La joven de Granada nos impresionó a todos cuando entró en ‘Gran Hermano’. Y no es para menos porque sus vestidos flúor, sus plataformas y su manera de maquillarse es algo que en 2005 no estábamos muy acostumbrados a ver en televisión. Tendrían que pasar tres años para que los espectadores nos familiarizáramos con la estética Inma Contreras gracias a RuPaul´s Drag Race, el programa de telerrealidad americano en el que se busca la "Siguiente Superestrella Drag Estadounidense”.
Sí, la estética de Inma era algo nunca visto en la televisión y su personaje el oro que a ella tanto le volvía loca para los fans del programa de telerrealidad de Telecinco. "Me encanta la ropa fluorescente y el oro, me vuelve loca el oro. Soy una persona muy extremista, soy de blanco o de negro. O muy discreta o muy llamativa", comentaba en su vídeo de presentación en el que comentaba que de pequeña era una niña gordita, que a los trece años adelgazó y cambió su estética por completo. Ella encontró en el maquillaje y su ropa la manera perfecta para expresar lo que ella era, cómo se sentía y lo que le hacía feliz. Un mensaje de lo más bonito, ¿verdad?
Pero por mucho que así lo parezca no es todo oro lo que reluce, que diría el refrán. Detrás de ella también se escondía toda esa inseguridad de alguien que lo ha pasado mal (en su infancia, en su pasado o en su presente) por el simple hecho de ser diferente. Dentro de la casa, a pesar de ser la segunda expulsada de su edición, vivió enfrentamientos con Bea, apodada ‘La marquesa’, que quedarán para el imaginario colectivo como (una frase que nos encanta decir en los medios de comunicación) historia de la televisión.
“La elegancia la llevo yo, no tú. Vieja, que eres una vieja amargada”, es una frase que podemos escribir sin tener que irnos al vídeo para transcribirlo. Esa frase, que todos deberíamos haber tenido la oportunidad de pronunciar alguna vez en nuestras vidas, representaba el empoderamiento de una mujer que no se achicaba por más que la otra le dijera que su vestuario era “más ordinario que un cuadro de comedor” o que su maquillaje era más próximo al resultado de la famosa escopeta de Homer en ‘Los Simpsons'.
Inma no era marquesa y ni falta que le hacía porque se había convertido, sin saberlo, en un referente de cómo ser una mujer libre en la televisión de los dos mil y en prime time. Y todo eso mucho antes de que Rosalía matara al concepto de choni española a base de palmas por bulerías y cantando enfundada en una estética que reflejaba su oda particular a la mujer de barrio.
Para barrio el que Inma llevó a Guadalix de la Sierra. El mismo del que parece no se ha movido en todos estos años. Porque desde que saliera de ‘Gran Hermano’ y participara en una edición de ‘El reencuentro’ nada se ha sabido de ella. Ni rastro en las redes sociales, ni un plató de televisión. Pero la exconcursante de ‘GH’ parece que continúa viviendo en su Granada natal, tal y como refleja la fotografía que dos fans se hicieron con ella hace dos años en el ascensor de su casa. “Esperando al ascensor mira con quien nos encontramos... Chapó por ti, Inma”, escribió uno de ellos junto a la imagen.
En la foto, que puedes ver en el vídeo de apertura, se puede ver como la ex gran hermana sigue fiel a su mismo tono de pelo y, a pesar de los 15 años que hace desde que la conocimos, parece que los años no han pasado por ella.
¿A qué se dedicará? ¿Ejercerá su licenciatura en Biblioteconomía de la que presumía en el reality? ¿Seguirá con su novio Manolo al que cariñosamente llamaba ‘bebé? ¿Querría volver a la televisión? Una legión de seguidores la sigue recordando y reclamando. Nosotros seguimos en la búsqueda de Inma Contreras para actualizarla a fecha de hoy, pero por ahora nos conformamos con saber que sigue igual de guapa y simpática que la recordábamos. Chapó por ella…