El paso de Pipi Estrada por 'Pesadilla en El Paraíso' ha sido corto pero intenso. Sus continuos enfrentamientos con Gloria Camila han marcado su concurso y han provocado el rechazo de la mayoría de sus compañeros. Después de convertirse en el primer concursante eliminado de la edición, el periodista llega a plató para hacer frente a todas sus polémicas y cuentas pendientes.
En primer lugar, Carlos Sobera le ha pedido que hiciera una valoración de su paso por el concurso: "Fui con muchísima ilusión, con ganas de vivir una historia nueva. El tiempo que he estado en la granja me ha servido para una cosa: allí no existe el precio de nada, allí existe el valor de todo", comenzaba. El presentador le preguntaba entonces por su manera de actuar en el concurso: "Los que me conocen saben que yo soy así. Yo no he ido a saco. No se puede ir a un concurso a poner la mano y salir de puntillas, eso es una estafa a la audiencia".
La indiferencia y la frialdad fueron las protagonistas en su despedida. Ninguno de sus compañeros le mostró su cariño cuando se dispuso a abandonar 'El Paraíso': "Es la primera vez en mi vida en los muchos años que tengo, jamás había sentido el vacío de un grupo de gente como me ha pasado aquí".
Además de hacer frente a todas sus polémicas, la llegada de Pipi al plató ha tenido sorpresa extra. El periodista se ha reencontrado con Alejandra Rubio después de muchos años sin verse en persona.
Su aventura en el programa terminó tras perder en el juego de 'La sierra' frente a Israel Arroyo. Ambos se sentaron sobre dos listones de madera. La prueba consistía en cortar con una sierra el tablón del rival. El primer que cayera al suelo sería el perdedor y, por tanto, el primer expulsado.