Víctor Janeiro ha hablado en más de una ocasión dentro de la granja de 'Pesadilla en El Paraíso' de su relación con Beatriz Trapote, su mujer y madre de sus tres hijos, Víctor, Oliver y Brenda. El torero ha llegado a confesarle a Israel Arroyo que le gustaría volver a casarse con ella, esta vez por la Iglesia, y le felicitó públicamente por su aniversario de boda hace unas semanas, pero ahora ha sido la periodista la que ha hablado abiertamente de su matrimonio.
Lo ha hecho en sus historias de Instagram donde ha confesado que mucha gente le pregunta por el secreto de su relación con el hermano de Jesulín de Ubrique, con el que lleva nueve años casada y quince en total desde que comenzaron a salir. "Tan solo respetar y sentirse respetado", ha revelado la periodista, que explicaba qué quería decir con estas palabras: "Está claro que Víctor y yo somos el ying y el yang, el blanco y el negro, pero él no pretende que sea como él ni yo pretendo que él sea tan intenso como yo".
"Cada uno es como es, yo lo respeto: él tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, igual que yo, que tengo mis cosas que son maravillosas y luego también tengo muchos defectos, pero lo pones en una balanza y compensa, yo creo que ese es el secreto", ha explicado la empresaria, que añadía: "A mí Víctor me aporta mucho, yo creo que también le aporto mucho a él y los dos hemos aprendido y hemos crecido".
Beatriz Trapote también ha recordado que había muchos que, al principio de su relación, "no daban un duro" por ellos porque alegaban que tenían caracteres muy diferentes y que ella era "muy intensa". "Víctor tiene su carácter, es un tío maravilloso. Mi visión es que es un buen padre, un buen marido, un tío trabajador, honesto, una persona humilde, eso es lo que yo veo, no las tonterías esas de cómo tiene el cuerpecito o de si le encanta hablar", ha confesado la influencer, que no ha tenido problema en sincerarse acerca de las cualidades que más le gustan de su marido.
Por último, la madrileña ha revelado un dato de su relación con Víctor Janeiro y es que decidió prepararle una tortilla de patatas en una de sus primeras citas, pero que al darle la vuelta la tiró al suelo y su madre tuvo que hacerla de nuevo. "Pensaba que se había enamorado de una cocinillas, pero no fue así", ha admitido entre risas.