Si no es por lo que hemos sabido de Mayte en su paso por la casa, verla casi incapaz de responder a Jorge Javier Vázquez en plató me hubiera provocado cierta compasión. Pero con esta concursante no, lo siento mucho. No caben contemplaciones con alguien que ha sido “maleducada, poco empática y cruel”, como describía acertadamente el presentador. Jorge está en su mejor momento y anoche lo demostró haciendo la entrevista que muchos estábamos esperando. Mayte apenas acertó a describirse como “una persona honrada, pura, humilde y sincera”. Poco después confesaba estar “por supuesto” arrepentida de su actitud.
Un arrepentimiento el de Mayte que pareció de palabra y no de acción. Cerrada en sí misma como una cochinilla, ese insecto que se enrosca aislándose del exterior, parecía a punto de soltar un exabrupto (uno más) mientras hacía una peineta (otra) a Jorge Javier. No aparentaba estar lamentando verse en imágenes de sus momentos más desagradables, solamente unos pocos. Y, sobre todo, desaprovechó la ocasión de pedir perdón a compañeros como Óscar, con quien se ha comportado de manera despreciable. O Violeta, de la que dijo cosas infames, casi siempre a sus espaldas.
Hubieran hecho un favor a Mayte algunos, como Ruvens, siendo tan estrictos en la crítica con esta compañera como lo eran anoche porque Javier celebrase su expulsión. Lo ponía Ruvens como algo tremendo y revisadas las imágenes del directo no hay nada de eso. Ellos mismos habían celebrado en ese mismo momento de manera más ruidosa que se salvase Vulcan. Comparten la crueldad, falta de empatía y mala educación de Mayte aquellos que en el dormitorio azul (o donde fuera) le reían las gracias. La vara de medir es bien distinta en unos casos y otros. El propio Ruvens celebraba pertenecer al trío que lograba la salvación como si hubiera ganado una Champions League, y lo hacía en presencia de otro trío. Es igual que lo de decir las cosas a la cara, que solo es aplicable para los demás.
Bien se encargó Ruvens de advertir que nadie tocase la capa con la inscripción “Malditta” que cuelga del estrado donde hacen la radio. Lo hizo con idéntica prepotencia a la usada por Laura cuando aseguraba que no la iba a sacar nadie de la cocina justo el mismo día que la sacaba de la cocina Maica. Javier aclaró que aceptaba la petición de Ruvens, pero confío en que se le cruce el cable y la capa termine como el peluquín de Miguel Vilas (GH 17), quemada en el jardín. O siendo usada por Maica para limpiar los retretes. Como decía anoche Mayte: “acción, reacción”. O como le gustaba recordar a Hannibal Lecter en ‘El silencio de los corderos’: “Quid pro quo, Clarice”.
Seguramente tendrá Mayte la tentación de decir que ya pidió perdón en la casa. Efectivamente, fue así a consecuencia de una falta de respeto hacia el sentimiento religioso: le hizo una peineta a Dios. Como no podía en este caso decir aquello tan recurrente de que pedía perdón “si se ha sentido ofendido” porque el Altísimo no se iba a pronunciar, derivó su disculpa a quienes fueran creyentes en la casa. De las muchas peinetas anteriores prefirió no decir nada, de lo cual se puede colegir que no merecen sus disculpas.
La percepción cambia mucho dentro y fuera de esa casa. Los concursantes no se esperaban en absoluto que saliera Mayte, por lo tanto, la expulsión les pilló por sorpresa (no es el caso de Óscar, que volvía a decir que lo esperaba). Sin embargo, aquí fuera lo dábamos prácticamente por seguro. Tal vez no seamos mucho más listos que los concursantes, pero tenemos algunas herramientas que a ellos les faltan. Por ejemplo, las encuestas.
No sé qué tendrá Violeta que a la mínima alguien está acusándola de ser responsable de una expulsión. Lo dejaba caer Ruvens el otro día preguntando en la radio si se creía en alguna medida responsable de la salida de Elsa. Y anoche, Jorge decía estar convencido de que al estar nominado directamente va a ser el próximo expulsado. Preguntaba Violeta si era por su culpa y Jorge asentía. Pero, vamos a ver, si Jorge fuera expulsado la culpa sería suya y, si acaso, de la audiencia votante. Más veo culpable a Vanessa, que en lugar de hacer trío con su marido y, por ejemplo, Jorge, terminó con las mellizas. Es verdad que Violeta le dijo a Jorge nada más entrar en la casa grande aquello de “nunca te voy a fallar”. Mi consejo es que, por si acaso, nunca digas nunca.
Anoche constatamos el gran cambio de la casa respecto a Óscar, el Elder Arnold Cunningham (The book of mormon) de Gran Hermano. En las nominaciones, sus compañeros no le daban ni un solo punto, lo mismo que pasó con Maica y Luis. Es muy curioso porque hasta hace bien poco Luis y Óscar eran objetivo prioritario de la habitación azul. La última vez que nominaron le dieron nada menos que 18 puntos a Luis, y Óscar sigue siendo una bestia negra para la banda de Ruvens. Eso sí, tienen nuevos objetivos, aunque de estos solo han logrado que salga Vanessa a la palestra. No me parece errado el tiro, aunque no sé si será expulsada la cantante estando nominado también Juan, un mueble de dimensiones tales que cierta tienda sueca necesitaría dividirlo en 6 o 7 paquetes.
Al agruparse por tríos quedaron descolgados Javier y Vanessa en un principio, pero las mellizas Lucía y Silvia decidían cambiar a Jorge, tercero de su trío, por Vanessa. De esta forma, terminaban sin trío y, por consiguiente, nominados de forma directa, Javier y Jorge. Jorge se mostró dolido con Violeta, que prefirió asociarse con Nerea, quien ha afirmado por activa y por pasiva que no confía en ella, y Luis, quien ha pedido repetidamente a su novia Nerea que se aparte de Violeta porque si la traicionó una vez (liándose con él mismo) lo podría repetir. Jorge esperaba que Violeta pusiera en práctica aquello de nunca tal y pascual, como digo.
Por otro lado, el trío inmune resultó ser el formado por Vulcan, Laura y Ruvens. Eligieron la caja número 4, única de la que salía polvo verde al explotar, mientras el de las demás era de color rojo. Los tres debían ponerse de acuerdo para elegir un solo inmune y sus dos compañeros decidieron que fuera Vulcan, aunque este nombrase a Laura. Una decisión democrática al respetar la voluntad de la mayoría. Este grupo comenzó unas nominaciones que empezaban con Javier y Jorge en la palestra directamente, mientras Vulcan era inmune. Así transcurrieron estas nominaciones:
Ruvens, Laura y Vulcan > Nerea (1), Daniela (2) y Vanessa (3)
Daniela, Maica y Óscar > Violeta (1), Juan (2) y Laura (3)
Violeta, Nerea y Luis > Adrián (1), Juan (2) y Laura (3)
Silvia, Vanessa y Lucía > Edi (1), Juan (2) y Laura (3)
Edi, Juan y Adrián > Daniela (1), Nerea (2), Vanessa (3)
Jorge > Silvia (1), Lucía (2) y Vanessa (3)
Javier > Juan (1), Laura (2) y Ruvens (3)
Los nominados provisionales eran Javier, Jorge, Laura y Vanessa. Laura, “Big Bro” de la semana, decidía salvarse a sí misma y esto hacía subir a Juan. Por tanto, nominados definitivos: Javier, Jorge, Vanessa y Juan. Después de pintarse como una concursante benefactora que lo da todo por los demás, Laura evitaba salir a la palestra en lugar de beneficiar a un compañero. Hizo lo que toca en estos casos, pero su decisión no deja de confirmar que no está tan entregada a los demás. Hubiera sido más interesante si llegan a estar nominados con ella Ruvens o Vulcan. Ni siquiera en el caso de que lo estuviera este último creo que dejaría de salvar su propio trasero.
Solo coincidieron nominando los concursantes del dormitorio azul. De un lado Ruvens, Laura y Vulcan; de otro Edi, Juan y Adrián. Ambos tríos nominaron a Daniela, Nerea y Vanessa. Intercambiaron los dos nombres con menos puntos, dejando fija la nominación de tres puntos para Vanessa. Eligieron solamente nominadas femeninas, lo cual aun no siendo premeditado denota un determinado sesgo. Menos disciplinados con la decisión tomada la misma tarde de ayer fueron los concursantes del otro dormitorio (especialmente Daniela), que invirtieron parte de la tarde en pactar darle puntos a Vulcan, Laura y Mayte.
Se fueron al traste sus planes porque Vulcan era inmune y Mayte ya no sigue en el juego. De todas formas, me llamó la atención ver a Óscar, Maica y Daniela dando un punto a Violeta, compañera que había participado de ese pacto junto a Silvia, Lucía, Javi, Vanessa, Luis, Nerea y la propia Daniela. ¿Dónde se ha visto pactar unas nominaciones con alguien a quien luego nominas? No faltaban a ningún pacto Maica y Óscar porque rechazaron participar del mismo. Por otro lado, Javier fue el responsable de mis nominaciones preferidas: Ruvens, Laura y Juan. El de Costa da Morte afina mucho nominando.
El grupo de la nueva mayoría coincidió en sus dos puntos a Juan y los tres a Laura, eligiendo distintos compañeros para encajarles el solitario punto. Solo se salió de este esquema Javier, como queda dicho. También me llamó la atención que Jorge primero se quisiera aliar con Silvia y Lucía, para luego darles puntos a las dos. Vanessa completó su cuadro de nominaciones. Se trata del trío de concursantes que le hicieron un poco la vida imposible en la casa espía, pero igual afectó que dos de ellas hubieran decidido arrojarlo a los leones cambiando de aliado en el trío. Un trío compuesto finalmente por las mellizas y Vanessa, “casualmente” sus tres nominadas.
Siendo ocho millones de votos los emitidos para decidir dar por cerrado el casting de 17 concursantes, podríamos afirmar que ha votado casi medio millón de personas, aproximadamente una cuarta parte de espectadores únicos que tiene de media una gala, como dije hace un par de días. Es una participación enorme, a juego con lo que está moviendo esta edición en redes sociales, muy por encima de lo visto estos últimos años. Y luego nos ponían de frikis de Twitter a los que pedíamos la vuelta del formato de anónimos.
En el vídeo de hoy me hago algunas preguntas y reflexiono sobre la nominación de Vanessa o la pésima estrategia de la habitación rosa (o verde, o cómo sea).