo de exageraciones y mentiras en una tarea de desgaste no por ardua demasiado complicada. No tenían nada que perder y mucho por ganar. Y ya lo creo que han ganado.
Se entiende mejor esta inopinada salida si al inconveniente de que una parte de la audiencia eligiera mal al culpable de la expulsión de Adrián (ya que solo él tuvo culpa) le añadimos la sospecha difundida con malicia sobre un posible favoritismo oficial. También el hecho de que los votos de Adrián y Óscar tras salvarse fueran a parar en parte a Maica. En plató solamente Luis apostaba por que se resolviera así la expulsión y fue por una sencilla operación matemática. La redistribución de los votos de Óscar es la clave y ahí parece que Maica resultó más perjudicada que Ruvens. Digo más, la división del voto entre estos dos nominados tampoco remó a favor de Maica, a pesar de que Óscar fue salvado teniendo tan solo un 8 % de los votos.
No se sostiene la extendida teoría de que Daniela ha perjudicado el concurso de Maica, que algunos llevan hasta el extremo de que ha sido el motivo por el que fue anoche expulsada. Si hacemos una reducción al absurdo de las que se utilizan para demostrar la validez de una fórmula matemática o proposición categórica, sería suficiente para dar por falsa la teoría el simple hecho de que Daniela ha sido el paraguas que protegió durante bastante tiempo a Maica. Fue el saco de boxeo utilizado por casi toda la casa y paró los golpes que habría recibido Maica de no haber estado ella. Es una contradicción lógica que Daniela la haya perjudicado.
Maica también se ha equivocado. Creo que debió cortocircuitar cualquier tipo de comunicación con Óscar y Ruvens hace semanas. Ni posicionamientos, ni responder a sus ataques. Como si no existieran. Mucho mejor le hubiera ido si se hubiera llevado al terreno del humor las cosas que le decían dos personas tan cínicas como para seguir diciendo que la tienen aprecio. Afirma Óscar que si algo no le gusta de ella se lo dice porque la tiene aprecio y la quiere. Si fuera así se lo diría en la privacidad de una conversación entre ellos dos y en un tono cariñoso. Sin embargo, lo hizo siempre a voz en grito, delante de todos y como si le hablara a la persona que más ha detestado en su vida. Prometo que jamás le he hablado a nadie así, fueran o no mis amigos.
¿Maica exageraba su forma de ser? Seguro que sí, especialmente cuando era consciente de estar en directo (lo están siempre, en realidad). ¿En su vida diaria no tiene tanta obsesión por los malditos microbios? También es posible, pero si no te has hartado de gastar hipoclorito de sodio a espuertas es imposible manejarse tan bien con la botella de lejía como lo hacía ella. Lo de teatrera puede tener parte de realidad, pero de ahí a llamarla “mocatriz” va lo mismo que la diferencia entre lo creíble y la exageración. Además, modelo ha sido y confío en que podría ser una buena actriz, pero cantar no la he oído apenas. Así es que, sobra la “ca”. Por lo menos.
Cuando Maica haga autocrítica tiene el riesgo de que la llamen de nuevo tramposa (A Óscar se le ha llenado la boca haciéndolo) porque la mayoría de las cosas que se le van a ocurrir van a ser fallos de quienes han sido sus némesis en el concurso. Pasaría si dijera que se equivocó con Óscar y habría tenido que darle más importancia a que llamase “hijas de las cuatro letra” a Daniela y Vanessa nada más salir falsamente expulsadas camino de la casa espía. Tampoco se entenderá si dice que no ha podido confiar en mucha gente porque pronto se dio cuenta de que había compañeros o compañeras yendo de un grupo a otro sin dejar claro dónde estaban y con quién iban. A Maica le han sido leales las otras “fresis”. A saber: Daniela, Lucía y Vanessa. El resto se llevaron bien con ella simplemente, y hasta que vieron asomar el maletín.
Por cerrar el capítulo de cosas que perjudicaron a Maica diría que su fugaz visita a Italia hizo que sus compañeros la vieran como una rival a batir. Si eso fuera poco, el patinazo con Tomasso no contribuyó a mejorar su imagen. Ahí su culpa fue de nuevo no darse cuenta de en quién debía evitar confiar. Este sí que ha sido un error constante y repetido, por lo que hemos visto. También le achaco cierta incapacidad para defenderse en las galas. La vi superada en muchas ocasiones, como si no estuviera suficientemente preparada para bregar con toros tan resabiados como los que tenía enfrente.
Distaron mucho las reacciones que tuvieron Óscar y Ruvens anoche. El primero no enterró en ningún momento el hacha de guerra, rabioso por estar convencido de que se debía separar de Ruvens otra vez. Ni siquiera dio tregua a una Maica en estado de shock por la expulsión de Adrián. Sin embargo, Ruvens optó por dejar a un lado las diferencias, también convencido de que volvería a salir de la casa. Las lágrimas que le vimos a Mayca tantas otras veces y volvía anoche a derramar eran pura actuación para Ruvens y su amiguito Óscar. No así las que no podía reprimir Ruvens cuando supo que seguía en el concurso.
A cada concursante finalista le comunicaron que lo era de un modo diferente. Entiendo si Edi interpretó como una indirecta que le hiciera tocar la zambomba mientras entonaba un villancico. Más inocente fue la broma a Nerea haciéndola creer que Luis se había tatuado antes de llegar al matrimonio. Y no salgo de mi asombro al ver el poco fondo físico que tiene Juan, derrotado tras bailar durante apenas unos minutos por toda la casa. Le pones a hacer ‘A chorus line’ y tienen que proporcionarle oxígeno entre un número musical y otro. Indescriptible lo de Jorge tocando la corneta a todo pulmón. Más tranquilo fue lo de escuchar a su madre en una caracola, que hicieron a Óscar y, sobre todo, que Ruvens recibiera la noticia del mismísimo presentador sentado en una butaca de cine. Y ahora que sigan hablando de favoritismos los desorientados de siempre.
Moleskine del gato
Antes de salvarse Óscar los porcentajes ciegos estaban así: 49 %, 43 % y 8 %. Después los porcentajes fueron desde el 51 % y 49 % al sorpasso y empate técnico del 49,8 % y 50,2 %.
En el vídeo de hoy analizo de forma somera quienes han logrado estar entre los siete finalistas.