Presupuesto cero por las trampas

“Hacer trampa e ir contra el espíritu de la prueba tiene consecuencias”, les dijo el ‘súper’ después de comunicarles que la prueba no estaba superada. Ion Aramendi añadió: “Jugar con estrategias sí, pero ante todo juego limpio. La prueba la habéis perdido todos”. La consecuencia es que esta semana tendrán presupuesto cero, o sea, no harán compra. Ignoro lo que habría pasado si la prueba estuviera superada, pero les ha faltado mucho para eso. Estaban permitidos 33 errores y el total acumulado ha sido de 95. Como bien dijo el ‘súper’ tenían que trabajar en equipo para medir el tiempo de manera precisa, y no lo han hecho.

Es cierto que, necesariamente, tenían que formar una cadena para poder medir el tiempo e intentar ajustar las horas con un margen de error inferior a tres minutos. Pero no bastaba con esa cadena humana. Como dije hace días, ese control debía llevarse de manera recurrente, realizando a la vez dos o tres mediciones para detectar posibles desviaciones del tiempo real. Viendo el directo he pillado a Adrián durmiéndose y tardando un minuto o más en darle la vuelta al reloj de arena, por poner un ejemplo. Eso no hubiera afectado igual en caso de haber dos o tres concursantes llevando la medición independientemente.

El juego sucio no está permitido

Lo importante no es tanto que hayan acumulado tantos errores como que van a pasar hambre y necesidades por las trampas. Edi propuso engañar a algunos compañeros en los turnos y eso es pretender que no tengan todos las mismas oportunidades. Es juego sucio, y eso nunca está permitido en Gran Hermano. Por supuesto, tampoco está admitido que hagan un boicot o abandonen la prueba. Tienen que intentar ganar, y no se permite cualquier cosa que se aparte de esa máxima. Esa manera de jugar siempre se ha sancionado.

En este caso, lo importante es pretender hacer trampa o plantear un boicot, independientemente de si se termina llevando a cabo. Lo cierto es que, aunque lo negasen, juego sucio sí hubo, mientras que el boicot fue una pretensión de Vanessa, apoyada por Daniela, que solo defendieron ellas dos y se desinflaron pronto, descartando llevarlo a cabo. Como ellas mismas aclaraban anoche, fue todo por un calentón y una vez reflexionado con más calma no llegó a más. Han perdido la prueba todos y también son todos responsables de la falta de presupuesto. Un castigo del que no se libra casi nadie. Se me ocurre que Maica no hizo trampa alguna ni apoyó el boicot, pero se da el caso de que ya no está en la casa.

Antes de comentar el intercambio entre nuestro Gran Hermano y el Grande Fratello italiano, alguna cosa más sobre los motivos de que esta semana no tengan compra. Hay que reconocerle a Adrián el de que fuera al dormitorio rosa a avisar de que el otro grupo estaba haciendo trampas engañándolos con los turnos. Pensaron que haciendo media hora más en cada turno tendrían asegurado ganar el “Big Bro”. Contaban con que el criterio fuera premiar a quién más tiempo estuviera formando parte de la cadena humana que controlaba el tiempo. Pero en realidad era quién más veces se vistiera de cuco. Ni siquiera en eso fueron listos, porque de ser cómo pensaban con hacer media hora de más en solamente uno de los turnos hubiera sido suficiente.

Solo 15 concursantes estuvieron comprometidos con la prueba

Tenían muchas cosas en contra para poder ganar la prueba. Para hacer turnos en los que se trabajasen el doble de concursantes hubieran necesitado que todos estuvieran comprometidos con la prueba. Pero no fue así porque Óscar no ha controlado ni una sola vez los relojes de arena, ni ha movido una sola manecilla. ¿Por qué? Dice que él no vale para eso. Me sorprende que no se lo hayan censurado. Hacer los turnos por la compañía está muy bien, pero no vale para ganar. Solo 15 concursantes estuvieron comprometidos con la prueba.

Adrián primero compartió la trampa de los azules y luego se retractó. Este concursante cambia más de chaqueta que una serpiente muda la piel. Por la mañana decía “soy de vuestro grupo” a Maica y Daniela, para por la tarde renegar de ellas ante el otro grupo. Es muy simplista la lectura de que hacía lo primero para apuntarse puntos ante Maica, por quien bebe los vientos. Creo que su objetivo es estar a buenas con ambas partes. Más o menos lo que estuvo haciendo Óscar la primera semana y con resultados catastróficos para él. Pienso que ahora todos desconfían de Adrián, y es imposible decir que no se lo haya ganado. Ahora bien, acertó de pleno cuando dijo que todos debían hacer las mismas horas y la pretensión de hacer trampa era “jugar sucio”. Por muy obvio que parezca, no todos pensaron lo mismo.

Tampoco jugaba a favor que algunos hubieran de aprender sobre la marcha como se lee un reloj de manecillas. Ya conté lo de Javier, pero no es el único. El otro día Vulcan preguntaba: “Óscar, ¿Y veinte es aquí?, señalando el número cinco. Cierto que Javier le dobla en edad, pero juro que los relojes siguen teniendo las mismas agujas ahora que hace 20 años, y se siguen leyendo igual. Si hasta a mi hijo de cinco años le han regalado ya un reloj de manecillas.

Intercambio España-Italia

Vuelve el intercambio, en este caso con Italia. Maica va rumbo a Milán y entrará mañana en la casa de allí, pero antes nos han de llegar hoy mismo dos concursantes de Grande Fratello. Es de suponer que los elijan entre aquellos que saben nuestra lengua. Imagino que así sucede con Yulia, que es nacida en La Habana (Cuba), o Javier, concursante argentino. Además, igual que la edición española parece a veces Grande Irmán (creo que se podría decir así en gallego), también en la edición italiana tienen a Yago, concursante de Ferrol.

Maica y Daniela protagonizaron uno de los momentos de la edición despidiéndose en la sala de confesiones. Daniela le contó que en la casa hacían conjeturas sobre su posible salida de intercambio a otra casa de Gran Hermano, posiblemente a Italia. Creo que entonces la música y la letra de esa opción le sonaron distinto que cuando luego lo leía en una tarjeta en plató. Me pareció que le sonaba mejor la segunda vez. Por cierto, el plató estaba vacío de público y colaboradores para que Maica salga lo menos posible de su condición de aislamiento.

Muy pronto asumió Maica que debía engañar a sus compañeros en su despedida, o cuando menos ser ambigua. Tanto es así que se despidió de Daniela, Lucía, “Los Vanessos” y Óscar como si no los fuera a volver a ver. Adrián hizo lo posible para no ser olvidado y Maica también fue muy amable y cariñosa con él. A pesar de lo cual, nadie podrá decir que no ha sido meridianamente clara con el boxeador. Este fin de semana Maica se ha esforzado para que vaya por delante la aclaración sobre que no van a tener nunca una relación de tipo romántico ni nada similar. Pero a Adrián le cuesta admitirlo tanto como a Laura entender que Vulcan no es tan claro como Maica y evita decirle eso mismo, pero es obvio que no desea llegar a más con ella y pone todo tipo de inconvenientes como eso de que tiene poca conversación con ella fuera del tema de la relación entre ambos.

Diferente es lo de Violeta con Edi, porque aquí cada uno va a lo suyo y, de paso, se dan alguna que otra alegría para el cuerpo. Tienen cierto tufo infantiloide los comentarios que hacen algunos amigos de Edi sobre los movimientos de edredón de esta pareja. Al menos, no se ha quejado nadie poniendo cara de asco como pasó con Javier y Vanessa. Si te llamas Eduardo, eres bastante gañán y sueles llevar un palillo en la boca puedes tener “chiqui chiqui bum bum” (como dice Maica) sin problema. Pero si tienes un grupo llamado ‘Carpe Diem’ te lo van a criticar a muerte. Edi y Javier, los dos de Costa da Morte, pero con suertes distintas en este concurso.

Lucía salvada

Dado que el “Big Bro” lo ganó Vulcan, fue salvada Lucía. Por tanto, es previsible que perdamos a Vanessa este jueves. Se me antoja que es la pérdida más lamentable de la edición. Anoche mismo hizo alguna demostración de poderío sin igual. Respira Gran Hermano por todos sus poros y nadie ha remado a favor de obra como lo ha hecho ella. Y lo hace cada día, mientras concursantes como Javier o Edi vegetan. Anoche se posicionaban todos los azules en contra de Vanessa; con las excepciones de Nerea y Adrián, que lo hacían contra Javier, o Violeta, Juan y Luis contra Daniela. Nadie quería que se fuera Lucía, posteriormente salvada.

Ni siquiera la consideración ante el mal momento que pasaban los nominados por la enigmática salida de Maica les hizo rebajar el tono contra Vanessa. Tampoco cuando esta rompía a llorar, momento que Edi aprovechó para seguir machacando a esta concursante con fútiles argumentos. Nunca entenderé que hagan juicios tan duros de personas con quienes les separan pequeñísimas diferencias, tan solo roces lógicos de la convivencia diaria. Menos viendo que la persona lo está pasando mal. Se dicen cosas tan gruesas que no me cabe en la cabeza. Mucho menos la falta de humanidad que demuestran. A Laura tan solo le dijo Maica que no le gustaban sus caras a veces o que se hubiera reído de su paella en la prueba y parecía hundida en la miseria. Qué sería de ella si le hacen pasar lo mismo que a Vanessa.

Moleskine del gato

Los porcentajes ciegos estaban así anoche, antes de la salvación de Lucía: 57 %, 36 %, 5 % y 2 %. Me sorprende muchísimo que dos de los nominados tuvieran porcentajes tan bajos. Si aceptamos que las más votadas eran Vanessa y Lucía (en cualquier orden), quiere decir que Javier y Daniela no suman más de un 7 % de los votos.

Y en el vídeo de hoy me extiendo más en los posibles objetivos que tiene cada uno en la relación de Violeta y Edi. También reflexiono sobre la consideración de Ruvens como el gran manipulador de la edición, lo cual puede ser bueno o todo lo contrario.