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Qué fue de Raquel Morillas, concursante de 'Gran Hermano 3': ahora vende cupones

Raquel Morillas fue una de las concursantes más emblemáticas de 'Gran Hermano 3', la misma edición que dio fama a Kiko Hernández, lo que no quiere decir que se mantuviera lejos de polémicas. De hecho, era todo lo contrario, su fuerte carácter pronto la hizo destacar y su paso por la casa más famosa de Guadalix de la Sierra, aunque breve, no dejó indiferente a nadie. 

Qué fue de Raquel Morillas, concursante de 'Gran Hermano 3'

Raquel vivió una intensa historia de amor con Noemí Ungría, compañera de encierro y primera expulsada en esta edición, que fue presentada por Pepe Navarro. Las dos mujeres se conocieron, se enamoraron y vivieron una relación que las llevó hasta el altar, aunque su relación se rompía en 2004. 

La pareja pasó por muchos altibajos durante el tiempo que estuvieron juntas, incluido un accidente de tráfico que casi les cuesta la vida. El coche en el que viajaban se despeñó por un terraplén y, mientras Noemí salía casi ilesa, Raquel se llevaba la peor parte, tuvo que ser intervenida de urgencia a causa de un traumatismo craneoencefálico y un golpe fuerte en la cara. 

Salvó la vida, pero todavía acarrea las consecuencias y, actualmente, se gana la vida vendiendo cupones para la ONCE, desde el accidente tiene un grado de discapacidad.  "Vendo cupones, es lo mejor que me podría haber pasado porque me lo paso pipa con la gente", explicó hace tiempo durante una entrevista para Sábado Deluxe

Ahora vive alejada de las cámaras y parece que agradece llevar una vida más tranquila, porque lo cierto es que las polémicas fueron muy protagonistas durante el tiempo que trabajó en televisión. El final de su matrimonio también fue muy polémico, porque su pareja la denunció por violencia familiar y pedía para ella seis meses de cárcel, aunque fue desestimada. 

Este trabajo en televisión le ayudó a ganar mucho dinero, dinero que perdió a causa de la ludopatía que padeció y por la que se tuvo que poner en tratamiento para poder superar. "En una mañana he llegado a perder 1.000 euros en la ruleta. Y no iba al casino, sino a los centros recreativos. Ahí es donde más dinero perdí, jugaba al póquer por el móvil”, explicó en una entrevista para El Español en 2018. 

Una decisión, la de buscar ayuda, en la que tuvo mucho que ver su pareja, Noah Soriano, que es profesora de pilates de profesión. Ella amenazó con dejarla si no ponía remedio a su adicción y Raquel se lo tomó tan en serio que no dudó en ponerse en tratamiento. Sin duda una buena idea porque la pareja se convertía en el mejor pilar la una para la otra y afianzaba su relación con una boda que celebraron en el año 2020. 

Raquel ahora vive una vida alejada de las cámaras, pero parece haber encontrado la felicidad en sus rutinas, en un trabajo que le apasiona y junto a una mujer con la que planea pasar el resto de su vida.