Tamara García, Jessica Bueno, Triana Ramos, Noelia Cortés, Lorena de Souza… La lista de chicas que, presuntamente, han pasado por la vida de Kiko Rivera es prácticamente interminable. La mala fama siempre ha perseguido al hijo de Isabel Pantoja, quien aparentemente sentó la cabeza en 2014, cuando se cruzó con Irene Rosales, una joven estudiante de Ginés (Sevilla) que nada tenía que ver con las antiguas conquistas del dj.

El hijo de la tonadillera y la modelo se conocieron por Fran, un amigo en común de la pareja, pero, por primera vez, Kiko Rivera no lo tuvo nada fácil. “Me tuvo un año intentándolo, yo ya no sabía qué hacer, es muy ‘pesá’”, confesó el hermano de Isa Pantoja en ‘Mi casa es la tuya’, donde aseguró que Irene “fue un hueso duro de roer”. No obstante, después de doce largos meses de amistad y acercamiento, con un sinfín de planes y visita a Cantora incluida, Irene finalmente sucumbió a los encantos de Kiko. ¡Y hasta ahora!

‘Sí, quiero’, pero con ultimátum

A lo largo de estos años, han sido varias las personas que han intentado (y continúan intentando) romper la sólida relación que Kiko e Irene han creado. Pero, antes de cantar victoria, la andaluza le dio un serio ultimátum para que cambiara su estilo de vida, sí o sí: el hijo de la cantante no solo tenía que dejar atrás una vida nocturna repleta de adicciones, sino también poner remedio a sus kilos de más, que le hacían arrastrar varios problemas de salud importantes.

Kiko Rivera cumplió y, tras dos años de noviazgo, la pareja se dio, por fin, el ‘sí, quiero’ por lo civil en octubre de 2016. Eso sí, el matrimonio planea pasar por el altar por el rito religioso, en la iglesia de la Esperanza de Triana a la que pertenecen, para sellar aún más esta historia de amor.

Discreta y siempre al margen

A pesar de ser mujer de Kiko Rivera y, por consiguiente, nuera de Isabel Pantoja, Irene Rosales ha sabido bien cómo desenvolverse en esta posición. Se mantuvo durante casi 5 años lo más ajena posible a las cámaras, siempre discreta y al margen de las polémicas que pudieran salpicar a su marido y al mediático clan familiar. Sin embargo, la sevillana tuvo que tomar una complicada decisión para hacer frente a los problemas económicos que rodeaban al matrimonio.

Así, en 2019, la colaboradora aceptaba una aventura que marcaría un rotundo antes y después en su vida: participar en ‘GH DÚO’, uno de los ‘realitys’ más esperados de la cadena. Sin embargo, los motivos por los que Irene decidido dar este importante paso no fueron únicamente económicos. Irene Rosales también quería que la audiencia la pudiera por fin conocer y dejar de ser ‘la mujer de’. ¡Y lo consiguió!

Quinta finalista... ¡y mucho más!

Antes de ingresar en Guadalix de la Sierra, pocos -muy pocos- conocían a la nuera de Isabel Pantoja. Sin embargo, la sevillana no tardó mucho tiempo en meterse en el bolsillo a sus compañeros, así como a los telespectadores, que quedaron embelesados con la educación y saber estar de la mujer del dj. Irene Rosales se quitó de golpe la timidez para postularse como una auténtica promesa delante de las cámaras, donde, además de desenvolverse a la perfección, cada vez se mostraba más cómoda.

‘Influencer’ en potencia con más de medio millón de ‘followers’

Tras su paso por ‘GH DÚO’, donde quedó en un más que merecido quinto puesto, la nuera de la tonadillera saltó a los platós de televisión, concretamente al de ‘Viva la vida’. Sin embargo, después de participar en el ‘reality’, Irene Rosales no solo comenzó una etapa como colaboradora y tertuliana, sino que también disparó su popularidad en redes sociales, en las que se ha convertido en una ‘influencer’ en potencia.

Al igual que su marido, la andaluza está completamente volcada en el universo Instagram, donde interactúa a diario con sus fans. Además de mostrar sus últimos looks y promocionar productos, la tertuliana también comparte en la plataforma algunos aspectos de su vida privada, así como las dudas y preocupaciones que ocasionalmente la invaden, sobre todo cuando se trata de algo relacionado con sus hijas, Ana y Carlota.

El lado más familiar

La familia es lo más importante para Irene Rosales, algo que, constantemente, deja claro en la Red. A pesar de continuar siendo muy discreta con su vida privada, la sevillana inmortaliza cada uno de los pasos que dan Ana, de 4, años y Carlota, de 2. Irene está volcada en el cuidado de las pequeñas, a las que se une ocasionalmente Francisquito, fruto de la anterior relación que el dj tuvo con Jessica Bueno y al que también quiere incondicionalmente. “El mejor regalo, mi familia”, escribía la ‘influencer’ junto a una bonita estampa familiar de los cinco en el sofá.

Prescriptora de moda

Más allá de su faceta más familiar, la colaboradora de ‘Viva la vida’ ha conseguido crear un ejército de más de 500.000 seguidores por su sexto sentido para la moda y las tendencias. Son muchas las mujeres que han encontrado una verdadera fuente de inspiración en el estilo sencillo de Irene Rosales. La exconcursante de ‘GH DÚO’ ha demostrado que tendencia y comodidad pueden ir de la mano y esta irresistible fórmula ha conquistado a sus seguidores, que no dudan en dar ‘like’ a cada una de sus publicaciones.

En definitiva, la sevillana no solo ha conseguido que Kiko Rivera cambie de vida y alcance la estabilidad emocional, sino algo mucho más importante. Irene ha sabido cómo desprenderse de la ‘molesta’ etiqueta que la ha perseguido tantos años y labrarse su propio camino, en el que la familia, por supuesto, ha sido, es y será el pilar fundamental.