Si no llega a ser por algo que dijo de pasada Mayte en el Debate de anoche, hubiera pensado que a Ruvens se le está yendo un poco la cabeza. Dice el aspirante a director cinematográfico que cuando se marchó Mayte rechazó los abrazos porque estaba roto. Animado por la confesión siguió contando que había pedido perdón a Mayte en la sala de confesiones por si algo que él hizo en la casa pudo confundir a la segunda expulsada de la edición. Con evidente cara de pasmo, Maica respondía: “Pero si lo de que le gustas te lo ha dicho en broma”, por un comentario de Mayte en su despedida desde plató. Ruvens, muy serio, afirmaba: “No, lo ha dicho de verdad”.
De manera que Mayte se enamoró de Ruvens, según este cree. Insisto, me parecería un flipado si no fuera porque Mayte vino a decir anoche que había empezado a sentir algo por Ruvens. Como no pudo profundizar en el tema nos quedamos sin saber más. Tan solo añadía Mayte algo sobre sentir de otra manera porque él es homosexual. Pensándolo mejor, igual es cierto lo de que se trata de un flipado. Ahora Mayte dice que Ruvens le ha decepcionado. ¡Qué pronto llega el desamor! Tampoco creo que le haga gracia a Ruvens que se haya hablado abiertamente de su sexualidad. Si por algo le molestó cuando Óscar contó en la casa lo de su repentino enamoramiento fue porque no deseaba que saliera el tema de su sexualidad.
Para cerrar cuanto antes el apartado carpetero, a Nerea le pareció raro que al día siguiente Luis estuviera dándole vueltas a su confesión de la noche anterior sobre que no está enamorada de él al cien por cien. Era demasiado estirar el tema, según Nerea, la misma que tres años después se la tenía jurada a Violeta porque tuvo una aventurilla con el chico que a ella le gustaba. Demasiado paciente para vengarse de Violeta e impaciente reclamando que Luis cure su herida por algo tan grave como es que dudase de su amor. Fue muy torpe confesando algo así cuando la máquina del juego de la verdad daba calambrazos aleatoriamente.
Mejor lo lleva la carpeta no abierta del todo entre Vulcan y Laura. Esta le decía durante la fiesta del viernes: “Eres la única persona que me ha tocado el alma antes que la piel”. Diría que esto venía en el número de mayo-junio de la revista Cosmopolitan. En cuanto a Edi y Violeta, por mucho que le digan a esta que Edi está en la tesitura de “prometer, prometer hasta meter, y después de metido nada de lo prometido” (en realidad no le ha prometido nada), Violeta seguirá dejándose llevar por sus deseos, mejor dicho en singular. Es rigurosamente cierto que Edi reía cuando en su dormitorio Mayte hacía bromas como que tendría que llevar a Violeta al Burger King. Javier se lo contó y seguro que a Violeta le ha dolido saberlo. De nada valdrá, de todas formas.
El escrito de hoy está patrocinado por la Real Academia Española, única autoridad normativa de nuestra lengua, y el DLE, su diccionario más popular. Y es que en la casa (me atrevería a decir que también fuera) parece haber escaso o nulo conocimiento de lo que significa la expresión “diálogo de besugos” o el término “alcahuetear”. Otra cosa es lo de “cucaracho”, que empezó diciendo Maica y ya repiten casi todos, cuyo origen es mexicano y de creación demasiado reciente como para que lo recoja la RAE. Pero aquí anda este gato encerrado para solucionar todas vuestras dudas. Vanessa calificó cierta conversación como un diálogo de besugos y Laura contribuía luego a extender el comentario de que había llamado a Ruvens “besugo”. Un “diálogo de besugos” es una “conversación sin coherencia lógica”.
La misma tarde del sábado, Óscar decía que Vanessa andaba “alcahueteando” con Daniela. Estas se enteraron y se lo tomaron a la tremenda porque no saben que “alcahuetear” es sinónimo de “cotillear, chismear, chismorrear...”, tal como les aseguró el mismo Óscar. Y el “cucaracho” de Maica puede ser invento suyo o se refiere al término de uso en México, aplicable a las relaciones de pareja, para definir a una persona “ventajosa, rastrera y que usa artimañas para sacar una buena tajada en cualquier situación”. Mas concretamente a “aquel hombre que solo muestra interés cuando puede concretar un encuentro íntimo” (de nuevo eso de prometer y meter).
En base a los dos primeros fallos de interpretación se armó la marimorena el sábado. Benditos equívocos semánticos que proporcionan tardes divertidas y animadas en la casa de Guadalix. El peligro de que Daniela y Maica se volvieran a separar de Óscar fue conjurado por este con el arma más potente que tiene en este juego: una labia que atrapa, subyuga y termina desarmando al más reticente. Con Maica lo había arreglado ya por la noche y a Daniela le tuvo que dar un poco más de tiempo hasta volver a ganársela del todo. No obstante, a Daniela le gira la cabeza con demasiada rapidez y confía en sustituir la reflexión por sus corazonadas. No puedo negar que acierta muchas veces, pero no siempre.
No me gustó nada que cuando hace unos días contaba Maica como Óscar le había hablado de que ella sería su esposa si no fuera homosexual respondiera Daniela: “Sí, me lo ha contado a mí también. Es un pesado”. Pero cuando tiene un problema o algo le inquieta bien que va a contar sus corazonadas a Óscar. Y busca esos consejos que él da porque son los que le gustaría escuchar de otra persona. Óscar da más consejos de los que recibe. Diría que, en general, da más de lo que recibe, sin que me parezca que eso le haga infeliz. Daniela tiene razón reivindicando un cierto respeto hacia los afines y que ciertas cosas no se hablen con quienes no lo son. Ahora bien, luego no se aplica el cuento y sus reproches a Óscar son públicos, delante de toda la casa, en lugar de hacer un aparte y decírselo solo a él.
Maica también me resulta incoherente cuando hace casus belli de aquello que le dijo Óscar a Elsa sobre su lealtad con ella a la hora de nominar, dando a entender que había sido Maica quien propuso darle puntos. La incoherencia viene cuando 'miss lejía' le dice a Ruvens: “A vosotros no os he nominado a ninguno”. De acuerdo que ellos no tienen constancia de que el trío en el que estaba tuvo tres puntos para Laura, pero no deja de ser semejante a aquello que tan grave le pareció en Óscar. Es algo que hacen casi todos, sin consecuencia de ningún tipo. También preguntaba Juan a Violeta: “¿Tú me has nominado?”, y ante la negativa de ella aclaraba: “Tu grupo, Violeta”. La respuesta fue: “Mi grupo sí”. Tampoco pasó nada. Anoche mismo, durante los posicionamientos, estuvieron en semejante tesitura Vanessa y Ruvens. Sin consecuencias, también.
Para acabar con las faltas de coherencia, a Maica le molesta que Óscar hable con Ruvens y ella se pasaba la noche del sábado como una hora con el manchego en la lavandería. Obviamente, no hicieron otra cosa que hablar. Me da la sensación de que Maica y Daniela quieren manejar a Óscar a su antojo, lo cual no van a conseguir porque no se dejará. Como decía Daniela hace unos días, ni ella ni Óscar son tan débiles como parece. No son nada débiles y tienen ambos fuerte personalidad. Otra cosa es que a Daniela solo se le note cuando se enfada en una gala (pasó anoche) y a Óscar casi nunca por sus educadas formas cuasi cortesanas.
Solo prestando bien atención a lo que dice Óscar se puede apreciar su claridad de ideas y lo bien que está interpretando el juego. Aunque no es todo bueno tampoco en él. A veces es liante y deslenguado. Pese a todo, solo la atracción que siente por Ruvens puede echar a perder su concurso. No me parece preocupante que hable con su rival. Tampoco que exprese desagrado ante cómo celebró Juan la expulsión de Mayte. En el dormitorio rosa y sus ramificaciones no van todos a una, lo cual vimos el jueves cuando Daniela nominaba a Violeta, que había participado del mismo pacto de nominaciones que ella.
Tuvimos anoche posicionamientos y la lógica decía que Juan iba a acumular más gente en contra que los otros nominados. Sin embargo, fue superado con creces por Vanessa y, sobre todo, Jorge. Digo lo de Juan porque anda entre dos aguas, con la tibieza de quien está convencido de que su supuesta neutralidad le beneficia. Anoche parecía renegar de esa idea y se quejaba de su situación al tiempo que presumía de no estar en ningún bando. Sacar pecho por algo que no depende de ti es un poco iluso. O ventajista. Juan no está en ningún bando porque fue descubierto y expulsado de la banda de Ruvens. No es el caso de Violeta, marginada por nada. Como digo, al final contra Juan solo se posicionaron Violeta y Maica, ambas con argumentos de bienqueda. Mejor parado salió Javier, ya que nadie se ponía detrás de él.
Contra Vanessa estuvieron Ruvens, Óscar, Edi, Vulcan, Laura, Jorge y Juan. Lo inesperado fue ver que contra Jorge, aparte de Lucía y Silvia (que se la tienen jurada desde la casa espía), se posicionaban en contra también Adrián, Nerea, Luis, Daniela, Vanessa y Javier. Los tres primeros recurrían también al argumento del descarte, pero Daniela se cebó con Jorge porque había escuchado que habló en la habitación azul de los planes nominatorios del otro dormitorio. Javier está detrás del chisme que hizo a Daniela cambiar a última hora su posicionamiento, originalmente contra Juan. Estaba realmente enfadada, sin atender a que Jorge negaba la mayor. “Yo no he dicho nada eso”, repetía sin éxito el militar. Parece que fue Luis quien hizo lo que atribuyen a Jorge y aunque varios concursantes lo saben nadie abrió la boca anoche, dejando que se cebasen contra la persona equivocada.
Los posicionamientos contra Vanessa no valieron para nada en la práctica porque la ‘Big Bro’ fue Silvia y salvaba de la nominación a la gallega. Esta semana tenemos duelo en la expulsión del jueves porque el martes se salvará otro nominado, en este caso el menos votado por la audiencia. Los porcentajes ciegos estaban así antes de la salvación: 61 %, 31 %, 6 % y 2 %. La duda está en si el porcentaje más destacado era de Juan o de Vanessa. En todo caso, creo que la suerte está echada para el bailarín.
Y en el vídeo de hoy hablo del resultado (o los resultados) de la prueba y el gran cariño existente entre Violeta y Jorge, entre otras cosas.