El ‘efecto 2000’ trajo consigo el estreno de uno de los concursos de televisión más famosos de la historia: ‘Gran Hermano’. Por primera vez, un grupo de concursantes anónimos se decidían a convivir en una casa que estaba vigilada por decenas de cámaras y sin saber que, después de salir de ella, su vida cambiaría para siempre.
Eso fue lo que le ocurrió a Marina Díez, una mujer que entró a la casa de Soto del Real para participar en la primera edición del reality show, junto a otros rostros tan conocidos como María José Galera, Ania Iglesias e Ismael Beiro, quien se convirtió en el flamante ganador aquel año.
Hay que decir que la teleoperadora entró al concurso con una vida y que, tras convertirse en la cuarta expulsada oficial, todo dio un giro. Damos un salto al pasado para recordar que ella fue la mujer que protagonizó el primer divorcio de la historia del programa.
La concursante que participó en ‘GH 1’ acudió al programa ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ de María Teresa Campos en el año 2012 y lo hizo para participar en un especial en el que se reunieron varios concursantes que llegaban dispuestos a contar cómo había cambiado su vida tras su paso por la casa más famosa de España.
Marina Díez le explicó a la presentadora que ella había entrado al programa casada con su marido y que, tras su paso por el concurso, tomó la decisión de separarse: “Al poco nos divorciamos”, confesó ante las cámaras de Telecinco.
La experiencia de convivir con otros participantes en una casa plagadita de cámaras la cambió para siempre, creció como persona y eso le hizo darse cuenta de que había cosas en su vida que quería cambiar: “En cierto modo, me afectó entrar a ‘Gran Hermano', porque nunca entras a un reality y las cosas siguen igual luego”, dijo ella.
“En aquel momento, lo disfracé todo un poco, pero, después, terminó afectando mi paso por el concurso a mi relación. Él siguió su camino, yo seguí mi vida y pasaron muchas cosas”, afirmó la ex gran hermana en el programa de la madre de Terelu Campos.
Un espacio en el que se confesó como nunca y donde habló alto y claro del bache personal y profesional que atravesaba. Tras unos años de bonanza y de que no le faltara trabajo, atravesaba una crisis y estaba al borde de la ruina económica.