Se acaba un 2020 complicado para todos. Llegada esta época del año toca hacer balance y, este curso, no ha sido fácil para prácticamente nadie. La crisis del coronavirus ha hecho que nos despidamos de más gente de la que nos gustaría; ha cambiado nuestra forma de relacionarnos, de trabajar, de consumir, de ver el mundo… En medio de esta angustiosa situación, muchos han tenido que lidiar con otras enfermedades y hacer frente a la muerte desde la difícil posición de ser un personaje público.
Ha sido, por ejemplo, el caso de Paz Padilla, quien el pasado verano perdió a su "alma gemela" víctima de un tumor cerebral. La muerte de Antonio Juan Vidal a los 53 años de edad, se producía tan solo cinco meses después de la pérdida de su madre, Lola Díaz. Este año Paz ha llorado, y mucho. Pero lejos de hundirse y de dejarse llevar por la tristeza de la pérdida, la andaluza ha demostrado ser todo un ejemplo de superación. Os contamos cómo se enfrenta a la llegada de la Navidad tras la pérdida de dos de las personas más importantes en su vida...
Abrazar, afrontar la muerte y dejar ir
2020 ha sido probablemente el año más difícil de su vida y, sin embargo, ha sabido cómo no perder la ilusión. Refugiándose en el humor, Padilla ha logrado no recuperarse, porque uno nunca llega a recuperarse del todo de este tipo de cosas, pero sí a ver la vida de otra manera.
Sorprendentes las declaraciones que ha hecho a lo largo de estos últimos meses, recordando cómo le diagnosticaron el tumor a su marido, cómo lo ocultaron, cómo pasaron sus últimos días de vida juntos… "Le puse la cabeza en el pecho y poco a poco se fue yendo. Murió en mis brazos. Y le dije: Te deseamos buen viaje. Te quiero, cariño. Y yo ahí sabía que ahí ya no está él. Entonces saqué una botella de champagne. Estaba alegre porque viví el proceso en el que se estaba yendo y cuando se fue, entendí que había pasado a otra dimensión. Y esto es difícil de comprender", decía en una desgarradora entrevista tan solo dos meses después de su muerte.
"Yo no he dejado de sonreír, ha fallecido mi marido pero no se me han quitado las ganas de vivir, ni el humor. Hay que dejar paso a todas las emociones; lloro, al igual que río. Pero igual que viene, se va", añadía demostrando su gran talante.
Una de las mejores muestras de cariño que pudo darle a su marido fue al día siguiente de su fallecimiento, donde en lugar de llorar su muerte, se reunió en la playa con su hija y algunos amigos y familiares cercanos para rendir al difunto un único y sentido último adiós en el que no había cabida para las lágrimas de tristeza, solo para la alegría y para el agradecimiento. Y es que, para Paz, la muerte no es más que una etapa más de la vida, la cual debemos agradecer, celebrar y vivir al máximo rodeados de quienes nos importan.
Anna Padilla, su otro gran amor
En esta rápida recuperación, su hija Anna Padilla ha tenido buena parte de la culpa. Aunque no fuese su padre biológico, la joven 'influencer' quería a Antonio Juan Vidal como a uno. Siempre ha estado súper unida a su madre y verla feliz a su lado siempre ha sido motivo de alegría.
Por eso, tras su muerte, Anna ha estado siempre al pie del cañón, apoyando a su madre de manera incondicional, tanto en sus proyectos profesionales como en lo personal. En estos meses las hemos visto hacer todo tipo de actividades juntas, en muchas ocasiones acompañadas por el novio de la joven, que ya se ha convertido en uno más de la familia. "Mi alma, mi esperanza, mi fuerza, mi motor, mi consuelo, mi apoyo, mi corazón", escribía la humorista en una fotografía en la que aparece junto a su hija y publicada en su perfil de Instagram antes de haber perdido a su marido.
Su gran hobby, el lugar del que saca tanta fuerza
Paz Padilla siempre ha sido una mujer muy enérgica y activa. En sus redes sociales siempre la vemos bailando, moviéndose o practicando ejercicio para quemar parte de esa inagotable fuerza que le nace de dentro. Una de sus habilidades más sorprendentes es su práctica de telas aéreas, disciplina acrobática que tuvo que dejar de lado durante el confinamiento y que ahora ha recuperado con más ganas que nunca. Este deporte aéreo trabaja todos los músculos del cuerpo y ayuda, además de a liberar tensiones, a conectar con uno mismo.
Por este mismo motivo, volver 'al ruedo' y a sus clases de telas aéreas tras la muerte de Antonio Juan Vidal ha sido tan especial para ella. Aunque al principio le costó ponerse a tono, en sus redes se ha podido ver la gran evolución adquirida en tan solo unas semanas, donde Paz podría hacerse pasar perfectamente por alguno de los concursantes de Got Talent. "Volver a tener fuerza para superarte a ti misma, es tremendamente reconfortante", reflexiona junto a uno de sus posts 'en el aire'.
A parte de del deporte, a Paz no hay quien la baje de un teatro o la aleje de una cámara. Por eso, la actriz continúa haciendo monólogos, presentando en televisión y superando cualquier reto que se le ponga en el camino.
Todos estos actos, gestos o simplemente forma de ver la vida no caen en saco roto y con ellos Paz no solo se ayuda a sí misma a superar el gran bache que ha tenido que atravesar este 2020, también ha servido de inspiración para muchísimas personas, que a través de comentarios, no dudan en agradecer a la presentadora todo el bien que les ha hecho para superar la muerte de sus seres queridos.
Paz Padilla colabora con la Asociación Española Contra el Cáncer
Desde la AECC se ha lanzado una campaña llamada 'Llámalo cáncer' en la que Paz Padilla ha contado su experiencia como familiar de una persona afectada por esta enfermedad. Con un testimonio sincero y lleno de dignidad, la presentador de Paz Padilla ha afirmado cómo reaccionó ante la noticia de que su marido sufría cáncer: "Reaccioné bastante mal porque el médico que me lo dijo, me lo dijo mal. Es una noticia que es dura porque todos relacionamos con el cáncer".
"Hay cosas que tenemos que cambiar. Si se ayuda a vivir también hay que ayudar a morir. Mi mayor apoyo en la enfermedad de mi marido fue él y fui yo. La sociedad no te prepara para eso. Cuando aceptas que un día vas a morir todo es más fácil", ha explicado la gaditana mirando a cámara, para finalizar explicando lo que más le ayudó en todo el proceso que vivió junto a Antonio. "Lo que más me ayudó a ayudarle a él fue el amor. Cuando te acercas con amor todo es más fácil. Los cuidados paliativos te ofrecen ayudar a esa persona hacer su viaje, el viaje más importante de su vida", ha concluido.