Por primera vez desde que naciera su hija, Laura Campos se sube a unos tacones. Es la primera vez que posa desde que es mamá, y lo hace acompañada de Triana, por lo que es una sesión muy especial. "¿Por qué Triana?", le pregunto. "Es un nombre que me gustaba de siempre, con mucho arte y mucho salero, como es ella", me cuenta Laura. Y después de unos cuantos flashes, descubrimos que efectivamente la pequeña no puede ser más simpática, que parece que busca la cámara y que no para de reír y de hacer reír al equipo.
Laura y Fran, su chico, han decidido no mostrar la cara de la pequeña en redes sociales, ni tampoco que en las imágenes de este reportaje Triana aparezca en primeros planos. Pero le encanta compartir esta experiencia con su bebé. Como es cada vez más común entre los padres, se debaten entre presumir de su hija y preservar su intimidad, pero la preocupación es más acusada cuando la mamá tiene 63.000 seguidores en Instagram. "No me gusta que se vea la carita de la niña al completo, prefiero preservar eso, me da mal rollo", nos explica Laura.
En la intimidad, Laura Campos fascina porque conserva la mirada gatuna y el look explosivo con el que arrasó 'Gran Hermano', pero estrena una ternura desconocida desde que es madre. "Soy muchísimo más madura, aunque sigo siendo una chiquilla alocada", coincide ella, que matiza además que los años (ahora tiene 33) han hecho que no confíe tanto en las personas.
Laura ha dejado los bolos (hizo el último embarazada), y vive para su hija y su pareja, que se ha acoplado bien a ser el novio de una mujer inevitablemente famosa. Se define como "una marujilla muy feliz". Basta una sola pregunta en la que tenga que hablar sobre Triana para que se emocione:
- ¿Como es tu vida ahora?
La vida, creo que como a todas las mamás, me ha cambiado de un día para otro y radicalmente. Para mí mi hija es... (se le empañan los ojos y coge aire). Es que aún lloro si hablo de ella (risas). Es lo más bonito que me ha pasado en la vida. Cuando estaba embarazada tenía miedo, pero la verdad es que me considero una madraza porque me apaño fenomenal con ella. Gracias a Dios con el premio de 'Gran Hermano' me puedo permitir no trabajar y poder cuidar de mi hija, que es algo que me reconforta mucho y creo que a ella también. Y luego he aprendido que no tienes que estar leyendo sobre cómo ser mamá ni haciendo cursos, porque resulta que los bebés te van enseñando ellos solitos día a día.
- Hace cuatro meses que nació Triana. ¿Ser madre es lo que esperabas o es totalmente distinto?
No, para nada. La gente te lo pinta muy bonito, y es verdad que lo es y tendría a mi hija una, dos y mil veces más, pero también es muy duro. Eres madre las 24 horas del día, aunque no hayas dormido. Yo siempre he tenido mucho tiempo para mí y ahora no tengo tiempo para nada. Bajo a la calle con un moño, sin maquillar... voy hecha un asco, pero mi hija va siempre monísima. Pero me da igual, ahora es todo ella.
- ¿Qué tipo de madre crees que vas a ser: protectora, exigente, colega...?
Tengo clarísimo que voy a ser una 'colegona' de mi hija (risas). Voy a ser ante todo madre, pero también amiga, porque es lo que he vivido con mi madre, con la que me llevo muy bien. Creo que debo enseñarle a Triana educación, respeto y valores, y le podré dar consejos, pero no obligar a nada.
- ¿Eres de las mujeres que siempre han querido ser mamás?
Yo sí. Tenía claro que iba a ser bonito y maravilloso, ahora sé que es lo que más felicidad me va a dar en la vida. Sin embargo, no me conocía como me estoy conociendo ahora: no creía que fuera a tener tanta paciencia como tengo a la hora de estar con Triana, y ahora resulta que me sobra, aunque haya momentos en los que parezca que no puedes más. Porque no es todo color de rosa: ni el día a día como madre, ni el embarazo, ni el parto.
- Pasaste un embarazo complicado, para empezar...
Sí, el embarazo fue regular, la verdad. El primer mes no me enteré de que estaba embarazada, de hecho nos fuimos de viaje a Punta Cana sin saberlo, y recuerdo hacerme el test de embarazo de madrugada, ver el positivo y morirnos de la alegría. Fue una sorpresa, pero nos hizo muy felices. Pero quitando el inicio, enseguida empecé a vomitar, me pasé todo el verano sin moverme, y cuando se me pasaron las náuseas me vino la ciática, otros dolores de espalda y muchos ardores. Y el parto... (resopla) fue un parto natural en el que recuerdo llorar de los dolores y sentir que me iba a morir. Duele mucho, pero compensa.
- Compensa porque después de eso conociste a Triana
Triana nació muy chiquitita, se adelantó dos semanas, y hasta la comadrona se sorprendió porque al primer empujón ya estaba fuera, en siete minutos. El momento más bonito de mi vida es la primera vez que la tuve en mis brazos, el abrir los ojos y ver su pelito y su cara. Desde entonces ella es mi todo. Ahora su padre y yo no disfrutamos ni de los ratos de tranquilidad en el sofá porque en realidad estamos deseando irnos a la habitación si está ella allí.
- Y en el día a día, ¿cuál es tu mejor momento con tu bebé?
Reconozco que me encanta meterla en la cama conmigo por las mañanas desde la cuna cuando su padre se va a trabajar. Y por las noches, cuando empieza a protestar porque no quiere dormir, yo siempre le doy besitos y así es como se queda dormida. Está acostumbrada a que su mami la duerma dándole besitos, y me parece maravilloso. Yo cada día que pasa la quiero más, es una niña que enamora, súper feliz y cariñosa.
- Conocemos muy poco a Fran, de algunas fotos en redes: ¿Cómo ha sido vuestra historia de amor?
Nosotros llevamos dos años y medio, y lo cierto es que él puso mucho empeño en conocerme. Nos conocimos en Facebook, él me vio en un debate de 'GH VIP'. Nos tiramos cinco o seis días hablando mogollón, yo estaba en Málaga y él aprovechó unos días libres y se hizo 600 kilómetros para conocerme... y así empezamos.
- Si Triana cuando sea mayor te dice que quiere concursar en 'GH', ¿tú qué le vas a contestar?
No, es que voy a ser yo la que lo voy a decir (risas). De todas formas, Triana ya ha estado en la casa de 'Gran Hermano' porque yo fui con la tripita la última vez que fui de invitada (sonríe).
- Y tú, ¿querrías volver a la televisión?
Me gustaría ir a 'Supervivientes', pero cuando la niña sea más mayor. Por el momento, no paso una noche sin mi hija, de hecho su padre y yo no hemos salido aún ni una vez a cenar porque queremos estar con ella.
Después de la sesión de fotos, Laura vuelve a sus sandalias planas, a su vestido cómodo y a empujar el carrito. Sigue siendo la ídolo de muchas 'lauristas', y está orgullosa y emocionada de saber que entre muchas de sus seguidoras han nacido amistades que perduran más allá de 'GH'. Los comentarios de los haters ni los borra, su tiempo vale mucho como para perderlo con ellos, pero sí nos deja un mensaje para algunos de sus críticos: "mi cara no está operada, sí que es cierto que me pinché ácido hilaurónico hace unos años, pero ni tengo los pómulos operados ni la nariz operada", remarca muy guerrera. Pero cuando Triana le sonríe, no queda ni rastro de la fiera.
* Reportaje fotográfico: Adasat Barroso, www.adasatbarroso.com
* Realización: CRISTO RODRÍGUEZ