Tras un largo ingreso hospitalario, Bernardo ha fallecido hoy a los 69 años de edad. El padre de Anabel Pantoja deja tras de sí una vida desconocida para el gran público, por eso su figura siempre ha generado un gran interés. Desde la relación con sus tres hermanos, pasando por su matrimonio fallido, hasta su enlace secreto con Junco, con la que compartía su vida desde hacía más de dos décadas. Tras su muerte, hacemos un repaso por la vida del hermano mayor de Isabel Pantoja.
Aparte del tito Agustín, mano derecha de Isabel Pantoja, y de Juan Pantoja, la tonadillera tiene otro hermano: Bernardo. Este, el mayor de los hijos de la recientemente fallecida Ana María Martín Villegas y Juan Pantoja Cortés es quizás el menos conocido de todos.
Aunque la guerra entre Kiko e Isabel se ha convertido en uno de los temas del año, lo cierto es que las guerras familiares son algo frecuentes en el clan de los Pantoja. Bernardo, sin ir más lejos, ha tenido durante años una relación con altos y bajos con el resto de su familia. Esa podría ser la razón principal por la que no estuvo presente en el enlace de Anabel y Omar en La Graciosa, aunque en un primer momento ella misma asegurase que se debía a la orografía y a los problemas de movilidad de su progenitor.
Debido a la ausencia de su padre al enlace, la exconcursante de 'GH VIP' manifestó su deseo de que fuese su primo Kiko el encargado de ejercer como padrino y caminar junto a ella hacia el altar. Después de conocerse que el Dj y su esposa no acudirían tampoco al enlace tras el fallecimiento de doña Ana, la sevillana finalmente decidió que no hubiese padrinos en su enlace.
Bernardo es el más desconocido de los hermanos Pantoja. A pesar de su pertenencia a uno de los clanes más seguidos y fotografiados del panorama nacional, al hermano mayor de Isabel Pantoja no se le conoce profesión alguna. Es el único que no se ha dedicado al mundo de la farándula y del espectáculo, sin embargo, la procedencia de sus ingresos es un misterio.
Con la madre de Anabel se casó en 1986, mismo año en el que nació la sobrina de la cantante de 'Marinero de luces'. El hijo de Doña Ana tenía 33 años cuando se casó con Mercedes Bernal, una funcionaria sevillana que se ganó su corazón y que en los últimos años hemos conocido un poco más gracias a Anabel.
Ana Isabel nacía cinco meses después del enlace y se le llamó así en honor a su fallecida abuela paterna. Por desgracia, el matrimonio se separó a los seis años. Tras la ruptura la propia Isabel Pantoja mantuvo relación mucho más cordial con su excuñada y madre de Anabel que, en ocasiones, con su hermano.
Isabel Pantoja se llevó una larga temporada alejada de su hermano, aunque en 2006 acercó posturas con él. En aquel año, Bernardo recibió dos puñaladas en el estómago a la salida de un bar en el sevillano barrio de Triana por motivos que aún no han trascendido. Este asalto estuvo a punto de costarle la vida.
En el año 2000 Bernardo comenzó una relación sentimental con María de los Ángeles Gómez, más conocida en el mundo taurino como Ángela la torera. Esta mujer hizo historia en esta profesión de hombres y desgraciadamente fallecía tras una operación que aparentemente no tenía importancia. Además, aunque el noviazgo del padre de Anabel no llegó a buen puerto, la torera tenía una gran amistad con la tonadillera.
A pesar del incidente de Triana, Bernardo Pantoja sobrevivió y continuó haciendo vida normal. Sin embargo, su salud acabó resintiéndose por culpa de la diabetes. En 2017, el hijo mayor de Ana Martín entraba en quirófano, donde tuvieron que amputarle una pierna debido a esta enfermedad. Desde entonces, y a pesar de llevar prótesis, es frecuente verle caminando con ayuda de un bastón o muleta o en silla de ruedas.
En 2018 Bernardo se casó en secreto con Junco, una mujer japonesa que lleva a su lado cerca de dos décadas. Ni su hija ni los hermanos del novio supieron de este enlace hasta que no se hizo público por la prensa. Ahora, Bernardo deja tras de sí a una familia que llora su trágica muerte tras un largo ingreso hospitalario que ha tenido a Anabel Pantoja en un sinvivir y que ha terminado de la peor manera posible.