La relación entre Maica y Ruvens se ha ido deteriorando al mismo ritmo que iban separando sus caminos la “princess” y Óscar. Se explica este fenómeno porque Óscar se ha ido separando de Maica mientras se acercaba cada vez más a Ruvens. Ahora la relación se ha enfriado tanto que Óscar no disimula y cada vez que hay un roce, aunque sea una simple discrepancia, se pone del lado de su amigo. Maica se ha dado cuenta del cambio obrado en Óscar y su vaso de la paciencia ha sido rebosado al fin. Por eso ayer decidió no aguantar una impertinencia más de Ruvens. Y es que llueve sobre mojado.
Todo sucedió en medio de una charla entre todo el grupo donde Ruvens y Óscar defendían que debían hacer de vampiros (turno de noche) porque son los más trasnochadores. Laura tampoco quería ser humano, y mucho menos separarse durante días de Vulcan si iban a parar a grupos distintos. Jorge también quería ser vampiro, pero empezaban a escasear los puestos y a Laura no le parecía bien (aunque luego lo negase) echarlo a suertes. Fue en ese contexto cuando Ruvens encendió la mecha e hizo explotar a Maica, aunque insisto que a esta lo que más le dolió fue que Óscar no se pusiera de su lado.
La ofensa era de Ruvens, pero a Maica creo que le dolió más la escena siguiente, repetida en más de una ocasión últimamente. Óscar no la defendía, ni se ponía de su parte, ni siquiera iba a consolarla o a interesarse por ella después. Mi intuición me dice que a Maica lo que más le dolió fue que Óscar no levantara su culo del ataúd. Sí, dormirán en unos ataúdes parecidos a aquel donde Indhira Galvani y Arturo Requejo (GH 11) hacían “ataudin” poniendo los dientes largos (de vampiro) a Carolina Sobe, que dormía al lado. “No soporto la autoridad que os creéis que tenéis los dos, comentando de todo y de todos como os da la gana, todo el día cuchicheando”, decía Maica.
Maica sabe perfectamente que cuando Óscar y Ruvens se ponen a despellejar ella no queda al margen. “Siempre es lo mismo contigo, Óscar”, afirmaba. Tengo dicho que a Óscar se le acabó el crédito hace tiempo, aunque Maica no lo había exteriorizado así hasta ahora. Como espectador tengo la misma sensación de Maica. Estos dos concursantes parecen convencidos de tener una patente de corso para hacer lo que quieran, criticar a quien les parezca y faltar el respeto a los demás impunemente. Lo que me parece menos estético es ese aire de superioridad con el que resuelven cualquier conflicto. También la incapacidad para reconocer sus propios errores.
Me parece llamativo ver como Ruvens ayer no parecía haber entendido que no iban con él los duros comentarios de Jorge Javier por los comentarios machistas de Adrián. Le contaba a Óscar que había recomendado formación a Adrián. “Nunca está de más algo de formación. Y hablando de la casa en general, también haría falta”, añadía. O sabe disimular muy bien y es un auténtico maestro tirando balones fuera o escurriendo el bulto. Nada de lo dicho en la gala del martes tuvo nada que ver con Ruvens, debe de pensar él.
Escurrir el bulto viene a ser lo que está haciendo Ruvens con Óscar desde hace mucho, evitando hablar con claridad sobre la atracción hacia él y si es o no mutuo. Esto lo deja caer, entre bromas y veras, provocando que sea entonces Óscar quien cambia el tema de conversación. Óscar no tiene claro lo que siente por Ruvens, pero tampoco está dispuesto a aceptar cualquier signo de rechazo que le sirva en bandeja Ruvens. Si hacemos caso a lo que le confesó Óscar a Edi ayer por la mañana diríamos que no siente necesidad de seguir a su lado.
Me extrañó escuchar muchas de las cosas dichas por Óscar en su charla con Edi. Dijo, por ejemplo, que se quiere marchar esta noche (cosa que no creo vaya a suceder) porque necesita tener más tiempo para él y volver a sus rutinas diarias. Si estuviera enamorado de Ruvens ni se plantearía apartarse de su lado. Me sorprendió que Óscar dijera esto hablando con un compañero a media voz, sin llegar al susurro, pero asegurándose de que lo dicho no iba a traspasar las paredes de papel que tiene esa casa. No es que estuviera hablando a la cámara o que se pusiera la venda antes de la herida para que si saliera esta noche no lo viéramos como un castigo a los azules. Al contrario, me costó escuchar bien lo que decía. Por todo lo dicho, pienso que Óscar estaba siendo sincero y es verdad que le da igual quedarse o irse.
Me sorprende que haya concursantes capaces de mantener un papel repleto de datos no del todo ciertos. Óscar también confesó a Edi que lo de profesor de equitación no es su principal trabajo, algo que no le contará hasta que estén ambos fuera del concurso. Contó luego que solo trabaja en la hípica cuando está en Logroño porque no tiene hípica en San Sebastián. Dice que tampoco es fácil conseguir ese trabajo porque son muy exigentes y él no tiene conocimiento suficiente. Le gusta trabajar en esto porque así monta gratis un par de caballos todos los días. Cualquier día nos enteramos de que es hetero y se llama Carlos. O algo así.
Visto el rédito obtenido ganando el “Big Bro” esta semana cada grupo prepara su propia estrategia. Los azules rizan el rizo y parece que se creyesen Napoleón preparando la batalla de Waterloo. Su estrategia es enrevesada como ellos mismos y también algo tramposa. Planean aprovecharse de Adrián y Jorge, a quienes pretenden convertir en concursantes tránsfugas. La cosa va de robar unas estacas a unos para dárselas a otros, y los azules quieren hacer creer a sus rivales que intentarán beneficiar a Vulcan (como de costumbre), pero esta vez será Edi el beneficiado.
Debo reconocer que la estrategia de los azules le da cien mil vueltas a las que planeaban Violeta y Nerea con Jorge. No sé si este es un caballo de Troya o solamente poco espabilado porque le faltó tiempo para ir al rival a contarle sus planes. Las “fresis” también planearon su estrategia, pero en esto pecan de amateurismo. Espero que lo pasen todos bien en la prueba y asuman con deportividad que el “Big Bro” va a ser Edi, por lo que volverá a salvarse una vez un concursante del mismo equipo. Este día de la marmota aburre por conocido y enoja por injusto.
Los gritos del exterior no cejan y cuando todavía no he resuelto la duda de que quisieron decir con aquello de “Maica díselo” surgen nuevos “hitazos” del chivatazo a voz en grito. Por ejemplo, ayer dijeron “Laura, abre los ojos con Manu” y “Manu fuera”, referido en ambos casos al concursante que oficialmente se llama Vulcan. Porque subir hasta allí para lanzar solo un mensaje es poco sostenible. Se lleva también avisar en redes sociales de lo que van a decir, lo cumplan luego o no. Como no deben validar el mensaje se me antoja que si quieren sembrar el desconcierto podrían decir “Nerea, Luis se ha declarado a Violeta”. Y ¿por qué no? “Óscar, a Ruvens le gusta Adrián”. Aunque los “Vanessos” mantienen la nada despreciable teoría de que es a Óscar a quien le gusta el boxeador. Mucho más que el propio Ruvens.
Parece confirmarse que vendrá Tomasso la semana que viene. Pienso que esa puede ser la importante noticia procedente de Italia que se espera en la gala de esta noche. Me empiezo a relamer porque el bueno de Tomasso parece que ha hecho un poquito de edredoning en la casa de Grande Fratello. Tomémoslo como un entrenamiento previo a encontrarse con Maica. Pero vamos, que igual no estoy siendo muy preciso porque este tema me supera.
En el vídeo de hoy (número 40 de la temporada, lo cual a razón de unos 3 minutos y medio por vídeo vienen a ser unos 140 minutos, más de dos horas de dar la chapa hablando) me refiero al otro horror, aparte del que nos trae siempre la noche de Halloween. Me refiero al panorama que anuncia la más que probable expulsión de Lucía. Cinco chicas expulsadas frente a ningún chico. Lo dicho: un horror.