De repente, apareció Maica. Sí, ya sé que lleva ahí desde hace más de dos semanas, y que ha apuntado desde el principio como una de las protagonistas de esta edición. Su carisma enmascara la aparente sobreactuación que en un principio la puede presentar como heredera de “Fresita”. Olvidé esa interpretación en cuanto empecé a conocerla, pero hasta anoche no he tenido la constatación de que fuera tan auténtica, real y verdadera. No solamente eso, es posiblemente la más sincera de la casa. Nadie tuvo anoche el coraje de enfrentarse a Laura como lo hizo Maica. Y solo de un modo: repitiendo lo que media casa ha estado diciendo estos días. Más bien, una pequeña parte de lo dicho, para no hacer sangre.
Su posicionamiento contra Laura no es lo importante, sino las palabras con las que lo acompañaba. La manera de enfrentar a esa concursante con la realidad que llevan muchos resaltando desde hace días. Además, lo hizo sin perder las formas, a pelo, pero con educación. Al finalizar la gala, Maica estaba rodeada por Elsa, Nerea, Lucía, Violeta, Adrián y Vulcan. Todos destacaron lo bien que había hablado. Solo Elsa y Lucía apoyaron sus palabras delante de las cámaras y en directo, aunque de manera tímida en el caso de la vasca al haber hablado con Laura esa misma mañana, habiendo terminado la conversación con un abrazo. Maica echó de menos que intervinieran Vulcan y, sobre todo, Adrián. Me creo el punto final a la relación entre ambos que adelantó Maica al propio Adrián. Y lo entiendo. Entonces, de repente, aparecía Maica. Otra vez.
Elsa ya lo avisó. “Maica esperaba que hablaras”, dijo a Vulcan. Y añadía: “Le hubiera gustado que el negro (Adrián) hablase”. Esto era lo más importante para Maica, por eso le lanzó una significativa mirada que él entendió bien. Con todo, prefirió callar, igual que su amigo. Adrián fue raudo y veloz a intentar arreglarlo con Maica, a quien explicó que no había hablado porque quiere seguir con ellos (el grupo de Robers, como llama Daniela a Ruvens) para enterarse de si van a ir a por Maica. Pamplinas, debió pensar ella. Da por seguro que van a hacerlo. No le sirvió la improvisada explicación. Obvio, microbio. Tras salir Maica del dormitorio Adrián tuvo la precaución de tapar su rostro con la capucha de su sudadera para no mostrar si sus supuestas lágrimas eran igual de sinceras que su posicionamiento un rato antes.
El enfrentamiento de Maica con Laura se produjo en los posicionamientos. Fue la primera en ponerse contra Laura y lo explicó a la perfección. Las caras de asco, los gestos y ciertas reacciones eran sus razones. Cosas que media casa, como digo, ha estado comentando. Luis tenía detrás a Elsa, Mayte, Violeta y Laura; Nerea a Ruvens, Adrián y Vulcan; Lucía a Edi y Nerea, finalmente, Laura a Maica, Lucía y Luis. Maica rompió el hielo contra Laura, sin miedo y sabiendo las consecuencias que esto supondrá para ella. ¿Acaso tengo que explicar más por qué anoche vi aparecer repentinamente a Maica otra vez?
También debo decir que Maica parecía ya bastante harta de tener la lapa Adrián pegada todo el santo día, y lo de anoche fue un empujoncito para decidirse a hacer lo que seguramente llevaba un tiempo mascullando: mandar a paseo al boxeador. Por su parte, Luis estaba molesto con Violeta, pero esta le explicó que lo había hecho para despejar las dudas de su trama a tres. Por su parte, Nerea reconoció después no haberse posicionado contra Laura por miedo. Es fuerte y razonable la sospecha de que el miedo pudo condicionar la decisión de otros concursantes, como el caso ya mencionado de Vulcan y Adrián. A Nerea le honra haberlo reconocido.
Ruvens quiso romper una lanza a favor de Laura sin entrar al fondo de lo dicho por Maica. Es su estilo, pasar por encima de los temas sin entrar en sustancia. Por eso se entiende que algunos le consideren un sin sustancia. También se entiende porque mientras Laura lloraba anoche porque tres personas se posicionasen en su contra, Ruvens entró en bucle un par de días porque le habían nominado algunos compañeros.
Elsa tragaba saliva anoche cuando Maica reclamaba, sin pedirlo, el apoyo de quienes piensan igual que ella de Laura. Ella se desahogó con Maica en más de una ocasión hablando de las miradas de Laura. “Me mira con cara de asco y cuando me acerco se aleja. Lo único que he hecho es darle cariño”. Sabía a quien se lo estaba contando. “El primer día que lloré fue por ella”, decía Maica refiriéndose también a Laura. Claro que Elsa en cuanto a miradas no se queda atrás. Nerea también pertenece a la liga contra las miradas asesinas de Laura. Según Vulcan, la tirria de Laura a Maica es porque él le dijo que al principio se fijó en la murciana.
No echaba de menos los posicionamientos, pero reconozco que los de anoche nos dieron una madrugada de las que hacen afición. Luis molesto con Violeta por posicionarse en su contra, mientras Maica lloraba tras la tensión de la gala, lo cual no le impedía cantarle las cuarenta a Vulcan y Adrián. La princesa de Chernóbil (como llama Ruvens a Maica) fue la protagonista de la noche. Ni lo pretendió ni tuvo que andar con romanticismos de adolescente o sesiones tórridas de besos forzados en el jacuzzi.
Ruvens le recomendó a Vulcan que tuviera en cuenta la “responsabilidad afectiva”. Es decir, que si no quiere tener nada con Laura sobra decirle cada día lo guapa que está. A Edi le dijo algo parecido, pero de manera más directa. “Si lo que queréis es follar ya está, pero jugáis a los novios”, le decía Ruvens a Edi. Respondía la crudeza con la que el gallego había hablado.
Edi fue claro y meridiano al decir de Violeta que “si viene otra con la que encaje más no tengo problema”. Añadiendo que “sentimiento cero, pero está buenísima”. Y rematando con esta confesión: “No me fío de ella. No sé si me está vacilando. No tengo claro que haría ella si le meto la boca”. Ya lo sabe y no puso reparos. Eso sí, después de un saco de cobras. Luego afirmó Edi que tiene más conexión con Elsa que con Ainara (Violeta).
No seré yo quien valore la moralidad de las palabras de Edi, ni de nadie. Más bien valoro su sinceridad. Eso sí, es poco bonito lo que dice, y no creo que a Violeta le gustase si se llega a enterar. En cuanto a la falta de compromiso, creo que es por ambas partes. Coincido con Edi en que el juego entre ambos es mutuo, no se puede acusar de eso a ninguna de las partes.
Lo peor para Edi es que él está en el bando de Ruvens, Mayte y Laura; mientras que Violeta está con Maica, Nerea y Lucía. Luis está en este segundo grupo, pero no confían del todo en él (salvo su novia, claro). Mientras tanto, Vulcan también ha estado más cerca de este grupo, pero anoche se quedó mudo. Y lo de Adrián ya lo he contado. La pareja no se pone de acuerdo ni en sus alianzas dentro del concurso. Esa relación tiene menos futuro que un zombi en una maratón.
En cuanto a Elsa, su enemistad con Laura, resuelta por el momento, se extiende a otras chicas de la casa por lo cariñosa que se muestra con los chicos. Laura dice que no es celosa los días pares y que sí los impares, mientras con sus actos demuestra que es más sincera los impares. Por otro lado, no es fácil de entender que anoche Elsa no quisiera posicionarse contra “mis chicas”, pero el jueves pasado le diera un punto a Nerea y dos a Lucía. De acuerdo que Luis se llevó los tres, pero tres días antes no parecían importarla tanto sus chicas. También es curioso que Laura diera los tres a Lucía y anoche se pusiera detrás de Luis. Por cierto, menudo ojo clínico tiene Laura, que nominó a los otros tres nominados.
Los porcentajes ciegos estaban así anoche antes de que Lucía se salvase a sí misma: 29 %, 26 %, 23 % y 22 %. Al principio de la gala los dos porcentajes mayores tenían un punto menos y los otros dos justo lo contrario. Lucía se salvó al hacer la mejor paella del su equipo, ganadores de una prueba más superada, y eso la convirtió en “Big bro” de esta semana. Quedan nominados Laura, Nerea y Luis, tres supuestos favoritos del programa. Poco han hecho para salvarlos, igual es que eso de los favoritos es una bobada.
Hablo en el vídeo de hoy del miedo que algunos parecen tener a Laura en la casa de Guadalix de la Sierra, pero también lo estoy viendo en algunos colaboradores del programa. También del descubrimiento de Daniela, que vendría a ser otro de repente. Su dúo con Óscar resulta hipnótico.