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10 fotos seguidas en menos de 26 días con la misma pose y un detalle que no ha pasado despercibido para nuestros ojos y que, a la vez, nos inquieta, nos perturba y nos atormenta: ¿por qué Laura Matamoros cierra los ojos en todas sus fotos? ¿Es que le cae mal el fotógrafo al que ha contratado para sus contenidos en redes o es que el que le hacía las fotos era Daniel Illescas? O peor aún... ¿Es que la hija de Kiko Matamoros tiene sueño 24/7 desde que es influencer?
El motivo no podemos confirmarlo, lo anterior eran meras suposiciones de usuario friki en redes, pero lo que sí tenemos claro es que lo de cerrar los ojos para Laura Matamoros no es una manía que le ha venido de repente porque si navegamos por su muro de Instagram, es un recurso más que recurrente en la vida de la influencer, convertida en toda una it-mum, y experta en realities telecinqueros.
Y no le va tan mal con la estrategia, no. Sus fotos, en la que cierra los ojos, consiguen una media muy superior en likes y comentarios, por lo general, que las que sale mirando directamente a cámara.
Si somos un poco malos, que nos lo podemos permitir de vez en cuando, vemos algo que va más allá de una simple moda pasajera que la influencer repite cada cierto tiempo. Es cierto que se verá más mona la muchacha con los ojos cerrados, sí, pero también nos hemos percatado que echa mano del recurso cuando está pasando una epoquita un poco más chunga en su vida personal.
Vamos, que si nos ponemos con una calculadora a contabilizar las imágenes con ojos cerrados en las etapas que ha cambiado su estado sentimental, tenemos que comprarnos un rotulador permanente para marcar el "más" porque se nos habría borrado de tanto suma que te suma.
El caso es que nos apasiona que Laura Matamoros no mire a sus fans a los ojos. Sí, sólo una reina instagramer puede acumular casi un millón de seguidores posando con los ojos cerrados. ¡Vaya queen! Ni reina del Martes Santo, ni Letizia pidiendo que le avisen de los escalones que se va comiendo en sus visitas oficiales, para verdadera reina... ¡nuestra Laura Matamoros!