Edi y Violeta dan un paseo por el jardín de madrugada. El gallego tenía mucho calor en el cuarto y sale al exterior a pecho descubierto. Antes de eso, el empresario le ha regalado un poco los oídos a la muchacha: "Tienes mucha luz", le ha soltado. En este punto me despido ¡Buenas madrugadas!

Óscar le pidió a Ruvens que no le contara a nadie que tenía comida escondida, pero el cineasta se lo cuenta a Laura y confiesa que ha comido una onza de chocolate. Después, la rubia se desahoga con el cineasta. La andaluza cree que Manu "se complica el solo la vida". Ruvens opina que el Dj quiere estar seguro de cada paso que da.

Óscar, cada vez más unido a Ruvens, asegura que su carácter se parece mucho al cineasta. Jorge está de acuerdo. Ruvens opina que no tanto, pero reconoce que tienen un sentido del humor parecido. Después, el cineasta nos da pistas sobre su personalidad. Comenta que es adicto a molestar a los demás y está haciendo un ejercicio de contención. "Lo que pasa es que luego me arrepiento", explica. Además, reconoce que es muy sensible a las críticas "incluso si viene de alguien que escribe con un montón de faltas de ortografía". Por otro lado, analiza el concurso de una compañera: "Nerea va cuesta abajo sin frenos".

Edi departe con Violeta en la cama. Le molesta que el matrimonio gallego le acuse de utilizar a Violeta para llegar lejos en el concurso. Asegura que eso no es verdad. Por su parte, la rubia anda muy dolida con Vanessa: "Ha perdido mi confianza un 100%". Por otro lado, asegura que la experiencia le está sirviendo para madurar. La conversación la zanjan con unos cuantos besos de tornillo.

Manu y Laura mantienen una larga conversación que no llega a ninguna parte. Él insiste en su necesidad de disfrutar de momentos solo. Asegura que si tuviera espacio para pensar tendría las cosas más claras. La muchacha anda de nones. Se queja de que tenga que adaptarse en todo al muchacho. "Sal ya de tu bucle...Mira que te lo pongo fácil y tú siempre rayado", lamenta. Después, la muchacha se agobia y concluye que tienen intereses distintos. Al final, él baja la guardia, se ríe y se pone otra vez de buenas con ella. Una de cal y otra de arena.

Manu le explica a Laura que a veces le gusta tener su espacio y eso le ha sentado muy mal a Laura. "Yo no sé cuándo estar encima y cuando dejarte a tu aire....Yo soy así...Así de intensa".

Öscar, Jorge y Ruvens rajan de Silvia. El primero afirma que la melliza tiene muy malas artes. El segundo cree que va a salir expulsada el jueves y la tacha de cizañera. Por su parte, Ruvens cree que la muchacha "es la voz débil" del otro grupo y si no cae esta semana, lo hará cuando salga expulsada Vanessa.

Silvia departe con su hermana y anuncia que a partir de ahora no se va a cortar a la hora de decir lo que piensa. "No voy a tener piedad con nadie", añade. Además, dice que ha visto muchas cosas que no le cuadran como por ejemplo de Nerea.

Ruvens tiene mucho mono de chocolate y Óscar le desvela su secreto: tiene escondido chocolate en la despensa y lo comparte con el cineasta, que se come una onza. "Eso que has hecho es robar", remarca Ruvens. "No, es racionar", corrige Óscar. Eso sí, el profe no tiene "el mal gusto de guardarlo debajo de la almohada".

Maica sigue rayada por su distanciamiento con Óscar. Javier lo tiene claro: "Es el Judas Escariote de la edición. Te vende por trece monedas", sentencia.

Después de una jornada muy intensa el ambiente se relaja. Óscar, en el salón, pregunta si es posible pedir una hora sin cámara para tres. La charla deriva en las relaciones poliamorosas. Manu comenta que él está abierto a probar la experiencia de una trieja. Óscar se muestra escéptico: "Esas cosas siempre terminan mal. Si es difícil con una persona, imagínate con dos".

Nos vamos a la habitación rosa donde escuchamos trajes hacia el otro bando. Javier recuerda otra vez cómo los azules se reían de Violeta y machacaron a Edi por liarse con Violeta "y después él la dejó por la diferencia de edad". El gallego recuerda que volvió con la rubia cuando se fueron Elsa y Maite. "Todo lo hace con estrategia", sentencia Vanessa. Por otro lado, Silvia raja de Óscar. Comenta que cuando baila con su hermana pone caras de asco y sabe que raja de ellas. "Tienes razón...habla demasiado", reacciona Maica

Siguen las rajadas contra el matrimonio gallego. "Es la típica pareja que ella te monta el lío y ella viene detrás", opina Óscar. "Es que si no viene detrás, ella se la monta", interviene Ruvens. "Pues yo creo que lo de sacar a Violeta en las discusiones a él (Javier) le perjudica".

A Maica le indigna la actitud del personal con Vanessa: "Toda la casa contra la misma persona,...No puedo con esa maldad". Las mellizas se expresan en la misma línea. Denuncian que que todos van a la vez contra gallegas y se ría cada vez que alguien la hace burla.

Javier analiza la situación. Cree que el personal busca desesperadamente que el matrimonio pierda los papeles: "Saben que Vanessa es como un miura....y yo acumulo, acumulo...hasta que no puedo más....No son tontos...sabían que ella iba a saltar y detrás de ella voy yo", resume. El gallego presume de que lleva trece años con su mujer "y él (Edi) con Violeta a ver si llega a trece días fuera". Por otro lado, Javier reconoce que Vanessa le condiciona en algunas cosas: "Por ella no hago tanto el tonto porque no le gusta". Luis le anima a que lo haga "porque se relajaría el ambiente de la casa".

Ruvens cree que fuera el público percibe una guerra de habitaciones, pero según el cineasta, la azul es la gran protagonista: "El cotarro lo movemos aquí...La gente viene a gritar Laura fuera y Laura te quiero...Aquí se mueve todo".

Óscar se desahoga con Nerea sobre su distanciamiento con Maica. El profe reconoce que no tiene la mano izquierda de Ruvens para hacerla entrar en razón, pero cree que hay terceras personas que les quieren separar. "Y eso es mezquindad y maldad", añade.

Violeta está decepcionada con el matrimonio gallega: "He ido al cuarto ha hablar con ellos y me han echado...Han dicho que no querían hablar conmigo...Yo siempre les he defendido....Como fastidia coger cariño a gente para esto...Yo, sobre todo, a Javi le tengo mucho cariño", lamenta la rubia.

Ahora la que salta contra Vanessa es Laura. La andaluza llama egoísta a la gallega y esta pone pies en polvorosa. Javier se queda para defender a su mujer. Laura insiste en que el comportamiento de Vanessa con la comida no tiene justificación. Javier defiende que Vanessa tiene una enfermedad y "es cuestión de humanidad". Manu y Ruvens, que están presentes, aprovechan también el momento para rajar de Vanessa.

Discusión subida de tono entre Edi y Vanessa. El muchacho le acusa de tener mucho veneno y asegura que de no ser por Javi ya habría salido expulsada por la audiencia. "Tocó la llorera, después la discusión, ahora toca la interpretación, mañana el victimismo" , añade el empresario. La muchacha, lejos de agachar la cabeza, le llama de todo menos bonito. Luego hay acusaciones cruzadas. Él le reprocha intentar malmeter en su relación con Violeta y ella de hacer lo propio con Javier. Por otro lado, Violeta rompe a llorar cuando el matrimonio la alude para hacerle reproches a Edi. El enfrentamiento termina cuando el matrimonio pone los pies en polvorosa. Durante la discusión, Edi ha contado con el apoyo de Ruvens y cia, que jaleaban a su amigo. Una vez en el cuarto, Vanessa está decepcionada también por Violeta porque ha saltado una vez más para que no la nombren. Cree que Edi se la está llevando a su terreno. "La pobre no tiene culpa...Está entre dos aguas", concluye Javier.