La séptima de edición de ‘Gran Hermano’ reunió a varios de los concursantes más icónicos de la historia del concurso. Por ejemplo, la hiperproducida Inma Contreras –“Me gusta el oro. Disfruto”–; Bea Gómez –la marquesa–; Sarita de Lucas; y Pepe Herrero, que fue quien terminó llevándose el maletín. Por supuesto, tampoco pasó desapercibida la malagueña cuando se puso a tocar el violín antes de entrar en la casa de Guadalix aquel 20 de octubre de 2005 y vivir así un amor platónico con Pepe. Tanto es así que a ambos les llamaron para participar en el ‘El Reencuentro’ en 2010. Pero, ¿qué ha pasado con Raquel en estos últimos ocho años? ¿Sabías que arrancó una carrera como periodista y que tiene un primo ‘famoso’? Nos lo cuenta todo en ‘Outdoor’.
Desde que ganaste ‘GH: El reencuentro’ en 2010, no se sabe nada de ti. ¿A qué te dedicas?
No sé si recuerdas que me pilló estudiando cuando me llamaron para ‘El reencuentro’ y en mi dinámica de rata de biblioteca. Ni en mis mejores sueños pensaba que volvería a entrar. Aquello me volvió a venir muy bien. ‘Gran Hermano’ me ha dado la vida, porque yo soy muy de encerrarme a leer, a leer, a leer y a que mi vida social sea absolutamente cero.
‘GH’ te obliga a relacionarme con otra gente dentro y fuera, porque la gente se acerca a entablar conversación. Por eso, a mí me ha servido mucho más allá de lo que la gente puede pensar. La fama por la fama no conduce a nada. No se te abren puertas ni te da trabajo en la tele o en la comunicación.
Terminarías la carrera de Periodismo, porque sí que has trabajado como reportera y has hecho entrevistas para medios.
Pues fíjate: me hice un Sara Carbonero y no acabé la carrera –risas–. Me dieron la oportunidad de colaborar con medios y así estuve a tiempo completo. Yo me decía que ya acabaría la carrera, pero como metí de lleno… Claro que ahora viene la segunda parte, que es más desagradable. Después de estar como siete años trabajando como redactora, fotógrafa, crítica de cultura y editora… He hecho de todo, pero las condiciones económicas dejan bastante que desear y me desencanté de este mundillo. Hace menos de un año que lo dejé.
¿Tiraste la toalla?
Sí. Lo tengo que reconocer. Vi que no había posibilidad de avanzar, aunque hice todo lo posible que mi trabajo hablara por mí. Te ofrecen prácticas no remuneradas y trabajar un poco por amor al arte… Me he encontrado con muchas gente en esta situación.
¿A qué te dedicas ahora?
Actualmente, a nada.
¿Y cómo te mantienes?
Vivo con mi familia, en la casa familiar. Estoy en pleno proceso de reconversión, para ver hacia dónde tiro. Justamente, me encuentro en ese punto.
¿No tienes ningún negocio?
Lamentablemente, no.
¿Llegaste hacer dinero en televisión?
Sí. Tengo que decir que, si no fuera por ‘GH’, estaría arruinada, porque el periodismo era por amor al arte. Le debo tanto a ‘GH’…
¿Te queda dinero del que ganaste con el programa?
Sí. La cosa es saber invertir y no derrochar. Como no soy fiestera ni he hecho muchas locuras, pues sí. No me he podido independizar, que uno es mis sueños, pero sí. Quiero mirar ahora a dónde me dirijo.
Pero, ¿sabes a qué quieres dedicarte?
La verdad es que ahora no. Es como cuando no se lleva un desengaño en el amor y piensa: “¿Ahora para dónde tiro?”. Este camino no me lleva a ningún lado.
¿Y retomar la música? Porque tú eras violinista cuando te presentaste a ‘GH’.
No, no. Fue un fallo en el vídeo de presentación. Yo me inscribí al Ateneo porque quería estudiar música como tal y escogí el violín. Cuando entré en ‘GH’, acababa de empezar segundo y apenas sabía tocar un violín. Me grabaron porque a los redactores les hizo gracia. Lo agradezco, en cierta forma, porque eso ayudó a que yo entrara. Eso llamó la atención. Pero fue una chorrada. Además, yo ya les decía a los redactores que el violín estaba desafinado, pero ellos querían que lo tocara y me dijeron que pondrían música encima. No lo hicieron y fui el hazmerreír, pero, por lo menos, tiene esa contrapartida. Por un lado, la gente me identifica con eso, aunque no tenga nada que ver, porque ni he vuelto a tocarlo ni me interesa. Pero, también eso me ayudó a entrar, porque era una cosa curiosa.
¿En el tema sentimental te ha ido mejor?
No –risas–. En ese sentido, me ha sido bastante esquivo.
¿Por ti o por las situaciones que has vivido?
Yo no sé si atribuirlo a la mala suerte o a que estoy muy acostumbrada a estar sola y sea muy exigente. Pero, si estoy con alguien, es para que me aporte algo más, que esté más pendiente de mí o que cubra un hueco.
¿Hace cuánto que no estás con nadie?
Desde el 2011 o 2012 –risas–.
Para estar con alguien por estar, mejor estar sola. Eso está claro. ¿Qué pasó para que se terminara tu última relación?
Él era francés y vivía allí, mientras que yo estaba aquí, aunque la distancia geográfica no era lo que más nos separaba. ¿Sabes por qué llevo tanto tiempo sin pareja? Me dejó traumatizada un asunto y es que me di cuenta que no basta con querer a alguien, con gustarse, hay que tener un plan en común, un camino que recorrer. Y cuando me di cuenta de eso, fue tan descorazonador… Cuando me vi con esta realidad, fue tan doloroso…
Siempre has tenido a Pepe, el ganador de tu edición de ‘GH’, la referencia de hombre perfecto…
Sí, lo sé. Además, se puede pensar que, como no he podido estar con él, he buscado a alguien como él. Pero no es así exactamente. A Pepe le admiraba mucho y yo también busco a alguien a quien admirar, pero que sea también sencilla, humilde, que viva y deje vivir. Busco una serie de cosas que no he encontrado. Además, al chico con el que estuve, le quería tanto y él también a mí… Me costó encontrar a alguien que tuviera un sentimiento recíproco, pero darme cuenta de que eso no era suficiente… Parece de niña de 16 años...
¿Crees que ser un personaje popular ha jugado en tu contra?
Hay amigos que me lo dicen, pero yo no estoy de acuerdo. Piensa que yo tengo un carácter que a lo mejor no es fácil de entender. La mayor parte de mi vida he estado sola y entrar en mi mundo es complicado y tienes que estar dispuesto. Luego soy más común y más normal de lo que pueda parecer. No soy una intensa.
Te lo preguntaba porque tu último novio era de Francia.
Sí, sí. Es verdad que cuando sales de ‘GH’, te ven como un personaje y no como una persona. Lo único que puedo constatar es que no tengo suerte en este terreno, pero lo atribuyo más a mi carácter. Por ejemplo, nunca salgo. La gente se conoce en una discoteca y yo ni las piso. Sabes que nos pagan por ir a discotecas, pero yo pago por no ir –risas–.
¿Sigues viviendo en Málaga? ¿La gente re reconoce?
Sí. Percibo mucho cariño y mucho respeto, que es más importante y lo valoro más. Sabes que hay un prejuicio con los concursantes de ‘GH’ que no sucede con los participantes de otro programa. Lo tenemos ahí como una losa.
En la primera edición, eras como muy inocente. ¿Has perdido esa inocencia con el paso de los años?
Muy buena pregunta. Creo que no, porque sigo confiando en el ser humano –risas–. La vida me ha dado muchos palos en lo profesional y en lo sentimental, es lo que ya te he contado, pero mantengo esa esperanza. Incluso, en un momento malo como en el que me encuentro ahora, siempre encuentro algo a lo que agarrarme.
¿Te consideras inocente?
Mmm… No sabría qué decirte. No sé si doy una imagen de confiada… Te diría que por partes –risas–. Por ejemplo, en el plano sentimental, que tengo menos experiencia acumulada, sí.
¿Cómo ha vivido tu familia tus dos pasos por ‘Gran Hermano’? ¿Estaba a favor de que participaras en ‘El Reencuentro’ o sufrió después de la primera vez?
La verdad es que siempre he podido hacer lo que me venga en gana y mi familia sí me lo ha permitido. A pesar de todo, tengo que confesarte que la primera vez que me presenté a ‘GH’ dije a mi familia que estaba haciendo una entrevista para una boutique de Madrid. Luego, la mayor parte de mi familia se encontraron conmigo en televisión sin saber nada. Fue una aventura que quería vivir, aunque era consciente de que la tele era un mundo inabarcable. También te digo que pensaba que iba a pasar más desapercibida por mi carácter, que luego es lo que me ha hecho destacar. La gente que me conoce luego no entiende cómo me he podido presentar a ‘GH’. Pero, así soy yo, difícil de catalogar.
No hay que ser previsible.
La gente que lo es, al final, se embarca en una vida muy gris, ¿no?
Como leer tanto y luego pasar por el cirujano.
Pues sí. En eso era muy inocente.
¿Te arrepientes?
No. Pensaba que la imagen no iba a ser tan importante, pero luego se metieron mucho conmigo por eso. Creo que a ningún concursante se le ha machacado tanto por el físico como a mí.
¿Por eso recurriste a la cirugía estética?
Sí que influyó. No me operé para gustar, pero sí pensaba: “Si mi físico está siendo una barrera para conocer gente…”.
¿Te sentiste acosada por tu físico?
Yo creo que me liberé un poco. En el concurso se metía Inma mucho, pero a mis espaldas. Luego ya fuera tenía esa fortaleza para enfrentarme a eso. Si me hubiera enterado de todo, me habría hundido bastante más.
¿Te has hecho algún otro retoque?
Me hice la nariz; las orejas, que las tenía un poco de soplillo; y me tuve que hacer una liposucción, porque engordé ocho kilos en la casa. Ocho kilazos. Sólo me he hecho esas tres, aunque no lo descarto. Soy consciente de que la imagen es súper importante, por desgracia. Yo no estaba dispuesta a que me señalaran por mi imagen.
No eres la única persona televisiva dentro de tu familia, porque tu primo ha aparecido en ‘First Dates’.
Sí. Lo más gracioso es que no fue a través de mí. Mi primo fue a un concierto a Jaen, porque es músico, y le cogieron para un casting de un programa tipo ‘Cámbiame’ para una televisión autonómica. Así entró a la base de datos de las productoras y ya sabes cómo funcionan estas cosas. Le llamaron de ‘Cámbiame’, de ‘First Dates’, le han propuesto en otro de moda…
¿También en ‘Cámbiame
Sí, el día de la Lotería de Navidad de 2016. Es el nuevo ídolo familiar –risas–. Somos muy diferentes, pero estamos súper compenetrados.
¿Te presentarías a un programa como ‘First Dates
Pues me llamaron para ‘Cámbiame’ hace tiempo, pero no se llegó a nada. Mi primo dice que me apunte a ‘First Dates’ pero, si me cuesta una cita ya de por sí, delante de las cámaras… Aunque no sé, no sé… No me vería con tanta soltura.
¿Qué relación tienes con otros grandes hermanos?
Con el que más tengo es con Pepe, aunque tampoco tengo demasiada. Con los demás, no. No soy muy sociable, pero, al vivir cada uno vivimos en una ciudad, he hecho que nos distanciemos. Eso no quita que, si nos reencontremos, nos alegrásemos. Aunque no nos conocemos todos, al ser de ‘GH’, tenemos un vínculo indestructible.
¿Incluso con Inma?
Se habla mucho de ella por los insultos, pero yo no me enteré de nada hasta que no salí. A mí la que me hizo la vida imposible fuer Sara de Lucas. Era lo peor. Además, la tuvimos que aguantar muchísimo tiempo.
¿Alguno te llegó a pedir perdón?
Inma sí me llegó a reconocer… Me dijo que ella me respetaba, pero que yo también tenía que cambiar algunas cosas, porque me creía perfecta. Si ella pensaba eso, es respetable.
¿Llegaste a conocer a Carlos Yoyas, quien ha tenido problemas ahora con Fayna?
No coincidí nunca con él y eso que he ido a varios encuentros con otros concursantes.
Sé que eres muy eurovisiva. ¿Qué te parece que Amaia Romero y Alfred García vayan a representarnos en el festival?
Me parece que tienen una química… En Eurovisión, además de una canción buena y un intérprete acorde, hace falta algo más. YA puede ser el mensaje o la puesta en escena. En su caso, es como ver una historia de amor desarrollándose.
¿Crees que podemos ganar con ellos?
Yo creo que, si no ganar, podemos hacer un buen papel, aunque faltan muchas canciones con conocer. Pero ya contamos con algo distinto, esa magia que vimos en ‘City Of Stars’. Algo así se podría reproducir en el escenario eurovisivo.