Sonsoles Ónega, ante el 8M: “Nadie puede entregar carnés de feminismo entre nosotras”
Sonsoles es una mujer ocupada pero a la vez generosa. Cuando contacto con ella para entrevistarla, como una figura relevante de la información y así explicar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora desde el punto de vista de una currante como ella, no duda en aceptar. Sin condiciones, como sólo lo hacen las grandes: dando las gracias por pensar en ella.
Son las once de la mañana y yo intento sentarme en el pasillo de Telecinco esperando a la cita que concerté vía WhatsApp el día antes con Sonsoles. De repente, una sonrisa aparece por la puerta de maquillaje: ¡Miguel, ya estoy lista para ti! Por unos segundos dudamos hacia dónde irnos para estar más cómodos, pero ella sigue demostrando generosidad y plantea la idea de subirnos a su camerino. "Yo todavía no he visto ninguno por dentro", le comento entre ilusionado y nervioso. "¿Qué no? Pues hoy lo vas a conocer", me confirma su decisión a modo de regalo sin ni siquiera ella saberlo...
¿Qué estabas haciendo el año pasado el 8M?
Hice la huelga y después participé en la manifestación. Entonces estaba haciendo información parlamentaria todavía para informativos Telecinco y de la escalinata de los leones partimos todas las compañeras hacia la manifestación. Fue una fecha que creo que no olvidaremos y ahí estará la hemeroteca para recordarnos que ahí estaba Madrid y otras ciudades llenas de mujeres que decidieron parar aquel día y luego salir para dar esa imagen de mujeres unidas luchando por lo suyo.
Después de años dedicándote al periodismo de calle y a la información parlamentaria, ¿cómo te has sentido tratada por la sociedad como mujer periodista?
Nunca. He tenido la suerte de trabajar en entornos en la que esa desigualdad no se ha percibido nunca. Aquí en Telecinco he tenido jefa y en el Congreso de los Diputados todas las corresponsales parlamentarias éramos y siguen siendo mujeres. Eso nos daba una red muy útil para poder hacerlo todo. Donde yo sí me di cuenta de que existen desigualdades entre hombres y mujeres fue cuando fui madre. Compaginar la maternidad con una carrera profesional sigue siendo la gran asignatura pendiente de las mujeres y de esta sociedad (con hombres y mujeres).
Las mujeres que queremos tener una carrera profesional muchas veces llegamos a la meta cansadas, atiborradas de ansiolíticos y con una sensación terrible de que no llegamos a todo. Esta percepción yo no la encuentro en los hombres.
Has trabajado sin parón todo este verano 2018 debido al programa ‘Ya es mediodía’ y si te preguntara cómo te has organizado en casa te estaría asignando la responsabilidad a ti por ser mujer como bien dices…
Ya, ya… Bueno, es que es así, desgraciadamente. Lo que sí necesitamos las mujeres y lo dicen todas las más talentosas, las mujeres que han tenido carrera en entornos más complicados que las mujeres que hemos nacido en democracia, es una buena pareja. Un marido que te acompañe, te entienda y con el que hagas equipo. Es fundamental. Porque igualmente un hombre no podría hacerlo solo. Creo firmemente en las alianzas entre hombres y mujeres. Primero, porque los que mandan son hombres y son los que tienen que dar la oportunidad al talento femenino. Y segundo porque en los hogares, a mi juicio, empiezan las primeras desigualdades. Y eso nadie lo ve y eso no se puede legislar. Eso es responsabilidad de cada uno y cada una de hacer un entorno de igualdad en casa que permita que los dos sean capaces de hacerlo todo.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina… ¿Crees que podremos ver en un futuro no muy lejano alguna candidata a la presidencia?
Creo que nos vamos acercando a ese momento, pero efectivamente si algo me entristeció enormemente en las elecciones del 20D de 2015 es que había nacido una nueva política con partidos nuevos y no había una sola cara de mujer. El cartel electoral que brotó de la desafección política seguía siendo masculino. Eso no se ha corregido en estos cuatro años. Creo que para el 28 de abril no hay tiempo de que se corrija, pero tengo la esperanza de que algún día una mujer esté en un cartel encabezando una candidatura a la presidencia del Gobierno. Estoy segura que como periodista contaré algún día la investidura de una mujer presidenta del Gobierno.
¿Y qué pueden hacer diferente las mujeres en el escalón más alto de la política?
Pues no lo sabemos, pero es excitante la primera vez de cualquier cosa. Creo que la mujer se ha ganado por derecho propio poder optar a ese puesto o a esa carrera política y una vez que estemos ahí, juzgamos. Hemos tenido presidentas autonómicas, hemos tenido presidentas de instituciones, pero ellas han demostrado que cuando están en puestos de responsabilidad intentan cambiar las dinámicas que saben que nos perjudican.
Ana Pastor lo intentó hasta el final en el Congreso de los Diputados y sólo consiguió adelantar el pleno una hora, de cuatro a tres. Fue muy poco, pero ella confiesa en público que las mayores resistencias las encontró en los hombres diputados. Es decir, esas resistencias están ahí y es una cosa que tenemos que cambiar entre todos.
¿Te atreverías a decir qué partido político puede ser el primero en apostar por una mujer?
¿Sabes lo que pasa? Que en los partidos políticos al final, ahora con estas vainas de las primarias, es algo que depende de sus bases. El PSOE fue el primero que lo intentó en la carrera entre Susana Díaz y Pedro Sánchez y no lo consiguió. Después vino el Partido Popular con Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría y tampoco salió. Tendrá que ser a la tercera y hay mujeres muy valiosas en todos los partidos que podrían optar a ese puesto. ¿Podría fraguarse antes el cambio en Podemos con Irene Montero peleando por el liderazgo? Podría ser, pero no descarto que se pudiera producir también en Ciudadanos. ¿Por qué no? Es decir, mujeres hay, otra cosa es por qué no llegan.
Tu padre, Fernando Ónega, es uno de los periodistas políticos más respetados del país pero ¿le hizo ilusión que su hija siguiera sus pasos?
Es un caso reincidente porque mi hermana también es periodista por lo que si fue un disgusto lo fue doble. Pero yo creo que son inercias contra las que no pudo luchar. Ahora las dos nos ganamos la vida en este oficio que es lo que un padre quiere independientemente a lo que se dedique, y supongo que está satisfecho de que vivamos de lo que nos gusta.
¿Alguna vez has notado en la profesión la etiqueta de ser ‘hija de’?
Es inevitable. Negar que ese peso yo lo he sentido sería negar la realidad. Ahora ya después de unos años trabajando y demostrando que nadie te escribe las crónicas y que nadie te susurra los directos vas demostrando que el apellido es un honor llevarlo, yo lo reivindico permanentemente pero hasta ahí.
¿Cómo de importante crees que es que una mujer lidere un programa de actualidad como ‘Ya es mediodía’?
Yo creo que las mujeres tenemos que liderar un montón de parcelas. En Telecinco la mañana está ocupada por caras femeninas que combinan con voces masculinas, pero está bien y a mí me gusta que la mujer aporte su mirada en todas las facetas públicas que permitan ser altavoz. Desde luego un hombre lo podría hacer pero si nos dan la oportunidad hay que aprovecharla para aportar tu mirada, tu sensibilidad y, sobre todo, la manera de ver el mundo y cómo está organizado. En eso sí que somos distintos, lo vemos distinto. No me preguntes porqué, no es una cuestión ideológica, es así. Las mujeres percibimos que peleamos en un mundo que ha sido diseñado por los hombres y eso nos perjudica desde la concepción de los horarios, las rutinas escolares, algunas exigencias en la crianza que se depositan sobre nosotras sin que nos hayan perdido permiso ni nos lo hayan agradecido y todo eso nos hace portadoras de una visión distinta, así que está muy bien.
Públicamente has estado muy activa con el renacer del feminismo, ¿crees que se han conseguido cosas desde el 8M?
Bueno y desde antes. Mi gran shock de realidad vino cuando fui madre y entonces empecé a estudiar qué nos había pasado a las mujeres para que tuviéramos esa sensación de timo, de que nuestras abuelas vivían mejor. Por eso escribí un libro ‘Nosotras que lo quisimos todo’ y descubrí que todas nos sentimos igual. Este renacer del feminismo ha conseguido que no nos sintamos tan solas, que hayamos diagnosticado el mal que nos aquejaba a nosotras de manera individual compartiéndolo y nos ha dado una visibilidad a la mujer que ya no tiene marcha atrás. Todo eso nos ha puesto en funcionamiento y ya es imparable.
Feminismo según la RAE es la doctrina que defiende la igualdad de derechos entre hombres y mujeres ¿Crees que Isabel Rábago se equivocó al decir públicamente que no es feminista?
Yo defiendo que cada una sienta como le dé la gana. Estoy segura que Isabel Rágabo, porque la conozco, es feminista en el sentido más ortodoxo de la palabra y de acuerdo con la definición que tú mismo has mencionado. Isabel Rágabo es una mujer que cree en el liderazgo de la mujer, es una mujer que se preocupa por seguir avanzando, por estudiar, trabajar y es una luchadora porque me consta. Ahora, que ella exprese cómo se siente es algo suyo. Yo no me considero capaz de juzgar a nadie, pero ni con la que esté de acuerdo o con la que no lo esté, porque esto no pasa en el mundo masculino. ¿Podemos, por favor, no juzgarnos de una forma tan cruel?
¿Y entiendes que algunas compañeras la criticaran?
Yo respeto absolutamente todo, pero yo jamás voy a criticar a una mujer por cómo se sienta o cómo se defina. Jamás lo haré. Pero ya lo dije en mi programa que me encendió muchísimo cuando a la vicepresidenta del Gobierno se la lapidó desde el sector femenino por renunciar a su baja de maternidad en el año 2011. Me pareció tan injusto. Esto no ocurre entre los hombres. Los derechos son derechos, no son obligaciones. Eso es lo que no me gusta del debate feminista. Nadie puede entregar carnet de feminismo entre nosotras. No debemos. Todas estamos en la misma lucha, pero cada una la sentirá de una manera.
Siendo un personaje público, ¿te has planteado si tienes una mayor responsabilidad a la hora de hacer huelga este año?
Creo que soy más útil contando lo que pasa que parando a un equipo. Nunca antes en mi carrera profesional había tenido la responsabilidad y voy a cumplir con ella. Aquí seguiremos, mientras la audiencia quiera, para que no sólo hoy se escuchen en 'Ya es mediodía' las reivindicaciones de este 8 de marzo.