Juan, hundido tras los comentarios de algunos compañeros

Dice Ruvens que hace dos semanas Lucía le dijo que había visto cosas raras en Juan, siendo que aparenta respetar mucho a su pareja. Pasado todo este tiempo, el pasado domingo Ruvens repreguntaba a Lucía si aquello era algo relativo a Violeta y la respuesta fue negativa. Al parecer se trataba sobre cómo le daba Juan de comer un kiwi a Daniela. Dice Ruvens que preguntó para quedarse tranquilo, pero no van las cosas por "cábulas". En caso de que alguien sepa si es esta una expresión albaceteña que lo diga, por favor.

A esto se le añadieron los comentarios de Ruvens sobre una supuesta conversación en la que Juan y Violeta hablaban supuestamente mal de él. Y las acusaciones tanto de Óscar como de Ruvens a Juan por ser un estratega. Óscar cree que se pega a ellos para sacar información, pero luego va al otro dormitorio a decirles que no tiene nada en contra de ellos y “eso es vender a tus amigos”. Juan se trata del nuevo objetivo de los odios africanos de Óscar, hasta el punto de que esta madrugada tenían una agarrada importante. La cosa empezó a fraguar cuando les sentaba más bien mal que no quisiera hacer trampas en la prueba de los relojes y en el momento que Edi propuso hacer media hora más sin avisar al otro grupo Juan decidía no participar.

Juan es castigado por no rendir obediencia a Ruvens

Es muy curioso todo esto que cuento porque están constantemente censurando comportamientos con los que ellos también se identifican. Ruvens defiende que en esa casa hablan todos de todos y es absurdo enfadarse cuando lo hacen los demás. Pero se mosquea porque Juan esté hablando de él con Violeta. Juan lo negó, asegurando que solo hablaron de la relación de ella con Edi. También es incoherente que acusen a Juan de ser un estratega y al mismo tiempo se hayan pasado días defendiendo que las estrategias son lícitas. Tras una de las primeras nominaciones se quejaban de que en la habitación rosa hubieran pactado las nominaciones por estrategia. ¿En qué quedamos? Las estrategias son válidas y parte del espíritu del programa o está mal concursar así.

No veo la necesidad de sacar ahora lo del kiwi entre Juan y Daniela. Son ganas de darle a Juan donde más le duele, porque todos saben que pone todo el celo posible en no hacer ni decir nada que pudiera ofender a su pareja. Además, parece que quien comentó lo del kiwi no había sido Lucía, sino Silvia. ¡Con lo fácil que es adjudicarle el muerto a los ausentes! Tanto si hubiera sido Silvia quien hiciese ese comentario como si fuera cosa de Lucía, lo de ayer se hubiera evitado si Ruvens no llega a remover la mierda.

Las lágrimas de Juan delante de Lucía y Adrián en la lavandería han de caer en el debe de Ruvens, cuyo principal defecto como concursante es estar convencido de que el fin justifica los medios, y si hay que hacer llorar a un compañero se hace. Todo sea por el concurso. Eso no es ser un estratega, sino tener el corazón un poquito podrido. Llevar el concurso tan al extremo es posible, y también algo que la audiencia siempre ha castigado. No me gustaría comprobar que esta vez es de otro modo.

A ojos de Ruvens el pecado de Juan no es ser estratega o hacer un comentario dudoso a Daniela mientras le da de comer un kiwi, lo cual es una chorrada de proporciones cósmicas. Su problema es que no le rinda obediencia y quiera tener su propia opinión. De la habitación azul es el único que no se deja manipular por Ruvens. Juan tiene su propio criterio, lo cual no es bien recibido entre quienes exigen una obediencia ciega. El castigo ha sido esta vez intentar meterle en problemas con su pareja sacando una tontería de la que ha debido pasar más de un mes.

Un día ‘horribilis’ para Ruvens

Ruvens tiene una importante sensación de fracaso por lo sucedido el pasado domingo. Objetivamente no debería ser así porque pudieron salvar a Lucía, que era lo acordado. Es cierto que a Vulcan le supuso un conflicto porque Laura le había pedido que no lo hiciera, por lo que luego vinieron los reproches. Por su parte, Óscar prefería salvar a Daniela, pero estaba en minoría absoluta. La conclusión de Vulcan es que lo mejor hubiera sido no utilizar el privilegio de la salvación, al no estar obligado a ello. No estoy seguro de que sea así, pero estaría bien que esto fuera aclarado. Visto lo visto, Ruvens se arrepiente ahora de no haber metido a Maica en lugar de a Lucía. ¡Cómo escuece lo del intercambio con Grande Fratello!

Ruvens falta a la verdad sobre lo que dijo cuando decidió el intercambio en las nominaciones entre Jorge y Lucía. Asegura que aclaró en el ‘confe’ que metía a Lucía porque pretendían gana el “Big Bro” para salvarla y así dejar en la palestra a tres rivales del dormitorio rosa. Pero no es cierto que diera tal explicación. Lo dicho por Ruvens fue, exclusivamente, esto que sigue: “Me sabe muy mal porque a Lucía, de verdad, le tengo aprecio, y solo espero que no se vaya, pero saco a Jorge y meto a Lucía”. Una cosa es decir “espero que no se vaya” y otra comprometerse públicamente a salvarla si alguien de su grupo ganaba el “Big Bro”. Esta maniobra es otra incoherencia de un Ruvens que acusa a Javier de ser escudo de Vanessa y quiere separar la pareja porque tienen ventaja al actuar conjuntamente. Sin embargo, no le debe parecer mal cuando Vulcan dice que salva a Lucía porque se lo ha pedido Ruvens. Esto sí que es ir en comandita.

“Tengo la sensación de que ayer fue un cagadón”, decía Ruvens refiriéndose al domingo. Esa mala sensación que tiene es, entre otras cosas, porque “no estaba elocuente”. Debe referirse a que se posicionó contra Vanessa reprochándola que le nominase a él y no a Óscar cuando había dicho que le sobraba Óscar y no él. Sucede que Óscar era inmune y no lo podían nominar. Ruvens no tiene el concurso en la cabeza de la manera que algunos creen. Para rematar la faena, Lucía se dio cuenta de que es falso eso de que nunca la tocaría a ella ni a su hermana, que tanto le había repetido Ruvens. Además, le parece un fracaso que Maica haya sido elegida para el intercambio con Italia, algo de lo que está plenamente convencido. Y encima la viajera no se despidió de él. Muy inocente me parece si no lo vio venir.

Al contrario de lo que piensa Ruvens, yo tengo sensación de que está acertando con su estrategia de confrontación. No todas las estrategias son iguales. Unas me agradan y divierten. Sin embargo, hay otras que agreden mi inteligencia y/o mi sensibilidad. La que está aplicando Ruvens, especialmente en esta fase del concurso, es de las últimas. Me remueve y desagrada. Lo cual no quita para que reconozca su efectividad. Con su estrategia de desgaste, los azules han conseguido que apenas hablemos de Laura y sus caras imposibles. O que se esté evitando el análisis de la transformación (para peor) de Edi. También que las manipulaciones de Ruvens sean aceptadas con escaso espíritu crítico, por no decir nulo.

Violeta sigue dando vueltas a lo mismo

Violeta expresa cosas diferentes con el lenguaje verbal y el gestual. Dejando a un lado que pueda estar intentando hacer el papel de pobre chica burlada por un señor algo mayor que ella, lo cual no es descartable en absoluto, lo cierto es que hoy por hoy dice una cosa y hace otra. “No le reconozco. Está todo el día durmiendo. Conmigo no está igual. Lo veo súper pasota y cansado todo el día”, afirma Violeta hablando con Juan. Luego le cuenta a Jorge que se ha precipitado mucho porque con quien mejor se lo pasa en la casa es con él y no con Edi. ¿Qué hace después? Abrazar amorosamente a Edi.

Maica ya está en Grande Fratello

Maica llegó a la casa italiana preguntando si allí tienen lejía, aunque apuntó que tenían la casa bastante limpia. Fue recibida con más entusiasmo por unos que por otros. En Grande Fratello hay más concursantes que hablan castellano, no solo los que apuntaba este gato en el artículo de ayer. Creo que dijo anoche el presentador que Enzo y Helena (que es brasileña) también, y no sé si alguien más. Particularmente vi a la cubana Yulia torciendo el gesto mientras saludaba a nuestra Maica. No me extraña porque llevaba un vestido que parecía ir a recoger un Óscar (el premio, no el concursante) y fue presentada como una auténtica estrella. Tiene toda la pinta de que va a arrasar.

Moleskine del gato

Adrián es el minisúper de la semana en una elección sin competencia. Solo él se presentó. Y los porcentajes ciegos estaban así anoche: 79 %, 14 % y 7 %. Me temo que no va a ser nada fácil salvar a Vanessa, por no decir que es imposible.

En el vídeo de hoy vuelvo sobre la poca participación de Silvia en el debate y hago la reflexión de que la opinión de los exconcursantes no es más o menos válida dependiendo de que hayan dado más o menos juego, generando más o menos contenido. Por cierto, anoche en el Última hora tuvo oportunidad Silvia de opinar extensamente y con tranquilidad. Además, ¿sabes quién se ha llevado más nominaciones por parte de Ruvens? No, Vanessa no es. Ni con mucho.