Ni Rocío Flores ni Manuel Bedmar han querido confirmar o desmentir los rumores sobre su ruptura. Desde que la revista 'Semana' anunciase el fin de la relación entre la hija de Rocío Carrasco y su pareja, los protagonistas de esta historia han continuado haciendo vida normal y ajenos a cualquier tipo de polémica. Un silencio que Rocío acaba de romper con un enigmático mensaje y reflexión que podría estar dando pistas sobre su situación sentimental actual.
La colaboradora de 'El programa de Ana Rosa' ha aprovechado su última publicación en Instagram para lanzar un mensaje que deja en el aire muchas dudas. "Valora a la gente que suma en un mundo que resta", escribe junto a una serie de fotografías en las que se atisba ligeramente su nuevo escote tras su operación de aumento de pecho.
Aunque Rocío no dirige hacia nadie en concreto estas profundas palabras, de ser ciertas las informaciones publicadas por la mencionada cabecera, este mensaje podría cobrar un sentido completamente distinto.
Manuel Bedmar ha sido uno de los grandes apoyos de Rocío Flores desde que comenzasen su relación hace ya seis años. El malagueño, con quien la exconcursante de 'Supervivientes' se mudó hace un tiempo a un lujoso piso con vistas al mar, ha sido el gran refugio de Rocío en sus peores momentos; especialmente durante la última etapa de su vida, quizás la más convulsa y complicada.
Todo apunta a que ahora a ellos, como bien decía la abuela de Rocío en una de sus canciones, se les 'rompió el amor de tanto usarlo', sin embargo, ambos continúan jugando al despiste. Por separado y sin pronunciarse al respecto, Rocío y Manuel han seguido con sus respectivas vidas.
Él ha reaparecido con un llamativo y radical cambio de look - práctica que es bastante habitual en algunas personas cuando se termina una relación -; ella, posando sin nada de ropa, algo que realiza con frecuencia. Acompañando su sensual posado en la ducha, Rocío presume de su "momento favorito del día". Unos minutos de relax y de autocuidado para ella misma que ayudan a la joven a evadirse del mundo en plena tormenta mediática.