Las redes sociales se han convertido en un instrumento fundamental en la vida de un importante número de personas. Una víctima más de estos ‘haters’ ha sido Marisa Martín-Blázquez. Harta de chistes, burlas y mensajes despiadados sobre su imagen, la colaboradora de Telecinco rompió su silencio en directo y también utilizó su cuenta de Instagram para compartir el problema de salud que padece, Miastenia Gravis (MG). Una afección neurológica poco frecuente, pero grave, que le diagnosticaron cuando tan solo tenía 23 años.
A raíz de la confesión de la periodista, muchos se han preguntado qué es la Miastenia Gravis una patología que, tal y como revela Marisa, le provoca grandes crisis que “vence con paciencia y haciéndole poco caso”.
Jaime Gállego, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra, explica a ‘Outdoor’ que se trata de una enfermedad neuromuscular de origen autoinmune. El sistema inmune se encarga de protegernos y de luchar frente a agentes extraños, como son las infecciones y los tumores.
Sin embargo, en ocasiones, en lo que se conoce como enfermedades autoinmunes, el propio sistema inmune se equivoca actuando en exceso y ataca partes propias del organismo. Por otra parte, para que se produzca la contracción muscular y, por tanto, el movimiento es necesario que el nervio transmita el impulso nervioso al músculo y que este se contraiga.
“En la transmisión del impulso del nervio al músculo intervienen unos neurotransmisores, fundamentalmente la acetilcolina. En la Miastenia Gravis, el sistema inmune se equivoca y generan anticuerpos que bloquean la unión neuromuscular, que impiden que se produzca la transmisión de la señal del nervio al músculo y, por tanto, este no se contrae”, apunta el doctor.
Gállego insiste en que se trata de una enfermedad “poco frecuente”, como gran parte de las enfermedades autoinmunes, que afecta más a las mujeres. “Puede aparecer a cualquier edad, pero en mujeres es más frecuente en edades jóvenes, entre los 20 y 30 años, mientras que en varones es más común que aparezca en edades más avanzadas, en torno a los 50 o 60 años”, afirma. El doctor añade que es frecuente que las personas que padecen esta patología sufra también otras enfermedades autoinmunes, como tiroiditis o artritis.
Un signo claro en la Miastenia Gravis es la fatigabilidad, es decir, la debilidad o cansancio muscular que aparece en un músculo al someterlo a un ejercicio mantenido. Unos síntomas que padece la colaboradora y de los que habló en la publicación: “Empieza con un cuadro insidioso de pérdida de fuerzas, que se recuperan con el descanso, pero que reaparece al reiniciar el ejercicio”.
La periodista no está dispuesta a que la enfermedad le gane la batalla y ha encontrado en el deporte la mejor medicina. “Desde aquí os animo, y animo al colectivo médico, para que alienten a sus pacientes a hacer deporte para mejorar y prevenir enfermedades. Yo sigo, de manera disciplinada, las pautas médicas de mi neurólogo y me medico, pero el deporte ha hecho que la Miastenia Gravis y yo seamos buenas compañeras de viaje de vida”, escribía Marisa, enfrentando con optimismo su enfermedad.
El doctor señala que es muy común que los síntomas empeoren a lo largo del día y mejoren con el reposo. “Los síntomas concretos dependerán de la musculatura afectada. La afectación de la musculatura ocular es muy característica. Ello provoca que los ojos pierdan la alineación o movimiento conjugado. Por tanto, el síntoma que suele referir el paciente es visión doble”.
El experto señala que también es muy característica la caída de los párpados. Si se ven afectados otros músculos de la cara, la persona puede notar cansancio al masticar, dificultad para deglutir, con atragantamientos, o la pérdida progresiva del tono de voz.
Precisamente, esta zona del rostro a la que se refiere el facultativo, y que puede verse afectada por la enfermedad, ha sido el objeto de burlas en las redes sociales por parte de muchos usuarios. “Hay mucha gente que en mis redes sociales, y sin conocimiento de causa, hace sorna y burla acerca de algo que se ve en mi cara. Me dicen que deje de operarme, que qué me he hecho en la cara. Incluso, si googleas mi nombre, una de las primeras cosas que encuentras es “Marisa M-B, ojo”, explicaba Marisa Martín-Blázquez en Instagram.
El neurólogo puntualiza que, en muchos casos, la Miastenia Gravis se inicia con una afectación restringida a la musculatura ocular o de la cara, pero que, con el paso del tiempo, puede generalizarse al resto del cuerpo. La repercusión que puede tener la patología en la vida de los pacientes va a depender de la musculatura afectada, así como de la intensidad de la misma.
Aunque se trata de una enfermedad crónica, existen diferentes tratamientos, unos enfocados a paliar los síntomas y otros dirigidos a interferir en el mecanismo por el que se produce la patología. A través de su perfil en la Red, Marisa ha asegurado que asume por completo su afección y que se quiere tal y como es: “Soy imperfecta y enferma crónica y me quiero así (…) No quiero que os parezca nada especial, no necesito que lo lamentéis. Estoy bien y he aprendido a convivir con mi enfermedad”.
La colaboradora ha aprovechado este valiente, el de revelar un aspecto tan personal, paso para enviar unas valiosas palabras a sus miles de seguidores: “Quiero hacer llegar un mensaje: en ocasiones criticamos (me incluyo) sin saber, hacemos juicios de valor erróneos y podemos hacer daño. No hablo por mí que, afortunadamente, he sabido pasar de ello y centrarme en lo importante: cuidarme para no empeorar y seguir con mi tratamiento y revisiones.