Tras su participación en la pasada edición de 'La isla de las tentaciones', Melyssa Pinto se ha convertido en todo un fenómeno. El efecto que genera ha llevado a miles de mujeres a querer copiar su elegante estilo, que le ha valido para alzarse en este tiempo como una de las 'influencers' de moda más buscadas del momento.

Pero más allá de la moda, donde la ex de Tom Brusse ha logrado que todas soñemos con un vestidor como el suyo, otros de sus grandes reclamos son su impecable y sencilla forma de maquillarse o peinarse. Precisamente hablando de pelo, la diseñadora puede presumir de tener una melena perfecta. A pesar de su longitud, se ve completamente sana y eso se debe a los múltiples cuidados y trucos que tiene para mantenerla. Secretos que nos acaba de descubrir a través de un nuevo capítulo de mtmad, en el que además de compartir sus mejores 'tips' capilares, también ha querido tirar de carrete y abrir el álbum de fotos de su irreconocible pasado.

Un pasado "oscuro", los temidos 2000's

Fotografías inéditas que le avergonzaba un poco mostrar, pero que ha querido hacer públicas para mostrar que con un poco de paciencia y mucho mimo se puede salvar una melena decolorada y estropeada. ¿Te imaginas a Melyssa rubia? Nosotros hasta ahora tampoco, pero sí. Esas fotos existen y las enseña en su vídeo. Mechas rubias, tintes, decoloraciones, cortes imposibles, tupés, flequillos… Los 2000 hicieron mucho daño y la catalana lo sabe. Con ídolos como Britney Spears y trabajando en un centro estético con una jefa peluquera, la extroninsta de 'MyHyV' cambiaba de aspecto día tras día. Su miedo al cambio era tan pequeño que incluso llegó a hacerse unas mechas californianas invertidas cuando estas estuvieron de moda.

Los imprescindibles de Melyssa

Con los años, y también en parte gracias a los consejos de su madre – también peluquera-, Melyssa fue entrando en razón y viendo que todos esos cortes, tintes y peinados no le favorecían. Cambió de referentes y dejó de un lado a Britney para convertir en su musa a Victoria Beckham. Así, y tras muuuchos años de prueba y error, la de Girona ha conseguido la melena de ensueño que buena parte de sus seguidoras matarían por tener.

Ahora huye completamente de cualquier tipo de tratamiento capilar – incluso de aquellos reparadores-, ya que busca siempre la mayor naturalidad y el menor castigo posible para su pelo. Desde sus rituales para cortarlo, sus rutinas de lavado e incluso sus productos favoritos y cómo utilizarlos. Melyssa ha sido completamente transparente y ha explicado con todo lujo de detalles toda la verdad sobre su pelo: