Poco hemos sabido de la víctima del ataque hídrico de Indhira Kalvani en 'Gran Hermano 11'. Carol Lavín, la agredida con partículas de hidruro de oxígeno, abandonó la vida pública al terminar tan recordada edición del concurso de convivencia. Gracias a las redes sociales la hemos encontrado y sabemos que es muy feliz con su anónima vida y que además ha rehecho su vida sentimental tras su tormentoso tonteo con Arturo Requejo.
Carol entró en la decimoprimera edición de 'Gran Hermano' en calidad de concursante reserva y pronto se convirtió en el eje de las tramas amorosas de la edición. Procedente de la localidad cántabra de Castro Urdiales se presentaba como una joven de 29 años simpática, inquieta, positiva, alegre y sencilla. En su vídeo de presentación explicaba que le encantaba salir con sus amigas de compras e ir de "tapeo" por el centro de San Sebastián. Le apasionaba el mundo de la moda y participar en 'Gran Hermano' se le antojaba como una oportunidad para crecer como persona.
Gracias a su rastro en redes sociales sabemos que la vida le ha ido estupendamente a Carol que este mismo año se casaba con un chico llamado Pedro Carlos. La pareja se dio el "sí quiero" en una emotiva ceremonia que tuvo lugar en un cortijo sevillano, lo que hace pensar que quizás su radiante esposo tenga raíces andaluzas.
Según la biografía de Carol en Instagram, continúa viviendo en Bilbao y si atendemos a su perfil profesional en Linkedin mantiene su puesto de trabajo como comercial en un concesionario de automóviles. Sea como fuere, lo que sigue perenne para ella es su escultural cuerpazo y su hermosa sonrisa: las fotos de su feed de Instagram dan buena cuenta de ello.
Como recuerdan los fans del formato, Carol fue una de los vértices del triángulo amoroso por antonomasia de la historia de 'Gran Hermano'. La entrada de la cántabra en el concurso hizo que Arturo Requejo se fijase en ella y abandonase la relación tóxica que entonces mantenía con Indhira.
El asunto se fue de madre cuando la malagueña intentó agredir a Carol con un vaso de agua, pero antes ya hubo momentos de tensión máxima como aquel confesionario del 22 de octubre de 2009 en el que Indhira espetó sin miramientos todo lo que pensaba de ella.