Tras regresar de forma precipitada de 'Supervivientes 2019' por un problema de salud, Violeta Mangriñán ha abierto su corazón para la revista 'Lecturas' y ha compartido lo que recuerda más traumático en su infancia y que "tanta mella" le ha hecho después.
La exconcursante ha relatado los momentos más difíciles que vivió de niña y de forma muy personal ha admitido que el divorcio de sus padres para ella supuso un antes y un después en su vida: "Fue muy traumático. Yo me fui con mi padre y mi hermana con mi madre", por lo que dictó el régimen de custodia compartida.
A partir de ese momento, Violeta ha admitido que tuvo que hacerse a sí misma porque su progenitor estaba ausente: "me tuve que sacar las castañas del fuego" y por eso reconoce que este trance la ha hecho más fuerte e independiente para todo lo que le ha ido viniendo. La situación real que vivía en su casa Violeta era la de un hogar en el que su padre hacía su vida con su pareja y Violeta quedaba al margen.
"Se iba de viaje y se olvidaba de mí", ha admitido la exconcursante, además de que en el poco tiempo de convivencia que tenían ha confesado que en casa ha crecido "con violencia y gritos". Esa mala relación la llevó a algún episodio extremo y finalmente Violeta decidió abandonar su casa "demandando a mi padre". Un testimonio que la extronista de 'MyHyV' ya adelantó para todos en su canal 'Ultravioleta' en mtmad:
Sin embargo, Violeta ha dicho que no quiere "crecer con odio" y ha hecho esfuerzos para recuperar la relación con él y darle una nueva oportunidad. En la actualidad cuenta que "todo está bien" y que decidió perdonarlo para sentirse en paz consigo misma tras un consejo de su abuela.
Violeta ha venido completamente renovada de su experiencia en Honduras y ha optado por seguir la línea de sinceridad que siempre ha marcado su temperamento y lo que quiere ahora es reencontrarse pronto con Fabio y que este sea el ganador mientras ella poco a poco se recupera de su problema en la vesícula.