Maite Galdeano se ha convertido en la segunda expulsada de esta edición de 'Pesadilla en El Paraíso', en la que tuvo que enfrentarse a la decisión del público con su yerno, Kiko Jiménez, que esta semana vuelve a estar en la cuerda floja porque está nominado junto a José Antonio Avilés. Tras su marcha de la granja, la navarra ya está instalada en el chalet madrileño en el que vive con sus hijos, Cristian y Sofía Suescun, y ha reaparecido en sus redes sociales para contarles a sus fans cómo se encuentra.
"Vine muy cansada, con mucho frío y con muchísima hambre, así que estos días me he dedicado a estar en casa, disfrutando de la buena comida, del descanso, de la cama y del sofá, estoy muy contenta y muy feliz", ha revelado la exconcursante de 'Gran Hermano', que también se ha pronunciado sobre su expulsión: "Siento que me hayan sacado, pero la próxima vez votad de otra manera y así luego no os dará pena. Mucha pena, pero aquí estoy. En fin, ¡aquí estoy y ya feliz!".
Maite también les ha confesado a sus seguidores que echa de menos el pan que cocinaban en la granja y que su objetivo es replicar la receta en casa, aunque por el momento se ha lanzado a preparar un bizcocho con leche de coco y chocolate. "El pastel me ha quedado buenísimo, me estoy empachando", ha contado la navarra mostrando el postre que había preparado y del que ya solo quedaba un cachito.
Unas horas después, ha vuelto a compartir contenido en sus stories: una foto en la cama en la que asegura que no se cansa de estar en su casa.