Sheila se encontraba conociendo poco a poco a sus pretendientes. La primera noche de ‘Para toda la vida: The Bachelorette’ estaba permitiéndole pasar sus primeros momentos a solas con ellos. Pero, de pronto, descubría algo que no se esperaba.
Javier interrumpía su conversación con un grupo de solteros para pedirle una cita. Ella aceptaba: “Me gustan las iniciativas así que te lo agradezco”, decía mientras se marchaba con él de la mano.
Era precisamente mientras ambos comenzaban a desenvolverse cuando Teddy les interrumpía. Los solteros empezaban a hablar entre ellos y Sheila les miraba algo descolocada: “Tenemos una pequeña sorpresita”, le anunciaban. “Le conozco bien, por eso te digo que es un buen chico, porque de hecho nos conocemos desde hace un pelín de tiempo. Javi y yo somos amigos”.
Javier continuaba con el discurso: “Somos amigos desde hace muchos años ya. Decidí entrar aquí a conocerte y él también decidió dar el paso. Estamos en puntos muy parecidos de la vida los dos, ¿lo ves mal?”.
Sheila no encajaba del todo bien la información: “Estaré un poquito más alerta”, les avisaba. “No acabo de entender que os juguéis una amistad tan importante como la que tenéis por conocer a una chica”.
Ellos negaban que eso fuera a pasar. Son “como hermanos” y ambos le hacían saber a nuestra bachelorette que estarían dispuestos a respetar cualquier decisión que ella tomara: “Él va a querer mi felicidad”.