En este programa de '¿Quién es mi padre?' dedicado a Diego Armando Maradona hemos contado con el testimonio exclusivo de Laura Cibilla, una de las mujeres que mantuvo una relación sentimental con el astro del fútbol y que asegura desde hace dos décadas haber tenido un hijo suyo.
Laura relata que era una joven camarera cuando conoció a Diego, un Diego que se quedó prendado por ella y que al instante se interesó por cuidarla y por estar a su lado pese a que estaba ya casado con la madre de sus dos hijas mayores: "Diego era un encanto, era divertido, cariñoso, atento, era hermoso".
Completamente enamorada de Maradona, Laura se terminó viendo arrastrada a las adicciones del argentino, algo que provocó que durante algunos años ella también llevase la vida alocada del astro argentino. En 2002, Laura Cibilla se queda embarazada y toma una decisión radical:
"Me quedé embarazada, me enteré en Barcelona, yo embarazada no consumía nada para mantener a salvo a mi bebé, así que estuve un tiempo sin a Diego porque no me hacía bien estar a su lado (...) Él, no sé cómo, me encontró y quiso volver conmigo, pero las cosas no fueron bien, ya no teníamos la misma química".
Laura reconoce que nunca se alejó del todo de Diego, y es que como ella misma reconoce, tenían una relación de enganche que les hacía terminar juntos una y otra vez. Laura explica que Maradona llegó a conocer a su hijo Matías, que nacería en marzo de 2003, y con el pasaría días que aún recuerda con cariño:
"Conoció al niño, se enamoró de él, nos pagó tratamiento médico a los dos, incluso me daba dinero para él, le mandaba lotes de ropa de las mejores marcas (...) Pasábamos días en una casa de campo que él tenía, jugaba con mi hijo cuando solo era un bebé, de hecho sus primeros pasos los dio junto a Diego en aquel lugar".
Matías finalmente termina criándose solo con su madre y guardando rencor a un padre ausente del que apenas guarda recuerdos. La última vez que Laura vio a Maradona fue en uno de sus ingresos hospitalarios, y lo que allí vio le partió el alma: "Estaba completamente descuidado, gordo, con la tensión por las nubes, nadie cuidaba de él".