Laura tiene un pequeño bajón y Manu la intenta animar. "Todo está en ti y todo lo que quieras mejorar depende de ti, como si quieres ser culturista, todo esta en la mente. Y además, la mirada no se cambia y la tuya es la mas bonita. Todo lo que quieras cambiar de ti puedes hacerlo, es importante que estes contenta contigo misma y si no lo estas puedes cambiarlo poco a poco, confía en ti", le aconseja Manu y Laura deja caer su cabeza sobre sus hombros sin mediar palabra.

La casa se ha quedado en shock por el gesto de generosidad de Adrián a Juan. El concursante decidió sacrificar 150 mil euros de su premio final para lograr que su amigo entrara en la casa y al enterarse el resto de sus compañeros han quedado boquiabiertos y lo han tildado de ser una persona "maravillosa".

Ya están todos casi listos para la gala de esta noche. Vanessa y Maica cantan la canción de 'Pasión de gavilanes' frente al espejo y se marcan un bailecito. Daniela se seca el pelo con el secador en el baño. Lucia se termina de vestir y Laura se maquilla en el tocador. "Vas muy elegante Vanessa, increíble, es espectacular ese body", dice Maica.

Los concursantes siguen arreglándose para la gala. Silvia se cambia con su hermana melliza en la prueba y comienza a arreglarse. Nerea le pide a Luis que le pase la plancha y él comienza a peinarla. Maica duda sobre el look que llevará esta noche y Laura se ducha en el jacuzzi. Dentro de él, Juan, Jorge, Manu y Ruvens hablan de los 3 mosqueteros y de series de animación antiguas.

Edi y Violeta han tenido su "hora sin cámaras" y no le ha hecho mucha gracia a la madre de la toledana, sino todo lo contrario. Tras varios días pidiendo tener un poco de intimidad en el día del cumpleaños de la joven, la pareja ha podido tener sus 60 minutos de privacidad, y Laura, su progenitora, ha mostrado su disconformidad ya que no le convence el gallego para su hija por ser "más simple que un pedo".

Nerea y Luis discuten de nuevo porque a Luis le ha sentando mal que no haya dormido la siesta con él y sí con Violeta. "Reconoce que te has puesto celoso, reconoce tus errores y la próxima vez no me la lies a mi si es un problema tuyo que tienes que trabajar", dice Nerea con seriedad. "Lo siento mi niña, lo pienso ahora en frío y no se como me ha podido sentar mal eso. Me he despertado en caliente y he saltado por ahí, perdóname de verdad, lo siento", asegura Luis y Nerea acepta el perdón aunque sigue con el rostro serio. "Sabiendo que me puedo ir hoy no se como lías esto, pero bueno", termina Nerea.

"Llevamos aquí seis horas, esta prueba da sueño", asegura Maica mientras Silvia asegura que han pasado dos minutos y que hay que mover las manecillas del reloj. "Me encuentro un poco mejor, ya se me va pasando", dice Javier que ha tenido molestias en la barriga. "Yo hoy me arreglaré la última, pero en cuanto termine la gala me acuesto", asegura Maica. En la cocina, Jorge está pendiente del pollo del horno que es la cena de esta noche y dice que Silvia cenará antes ya que después tiene que cambiarse con Lucía en la prueba. Daniela pide que le traigan una manzanilla porque está pendiente de las manecillas del reloj y no puede moverse de allí.

Nerea se despierta de la siesta y va directamente al salón como va la prueba. Por el camino se encuentra a Luis y le dice que por qué no le ha saludado después de despertarse. "Es una tontería, no la vayas a liar por eso. He venido aquí para verte", dice Nerea. "No se, yo pensaba que ibas a venir y he ido a verte y estabas dormida ya y después te despiertas y no vienes a decirme nada, pero tu puedes dormir donde quieras sino yo me cambio de cama", dice Luis. "Ya estamos Luis, no me puedo creer que te haya sentado mal, de verdad", dice Nerea y sale de la cocina para dirigirse al vestidor.

Con su actitud, Vanessa se ha ganado un saco de enemistades en la casa. No se puede sorprender de que estén contra ella, incluso cuando no pueden hacerlo directamente y utilizan a su marido. A Vanessa le pasa como a Óscar, es víctima de sí misma, su escasa mano izquierda y ese colmillo retorcido que no todo el mundo sabe llevar bien. No puede quejarse de estar siendo menospreciada por sus compañeros, pero sí de un evidente complot. En Gran Hermano se puede jugar de muchos modos, pero intentar derribar al contrario mediante un complot no es jugar limpio.

Jorge y Luis deciden ir preparando la cena para que este lista antes de la gala. Luis se pone a pelar patatas mientras Jorge prepara el pollo en las bandejas del horno. El Súper pregunta por la hora, Silvia dice con seguridad que con las 17:30h y acierta de pleno. En la señal GH 24h, vemos como la habitación azul sigue descansando.

La casa sigue en calma. Silvia y Maica vigilan los relojes de arena y Lucia dice que se va a arreglar en poco ya que a las 20:00h le toca controlar los relojes. Daniela asegura que hasta las ocho y media no se va a empezar a arreglar, y que quiere pedirle un tinte al Súper porque el rubio ya no le pega con su nariz. Jorge y Javier descansan en el sofá aunque no intervienen en la conversación. La cámara conecta con la habitación azul y vemos como Nerea y Violeta siguen durmiendo.

Los concursantes de 'Gran Hermano' se lanzaron durante la noche del miércoles a jugar a un juego muy, pero que muy peligroso: beso, atrevimiento o verdad. Y se lio, vaya que si se lio ¿La razón? a algunos concursantes no les hizo mucha gracia algunos acercamientos durante los retos.

Algunos concursantes están agotados tras su primer dia de prueba ya que no pueden perder la pista de los relojes de arena en ningún momento. La habitación azul duerme casi al completo a excepción de Daniela y en el salón, Silvia, Maica y Lucía siguen moviendo poco a poco las manecillas del reloj principal. La casa respira en calma por el momento.

"Hasta tangas me faltan. Si yo he dejado un pantalón vaquero ahí no se quien lo tiene que coger"; dice Vanessa en el salón a las mellizas. "A mi me faltan muchísimas cosas, incluso el otro día vi un tanga mio en la ropa lavada de otra persona, quien lo haya cogido que lo disfrute pero es muy fuerte. Yo no cojo ni me pongo nada que no es mio, soy incapaz", asegura Silvia y Lucía le da la razón. "A Daniela le desapareció un par de tops y los tenia Laura", añade Maica mientras sigue muy pendiente de los relojes de arena de la prueba.

"Oye, la comida quién la va a hacer?", pregunta Silvia. Lucía nombra a Laura, pero Silvia dice que Laura ha estado toda la noche levantada y no es plan. Pero Luis también está en cocina y "habrá que despertarle". "Si no hacen la comida, no lavo platos", Vanessa ha encontrado una ventaja. Silvia les dice que la comida son guisantes, ella sabe hacerlos y no le importa.

Les dejo con el reloj muy puntual, mientras muchos descansan y Jorge sigue con su reloj de sol. Mañana más con uno menos.

En la habitación azul unos cuantos están durmiendo. Jorge entra en la casa y pide que no muevan el reloj de sol.

En el salón siguen las medidas al milímetro. El Super pregunta de pronto la hora. "Y cuarenta y tres", le dicen. Y lo clavan. "Por favor, el siguiente que sea de cultura general", ¿Daniela quiere una condena?

Jorge sale al jardín a ver si consigue algo con un reloj de sol. Realización enfoca unos nubarrones bien tupidos y oscuros en el cielo.

Pero Jorge tiene la suerte de su parte y entre los nubarrones sale el sol. Está bastante seguro de haberlo puesto bien, pero no del todo...

Maica, Javier y Daniela se unen a su equipo en el sofá. Se preguntan si la hora que les han dado será la real. "¿Tú crees que anoche terminamos la fiesta a las cuatro de la mañana?", pregunta Daniela. Silvia cree que sí y además le parece que tiene más gracia que tengan la hora real para que así la gente en su casa pueda comprobar si lo llevan bien o mal.

Vanessa se maquilla en el baño.

Termina el turno de Jorge, Juan, Violeta y Edi y empieza el siguiente. Las mellizas ya están en la mesa con los relojes de arena cuadrando con Adrián cómo tiene que poner el reloj.

"Lo que no sabemos es si llevamos bien la hora porque dependemos de los anteriores", dice Silvia. "Ya", contesta Adrián. "Las tres y cuatro", le dice Lucía.

En mi reloj lo han clavado.

Jorge, Juan y Edi tratan de que Violeta recuerde a Pocholo. Algo imposible, porque Violeta no lo conoce. "Me parece increíble que no conozcas a Pocholo", dice al final Jorge después de una larga e interminable imitación en la que cada vez que ha dicho algo no era él.

En el baño, Maica se imita a sí misma y vestida de blanco y rosa, friega el suelo con fresintensidad. Sólo ella lo hace como ella.