Nacho Palau y Miguel Bosé: cronología de su historia de amor
Se enamoraron localmente y vivieron los comienzos de su amor en secreto
Nacho dejó todo por su amor incondicional a Miguel Bosé
Las cosas se torcieron cuando el concursante de 'Supervivientes' y el cantante se embarcaron en la aventura de ser padres
Si en el mundo del corazón ha habido un amor misterioso, ese ha sido el de Nacho Palau y Miguel Bosé. La pareja ha estado junta más de 20 años y ha tenido cuatro hijos. Hoy en día no están juntos, cada uno vive en un país y cada uno se ha quedado con dos hijos. Su separación ha sido de lo más polémica y comentada en todos los programas y revistas de la prensa rosa del panorama nacional e internacional.
Aunque ahora la relación entre cantante y escultor es nula, vivieron un amor de más de 20 años al que pusieron punto final cuando la cosas se pusieron difíciles. No obstante, hasta ese momento vivieron un amor de película. El actual concursante de 'Supervivientes' lo dejó todo por amor a Miguel Bosé, el declive de la pareja llegaba cuando se mudaban de España a Panamá y tras la adopción de sus hijos. Repasamos su cronología de amor.
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El comienzo de su amor fue de película
Miguel y Nacho se conocieron al principio de la década de los 90, el escultor vivía su época dorada con sus recién estrenados 19 años, mientras que el cantante de 40 años también vivía un buen momento profesional. Sus miradas se cruzaron por primera vez en Valencia, sin presagiar que vivirían una bonita historia de amor que acabó siendo de terror, tal y como asegura Nacho Palau tras la ruptura.
Ambos se enamoraron locamente el uno del otro. Un amor puro, que vivieron en secreto durante varios años. Durante ese tiempo, la pareja se volvió inseparable y Nacho lo dejó todo por su amor a Miguel.
Los secretos y bonitos inicios de su relación tuvieron lugar en Madrid. Cuando se mudaron a vivir e Extremadura, a la finca de Miguel, el escultor dejó de lado su carrera profesional para entregarse en cuerpo y alma al cuidado y mantenimiento de la finca. Nacho aprovechó la oportunidad para formarse en agricultura y ampliar así sus conocimientos.
Su proyecto de familia
Su relación evolucionó convirtiéndose en amigos especiales viviendo bajo el mismo techo. Tras años pensando si era el momento o no, decidieron convertirse en padres mediante gestación subrogada. La pareja se convertía en padres de cuatro niños, Diego y Tadeo, hijos biológicos de Miguel e Ivo y Telmo, hijos biológicos de Nacho.
Con la llegada de los niños, Nacho y Miguel formaban una familia cuya idea era mantenerse unida, o que al menos los cuatro niños se criaran juntos, con los mismos valores y las mismas oportunidades. Un proyecto de familia en común que lamentablemente no pudo ser.
Según Nacho, con la llegada de los pequeños, Miguel cambio por completo y se obsesionó por la seguridad de sus hijos. “Miguel se empezó a obsesionar con la seguridad de los niños y esa obsesión fue haciéndose más grande…”, asegura el ahora superviviente en una entrevista a Diez Minutos.
Los problemas entre la pareja eran insostenibles y en 2014 terminaban separados. "Era tremendo, nos llevábamos fatal. Yo me fui fatal de esa relación. Su comportamiento, su carácter y forma de ser, todo era tremendo. Miguel cuando es bueno es muy bueno, y cuando es malo es el peor", comentaba Nacho en la misma entrevista.
Todo acabó en los juzgados
No hay nada que una más a las personas que tener hijos en común. Eso mismo es lo que les ha pasado tanto a Miguel como a Nacho. Su separación fue tan comentada por su llegada a los tribunales y la separación de los niños de sus hermanos, pues el juez dictaminó que tanto el cantante como el escultor se quedarían con sus propios hijos biológicos. Hoy en día Nacho vive en Madrid y Miguel en México, haciendo posible que los cuatro niños pasen tiempo juntos durante las vacaciones.