Según el último ‘Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia y la adolescencia’, del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, la cifra de niños, niñas y adolescentes que crecen en acogimiento en nuestro país ha aumentado de 48.357 a 51.203, lo que supone un crecimiento del 6% con respecto al año anterior. Este aumento se debe, en mayor medida, al incremento de casos en acogimiento residencial y a los que se encuentran en estudio o con una medida de apoyo previa.
Pese a este incremento, el acogimiento familiar (52%) predomina sobre el residencial (48%) y, si nos centramos en los tipos de familias, se mantiene el predominio de las extensas (59%) sobre las ajenas. Además, el reparto por edad es más equitativo entre las familias que en el residencial: un 18% tiene entre 0 y 3 años; un 14% entre 4 y 6; un 23% entre 7 y 11; un 25% entre 12 y 14; y un 20% entre 15 y 17.
Ante estos datos, Aldeas Infantiles SOS valora muy positivamente que los acogimientos por parte de familias extensas sigan siendo los mayoritarios y se cumpla lo que establece la Ley del Menor. Una norma que señala que, “ante la retirada de la tutela de un niño o niña de sus padres, la primera medida de cuidado alternativo recomendada es el acogimiento familiar y, si es posible, en familia extensa”, explica la organización.
Otro de los valores que también ha aumentado con respecto a años anteriores es el acogimiento residencial, cuyo porcentaje se ha incrementado en un 5,5%. Además, las diferencias por sexos de los niños y niñas acogidos en centros son cada vez más notables (un 64% son niños y adolescentes de sexo masculino, frente a las 6.090 de sexo femenino) y es en la franja de adolescentes entre 15 y 17 años donde más se nota esa disparidad.
En cuanto a las bajas del sistema de protección, el porcentaje de los niños y niñas que se reintegran con sus familias biológicas es muy bajo (11%) con respecto a los acogimientos familiares y residenciales. El resto de las salidas que se producen son por la mayoría de edad. De hecho, en 2022, fueron 4.366 los chicos y chicas que dejaron el sistema de protección por alcanzar los 18 años.
Si hablamos de los niños y niñas migrantes no acompañados, las cifras también han aumentado, ascendiendo a 5.868. De ese total, un 95% de ellos están bajo una medida de acogimiento residencial. Suponen el 33% del total de los niños y niñas en acogimiento residencial (con un total de 5.557) y tan solo el 2% de los acogimientos familiares (311).
Un año más, el boletín emitido por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 no aporta ninguna información sobre aquellos grupos de hermanos y hermanas que crecen en acogimiento y sobre cuántos de ellos lo hacen por separado.
Desde Aldeas Infantiles SOS, vuelven a recordar que, en los casos en los que se produzca la pérdida de cuidado parental, debe prevalecer la no separación de hermanos, porque es un principio recogido en la Ley de Protección Jurídica del Menor, la Convención sobre los Derechos del Niño y las Directrices sobre las Modalidades Alternativas del Cuidado de los Niños.
Estas últimas hacen hincapié en que la falta de capacidad o de opciones adecuadas para la ubicación de hermanos en el sistema de protección no justifica su separación y advierten de que esta solo puede considerarse cuando existan razones convincentes que demuestren que mantenerlos juntos va en contra de su interés superior.
La organización también recuerda que, en estos momentos, las relaciones fraternales “suponen un soporte esencial para superar el trauma de la separación, recuperar la confianza, la estabilidad emocional y favorecer el bienestar de niños y niñas”.
Ante el aumento de niños, niñas y adolescentes en el sistema de protección, Aldeas Infantiles SOS reclama más inversión en políticas de prevención para fortalecer a las familias vulnerables y “ayudar a evitar que las situaciones de riesgo se conviertan en casos de desamparo”, señala la organización.
Ante estos datos, Aldeas Infantiles SOS ha incrementado su labor en nuestro país con programas de fortalecimiento familiar que le han permitido tener 31 Centros de Día, nueve Programas de Familias y cinco Centros de Educación Infantil, entre otros. Gracias al increíble trabajo de la organización, solamente en 2023 se pudo apoyar a 24.836 niños, niñas y adolescentes, y a 2,973 familias.
Aldeas Infantiles SOS ofreció el año pasado un entorno familiar protector a 1.320 niños, niñas y adolescentes que crecían privados del cuidado parental en España y ha seguido acompañando a 1.388 jóvenes que han llegado a la mayoría de edad y han salido del sistema de protección para reintegrarse en la sociedad.