Lola se ha sometido a un retoque estético en la cara que ha provocado que sus amigas la comparen con Aurah Ruiz. La que fuera concursante de 'Supervivientes' ha decidido ponerse una vez más en mano de la medicina estética para acabar con uno de sus mayores complejos. Al ver el espectacular resultado, la exnovia de Diego Pérez no ha podido evitar quedar muy sorprendida.
Aunque la exconcursante de 'La isla de las tentaciones' ha estado aterrada por los pinchazos durante todo el proceso, no ha dudado en documentar todo el proceso para que sus seguidores puedan ser partícipes de este momento tan importante para ella. "Estoy muy nerviosa", ha comentado la de León y es que, por experiencias previas, sabe que las agujas le dan pavor. Aún así, ha decidido someterse al tratamiento facial con ácido hialurónico y a otro algún que otro arreglo más.
Aunque la exnovia de Diego Pérez no va a poder ver el resultado definitivo hasta pasados dos meses, ha quedado impresionada con el resultado que comienza a hacerse notar y del que ha presumido orgullosa. Entre risas, nerviosismo y suspiros la experiencia de Lola se ha convertido en algo de lo que no se ha arrepentido ni por un instante y, desde luego, ha querido que los fans de su canal de mtmad vean todo este proceso.
“Vas a acabar como Aurah Ruiz”, han comentado sus amigas y es que, después de la liposucción y la operación de pecho, entre otros retoques estéticos a los que se ha sometido en estos últimos, su círculo de amistades íntimas le ha advertido que al final va a terminar convirtiéndose en una auténtica adicta a la medicina estética.
Pese a estas comparaciones, la de León ha asegurado que su intención no es remodelarse por completo. “No voy a ser un alíen”, ha señalado en tono de humor y siguiéndole el juego a sus amigas, que también han sido testigos de esta última transformación de la exconcursante de 'Supervivientes', que ha asegurado que lo que ella pretende con estas infiltraciones de ácido hialurónico es luchar contra sus complejos.
Aunque no ha descartado la posibilidad de un nuevo retoque estético en el futuro, Lola ha asegurado que ya es más "por probar" y no para sentirse feliz frente al espejo. Y es que tras una etapa de sufrimiento en la que le ha costado aceptarse a sí misma, la joven de veintiséis años se ha dado cuenta de la importancia del amor propio, con o sin crujía.