Gonzalo Montoya, exconcursante de ‘La isla de las tentaciones’, ha compartido con sus seguidores a través de redes sociales el motivo por el que acude al psicólogo desde hace más de un año y ha hablado del trastorno que sufre. Su ruptura con Susana Molina en ‘La isla de las tentaciones’ no es lo único que afecta a su salud mental desde que pusieron fin a su relación: padece TDAH, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, que afecta directamente a su vida cotidiana. Hablamos con un psiquiatra especializado para conocer el impacto que produce en una persona adulta.
“Hace un año y medio yo andaba un poco ‘tarumba”, así comenzaba el sevillano una explicación con la que decidía abrir su corazón a sus más de 400.000 seguidores. Confesaba así que acude con asiduidad a un centro psicosanitario especializado y explicaba los motivos que le llevaron a dar el paso: “Yo padezco un síndrome que se llama TDAH, cuyo mayor problema es la hiperactividad". Se trata de un trastorno biológico, de origen neurológico, provocado por un desequilibrio existente entre dos neurotransmisores cerebrales: la noradrenalina y la dopamina, que afectan directamente a las áreas del cerebro responsables del autocontrol y de la inhibición del comportamiento inadecuado.
Un gran propósito en redes: normalizar el acudir al psicólogo
Gonzalo pretendía, de este modo, dar visibilidad a una patología psiquiátrica que padece entre un 2 y un 5% de la población infantil, según datos de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH), y que continúa presentando problemas en la edad adulta en un 30-65% de los casos.
“Soy un pensador compulsivo, no todos los pensamientos que tengo son positivos, a veces son negativos y me afectan a mi vida diaria, a mi felicidad y a la de mi entorno.” continuaba el andaluz, y explicaba: “Le he ido dando solución y cada vez voy siendo un poco más feliz”, animando a todo aquel que se siente identificado a acudir a un experto, “normalizar esto era lo que quería, si tenéis este tipo de problemas u otros.”
TDAH: Una enfermedad crónica que no solo afecta a los niños
Aunque el déficit de atención suele estar identificado con la edad más temprana, este trastorno en el desarrollo neurobiológico no tiene cura, por lo que continúa generando impacto a lo largo de la vida de la persona que lo padece. De hecho, según informan desde FEAADAH, “los adultos con TDAH que no han recibido un tratamiento adecuado suelen tener problemas laborales, económicos y de pareja, y es frecuente que sufran problemas psiquiátricos asociados, como la depresión.”
El psiquiatra especializado en TDAH José Manuel López asegura para Outdoor que las personas adultas con TDAH padecen simultáneamente de un mayor número de problemas psiquiátricos como los problemas depresivos, de ansiedad, la dependencia a sustancias adictivas, el pensamiento suicida o la protagonización de gestos autolesivos. "Es también mayor en ellos la tasa de relaciones extraconyugales, la insatisfacción en la calidad del noviazgo, la tasa de embarazos adolescentes o el padecimiento de mayores dificultades para el mejor cultivo de las relaciones conyugales", resalta entre otros factores.
Así es el perfil recurrente en una persona adulta con TDAH
Según López, un perfil recurrente en adultos con TDAH es el de “personas que no pueden dejar de pasar inadvertidas ante los demás. Se trata de personas muy inquietas, movidas, altamente impulsivas en su pensamiento y conducta, que no reflexionan adecuadamente antes de tomar decisiones o poner en marcha actuaciones”, perfil que nos recuerda en algunas características al del protagonista de este artículo.
“En estas la hiperactividad y la inquietud es constante,” añade, “ellas mismas refieren que no saben cómo reducirlas y que actúan, hablan y se mueven de manera constante. Incluso lo hacen cuando pretenden descansar o relajarse, suelen decir que es como si tuvieran un motor interno en permanente funcionamiento.”, algo que podría reflejarse en la peculiar postura en pie que adopta Gonzalo mientras comenta con especial humor las últimas entregas de ‘La isla de las tentaciones’.
Tanto el psiquiatra como Gonzalo coinciden en un mismo punto para aprender a llevar una vida plena conviviendo con TDAH: acompañar a la persona en el descubrimiento de este déficit de la mano de un profesional.