Verdeliss comparte el doloroso momento en el que rompió aguas: "Son imágenes duras pero reales"
telecinco.es
16/03/201914:43 h."Así comenzó el nacimiento prematuro de nuestra hija, con la rotura de bolsa en la semana 30 de embarazo e ingreso hospitalario de urgencia", ha contado la propia Verdeliss en su Instagram. Junto a cuatro fotos que resumen esos complicados momentos, la influencer ha advertido "de que las imágenes muestran toda la crudeza del proceso, imágenes duras y dolorosas, pero REALES". Para su familia (sus hijos y Aritz incluidos) "fue angustioso de asimilar, pero los partos prematuros existen".
En el vídeo se escucha a sus hijos llorando de fondo: “Me ven y lo pasan mal”. Por entonces faltaban dos meses para salir de cuentas. Sin embargo, todo se adelantó al romper aguas. “He perdido un montón de agua, yo quiero que aguante”, suplica Verdeliss entre lágrimas mirando a cámara. Se la ve tumbada en la cama, intentando moverse lo menos posible para intentar mantenerla dentro el máximo tiempo posible. "No estoy preparada para verla tan pequeña y no quiero que esté en una incubadora. Ahora yo no me importo, me importa ella".
Su intención al compartir su último vídeo de Youtube ha sido, según ella misma cuenta, demostrar que "visibilizar ayuda a empatizar y no restar importancia ni a estos bebés y sus desafíos, ni a las familias y la forma en que transitan sus emociones". Además, para completar el fatídico suceso que, como hemos podido comprobar, terminó bien, se quedaron encerrados en el ascensor con el conductor de la ambulancia. El momento también lo inmortalizó la propia Verdeliss. "Un susto grande" en unos minutos de máxima tensión, lo define la it mum.
Miren ya está en casa tras 41 días en el hospital
Para celebrar la salida del hospital de su bebé recién nacida, Verdeliss escribió un precioso texto acompañado de una imagen que quiso compartir con su millón de seguidores a través de Instagram. "Y llegó la despedida, 41 días después. Esta foto la hice el primer día que bajé a la UCIN, recién parida. Miren estaba en la incubadora, un cuerpecito de poco más de kilo y medio, oculta por la máscara CPAP, vía central, nutrición parenteral y rodeada de cables y máquinas que no dejaban de pitar", comienza su emotiva carta a su hija Miren.
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