El hecho de compartir muchas horas con el maestro Joao tiene sus consecuencias, y si no que se lo digan a Jorge Javier Vázquez. El conductor de 'El tiempo del descuento' y 'Sálvame' lleva indagando estos últimos días sobre sus poderes adivinatorios y viviendo en sus propias carnes experiencias extrasensoriales. En esta ocasión, el presentador ha desvelado en su blog de ‘Lecturas’ el mal augurio que ha tenido acerca de lo que le iba a ocurrir a un miembro de su familia muy cercano.
El de Badalona habría sufrido un escalofrío que se habría adueñado de todo su cuerpo cuando regresaba a España de sus vacaciones en Dubái. "En el avión ha habido un momento en el que se me ha disparado la mente y he dado por sentado que mi hermana Ana y mi cuñado Eduardo iban a tener un accidente de tráfico al desplazarse en coche”, ha escrito el presentador en su blog. "No pasó nada, claro. Solemos imaginar situaciones terroríficas que en la mayoría de las ocasiones no se producen”, ha tranquilizado rápidamente a sus lectores. Una situación que tiene claro que se ha generado por la influencia de su mente.
Pero no contento con esto, el conductor de 'Sálvame' ha explicado, en este mismo post, otra inexplicable experiencia suya digna del programa 'Cuarto Milenio'. Esta vez, como protagonista única una de sus mascotas. "Ayer volví a soñar con mi galga Lima, que al verme de nuevo venía hacía mí tan contenta que se meaba de alegría", ha escrito en su diario público el periodista. "Curiosidades de la vida: ayer hablé con la señora que trabaja en casa y me dijo que hace un par de días Lima se plantó delante de mi habitación y se puso a mear".
No es la primera vez que Jorge Javier ha relatado algo de estas características. Hace muy poco tiempo, en otros de sus blogs, el catalán había reconocido que había experimentado un viaje astral durante un masaje en una de sus sesiones de terapia. "Este mismo viernes, durante un masaje, me quedé medio dormido. Comencé a pensar en Travis, otro de mis galgos, y en cómo mi mente lo acariciaba”, explicaba detalladamente el presentador.
"Sentía el tacto suave de su cabello, mis manos recorriendo con delicadeza su cabeza; cuando de repente me desperté y me di cuenta de que estaba acariciando el brazo de la terapeuta como si fuera Travis”, confesaba avergonzado a sus lectores. El escritor terminaba admitiendo que creyó a su masajista cuando le dijo que lo que había tenido es lo denominado como viaje astral.