Un hombre aparece ahogado en mitad del lago en las ruinas de la escuela antigua. Se trata del mismísimo profesor Genaro Carreño. Una llamada anónima, asegura al hijo de la víctima que los responsables de la tragedia no son otros que los mellizos Erick y León Reyes, hijos de Juan Reyes y Norma Elizondo.
Asustados y sin saber qué hacer, los jóvenes huyen con miedo de ser encontrados e inculpados en el crimen. “Digan lo que digan tenemos que decir que somos inocentes, así nos incriminen con pruebas en la mano, no sabemos qué paso con ese profesor, harás lo que te digo, eres mi hermano y eres un Reyes”, le aconseja Erick a León.
La familia tiene muy claro lo que ha sucedido. El maestro era muy abusivo con los mellizos, los castigaba sin ningún tipo de razón y por eso ahora todo el mundo piensa que ellos son sus asesinos. La policía visita la casa de Juan y Norma y el Gavilán enfurece al sentir que el honor de su familia está siendo dañado.