El presentador de 'Supervivientes' y 'Sálvame' ha confesado sus peores momentos en su último blog de 'Lecturas'. Todo surge a raíz del ictus que sufrió el pasado mes de marzo. Un terrible susto que ha provocado a Jorge Javier Vázquez todo un maremagnum de sentimientos: "Han sido nos meses raros, meses en los que ha habido momentos de bajón, de tristeza incontrolable, de sensibilidad a flor de piel".
Jorge Javier ha vuelto a abrirse en canal para confesar las duras secuelas que le han quedado a nivel psicológico: "Recuerdo que incluso un día llamé al neurocirujano para preguntarle si lo que me estaba sucediendo era normal y su respuesta afirmativa me tranquilizó. Lo más complicado ha sido enfrentarse a esa sensación –no sé si cierta o no– de que no puedes elegir la vida que llevas sino la que te impone la salud. Se instala así una sensación cercana al fracaso, a la derrota", escribe el conductor de 'Supervivientes'.
Sin embargo, Jorge también ha aprovechado este escrito para tranquilizar a sus seguidores, pues su psicóloga le ha asegurado que el sentirse así es algo completamente normal: "Pero todo esto es lo usual, dicen. Mi psicóloga lo define como estrés post traumático y, a mí, saber que todo está dentro de la normal me produce mucho bienestar, aunque el concepto de ‘normalidad’ siempre me ha parecido muy inquietante".
Suspender su gira teatral fue uno de los golpes más duros para Jorge Javier, que incluso ha señalado que desde ese momento dejó de escuchar música: "No podía, me ponía triste, me recordaba a los escenarios, y no podía soportar pensar que durante un tiempo iba a estar alejado de ellos. El silencio se instaló en mi vida. A veces también la desesperación y una pena muy grande".
Sin embargo, el presentador de 'Supervivientes' ha alentado a todos a confiar y seguir luchando para mantener encendida la llama. "Poco a poco, empieza a resurgir la ilusión, vuelvo a escuchar música a todas horas e incluso me descubro cantando por la casa. Por si fuera poco, el verano acaba de instalarse en nuestras vidas".
El pasado martes tuvo que someterse a su último test rutinario tras el ictus que pilló a todos por sorpresa, incluido al propio Jorge. Una prueba que ha provocado que la frustración, los nervios y el miedo afloren de nuevo en el presentador: "Tener que someterme a esa prueba me estaba desequilibrando más de lo que yo pensaba. Era pasar otro examen, con todo lo que ello implica: nervios, cierta angustia, intranquilidad".
Sin embargo, todo ha resultado positivo para Jorge, que ha recibido la noticia de que todo se encuentra en orden y podrá seguir adelante afrontando la vida como solo él sabe.