Lorena Edo ha demostrado ser más fuerte de lo que ella misma creía en un principio. De la concursante que conocimos en 'Gran Hermano' queda muy poco porque no solo su cambio físico es toda una evidencia, sino que en ese proceso por aprender a quererse más y cuidarse ha sacado fuerzas y ha sabido combatir las que llama sus "catarsis emocionales". Durante todo este tiempo, la valenciana ha perdido 60 kilos y lo que antes eran complejos y no poder verse ante un espejo, ahora resulta ser una mujer renovada que luce su cuerpo en un bañador de lunares de lo más orgullosa.
Fue hace ocho años la primera vez que la vimos entrando a la casa de Guadalix de la Sierra. Su paso fue breve, pero muy recordado (estuvo quince días hasta ser expulsada) pero dejó huella entre sus compañeros y el público. Fue a su salida cuando Lorena Edo decidió empezar a dar pasos para cuidar su salud mental y física que tanto le habían machacado anteriormente. Ella misma en distintas publicaciones en su cuenta de Instagram contó que ese camino no fue nada fácil, pero se debía otra oportunidad y a día de hoy está satisfecha con lo que ha conseguido.
La intención de la exconcursante de 'GH' es ir más allá de verse mejor. Ella ha hablado abiertamente de su enfermedad. En su caso, detrás del sobrepeso y los atracones de comida había un problema de ansiedad y la necesidad de una reeducación alimenticia.
"Las batallas personales que todos libramos y casi nadie sabe", ha escrito en una publicación en la que se la ve feliz en una piscina y luciendo tipo en bañador. Sabiendo que lo que le ha tocado vivir no ha sido fácil, la valenciana no ha tirado la toalla y eso que la vida se lo ha puesto en más de un momento especialmente complicado.
"Pandemia, miedo, incertidumbre, melones que vamos abriendo cuando avanzamos y remueves porque avanzas, porque te metes hasta el fango dentro de ti, porque siempre quieres ser mejor. Catarsis emocionales... ¡Qué sabe nadie!", ha expresado de todo lo que ha supuesto para ella ese duro camino hasta llegar a. nuevo momento que vive.
Ahora, la exconcursante de 'GH' ha hecho su propio balance y entre las conclusiones que saca están el no ser tan dura consigo misma cuando hay complicaciones o que hay que escuchar menos las opiniones de la gente.
"¿Y qué? ¿Y qué si he engordado? ¿Y qué si has engordado? Tenemos la oportunidad de volver a intentarlo, yo me lo debo. Me debo vivir, luchar. Me debo luchar por mí y ser feliz, y tú también te lo debes", ha sido el mensaje que ha trasladado junto a su instantánea posando en bañador en la piscina.
Lo cierto es que tal como ella misma confesó durante el confinamiento, la joven se despreocupó algo más de seguir a rajatabla su dieta durante ese momento, pero eso no significó que perdiera de vista su objetivo. Ella misma se dijo que no iba a hacerse más reproches ni a castigarse tanto porque los cambios dependen de la misma vida y hay que saber sobrellevarlos cuando llegan. Algo que tiene claro Lorena Edo es que va a seguir comprometida con su salud física y emocional y que para ser feliz solo es necesario seguir en esta línea: "Normalicemos, empaticemos, no nos demos con el látigo y entre nosotras sonoridad".
Ante el revuelo que ha ocasionado su antes y después, así como esta imagen llena de optimismo en bañador, Lorena Edo ha querido aclarar una vez más que su transformación física parte del resultado de su esfuerzo y de su fuerza de voluntad. Ya en alguna ocasión anterior ha querido decir en público que no se ha "operado absolutamente de nada" y su bajada de peso, en concreto, de 60 kilos se debe a unos nuevos hábitos de vida saludable y a cuidarse mucho mentalmente.