Sindi de 'Gran Hermano' sobre su relación con Sergio: "Nuestras familias no se hablaban"
Su espontaneidad, su sencillez y, sobre todo, su complicidad con el bailaor Pepe Flores la convirtieron en una de los concursantes que que más juego dieron en ‘Gran Hermano' 12+1, la edición que se emitió Telecinco a principios de 2012. De hecho, Sindia Arcos se reencontró en la casa de Guadalix con su novio, Sergio Muro, quien terminó cortando la relación delante de todos los concursantes y de la audiencia. Terminado el reality, la campesina quiso recuperar su vida de antes, hasta el punto que consiguió recuperar a Sergio, con quien tuvo un niño en febrero de 2016. Ahora Sindi desvela a ‘Outdoor' cómo lo logró.
No se sabe nada de ti desde que diste a luz a Sergio Jr. ¿Cómo está el pequeño?
Pues muy bien, porque ya tiene año y medio, pero el parto fue por cesárea y complicado. Le estuve dando la lactancia y lo pasé un poco mal: no me podía mover. Ahora ya lo estoy viviendo todo muy bien.
¿Ya anda el niño?
Sí, desde los diez meses. ¡No para! (risas). También empieza a decir sus palabritas… El “Mamá” no se lo quita de la boca (risas).
¿Y qué es de ti? ¿Cómo es tu vida desde que saliste de ‘Gran Hermano’?
Cuando terminó el concurso, para mí fue todo un shock. De ser totalmente anónima a que te conozca todo el mundo y te paren por la calle… Yo lo llevé un poco mal. Fue muy agobiante. Luego ya te quedas con el cariño de la gente, pero hay que valer para eso, estar en la calle y que todo el mundo te pare. Además, mi paso por ‘Gran Hermano’ no fue un paso normal, porque la que armé…
¿Qué te decían?
Todo el mundo opinaba. Si ahora me ocurriera, que ya tengo experiencia, me resbalaría, pero al principio de salir, fue un poco duro.
¿Necesitaste terapia?
No. Eso no.
Muchos grandes hermanos aprovechan el tirón para hacer bolos. ¿Y en tu caso?
Yo hice bolos, pero poquitos. Al poco tiempo de salir de la casa, volví a trabajar al campo otra vez, haciendo lo mismo. No quise ir más a la tele, porque era muy agobiante todo. Yo quería volver a mi vida de antes.
¿Te costó retomarla?
Sí… Es que esto nunca lo he contado… Es que él –habla de Sergio, su novio– tenía pareja y todo. Ya después la dejó, coincidimos en un par de sitios y empezamos a hablar.
¿Cuándo surgió esto?
Un año desde que terminó ‘Gran Hermano’.
¿Os pusisteis condiciones? ¿Fue fácil?
Al principio, no fue fácil, porque nuestras familias no se hablaban después de lo que pasó en la casa. Luego la gente se metía y preguntaba, porque lo nuestro fue tela. Pero poquito a poco… Y aquí estamos.
¿Quién dio el primer paso? ¿Sergio o tú?
Fue un poco los dos… Bueno, más yo que él.
Entonces, te lo tuviste que currar, ¿no?
Sí, sí.
Afortunadamente, el cuento terminó bien, aunque no estéis casados. ¿Tenéis planes de boda?
No. Yo estoy muy a gusto así. Antes decía que qué bonito era casarse, pero ahora no tengo esa ilusión. Como vivo con él y tengo a mi niño… Casarme ahora mismo no lo veo.
¿Pensáis aumentar la familia en el futuro?
El niño está hecho un revoltillo… Uff… Quizá le demos un hermanito a Sergio más adelante.
Está costando el primer hijo, ¿no?
Uff, no veas (risas).
¿Te has reincorporado al trabajo? ¿Cómo compaginas el cuidado del niño con la vida en el campo, que es tan dura?
Después de la baja maternal, volví a trabajar. La vida en el campo es dura, sí, pero, ¿qué se le va a hacer? Podía haber elegido otros caminos, pero yo quiero mi vida.
¿Nunca pensaste en tomar otro camino?
No. Ahora sí que pienso que podría hacer otra cosa y tener un trabajo más estable, porque el campo no tiene horarios fijos… Imagínate las naranjas… Pero no he pensado en dedicarme en otra cosa.
Trabajas recogiendo fruta. ¿Notaste la crisis en el campo?
La crisis fuerte llegó cuando me quedé embarazada. pero sí que es verdad que la crisis afectó a la naranja y al melocotón… Sí que se nota a la hora de trabajar. Antes me levanta a las siete de la mañana y volvía a las cuatro… Pero yo estoy eventual y ahora trabajo sólo unos días por el niño.
¿Dónde vives ahora? ¿En Sevilla ciudad?
En San José de la Rinconada, en el pueblo y en la misma casa en la que vivía antes de entrar en ‘Gran Hermano’. Reformamos la casa y allí vivimos Sergio, el niño y yo.
Tu pareja trabaja en el aeropuerto de Sevilla. ¿Aprovechais para viajar?
¡Qué va! No nos dan ningún billete. Ahí sólo va a pintar (risas). Es pintor aeronáutico.
¿Mantienes el contacto con alguno de tus compañeros de ‘Gran Hermano’?
Tenemos un grupo de WhatsApp y nos escribimos: con Matías, con Hugo… Pero sólo mensajes, porque no nos llamamos íntimamente. No tengo contacto más con nadie, porque yo vivo aquí, en Sevilla.
¿Qué tal es el trato actual con Pepe Flores?
No hay relación.
Será lo mejor para tu pareja, ¿no?
No. Eso no tiene nada que ver. Cada uno fuimos por nuestro lado y no tiene que ver nada mi pareja.
¿Conseguiste hacer dinero en ‘Gran Hermano’ para invertir?
No se gana tanto dinero como para triunfar en la vida, a no ser que sigas haciendo platós.
¿Volverías a entrar en la casa?
¿Ahora mismo? ¿Con mi hijo? No sé yo… Creo que no.
¿No te han llamado para otros programas?
Sí que me han propuesto para otras cosas. Me han llamado representantes para ver si estaba interesada en ‘Supervivientes’, pero no llegó a ningún fin. Me hubiera gustado participar, porque me gusta mucho el programa.
¿Apostabas por José Luis como ganador de ‘Supervivientes’?
Me gustaba Kiko, el novio de Gloria Camila.
A lo mejor tienes que ir a Honduras, para que te proponga matrimonio Sergio.
¿Te imaginas? (risas). Sería muy fuerte (risas).
Por lo que cuentas, estás tranquila y encantada con tu vida de antes.
Sí, mucho. Con todo lo que lié… Yo quise retomar mi vida de antes.
Ahora están empezando a anunciarse ‘Gran Hermano Revolution’.
Veo los anuncios y me empiezan a entrar cosquillas. Me acuerdo de cuando fui al casting…
¿Cambiarías algo de tu paso por Guadalix?
Lo mal que lo pasé con mi pareja. Con lo mal que él lo pasó.
¿Qué planes tienes para este verano?
Quiero irme una semana a Torremolinos.