Mila Ximénez ha muerto tras sufrir durante un año un cáncer de pulmón a los 69 años. La periodista de raza (que tocó todos los palos: prensa, radio y televisión) ha dejado a toda la profesión huérfana y a la audiencia con el corazón roto. Mila era familiar, Mila era periodista y muy valiente. Vivió su vida de manera apasionada, se le conocieron algunos amores (además de su relación con Manolo Santana, padre de su hija) y supo adaptarse profesionalmente a lo que le exigía su profesión en cada momento.

La comunicadora es andaluza. Nació en Sevilla el 21 de mayo de 1952 y es hija de Manuel Ximénez de Cisneros y de Nicolasa Rebollo Burgueño. Sus padres murieron en 2008 y 2009, respectivamente. La periodista adoraba a sus tres hermanos: Concepción, Encarnación y Manolo, que la han defendido siempre públicamente y la han acompañando hasta el final de sus días junto a su hija Alba.

La periodista empezó a estudiar Periodismo en la Universidad de Sevilla, aunque nunca terminó la carrera. Con 18 años se marchó a Madrid con un médico mucho mayor que ella que en ese momento estaba casado. "Yo tenía 18 años y él más de 30, estaba casado y tenía familia. Vivimos la presión social desde el comienzo de nuestra relación", comentó la colaboradora en el programa 'Tu dirás' en 2001.

Fue a principios de los años 80 cuando Ximénez inició una relación sentimental con el conocido tenista Manolo Santana. Ambos se casaron en febrero de 1983 y tuvieron a su hija Alba en abril de 1984. Se casó por lo civil y nunca lo hizo por la Iglesia. Tras conseguir la anulación de su primer matrimonio con María Fernanda González-Dopeso, el campeón mundial de tenis y la periodista se divorciaron tres años después de su matrimonio civil.

Tras divorciarse de Santana, la sevillana tuvo una relación con el actor José Sacristán que no duró mucho. Entre la lista de amores de la comunicadora también está una pareja secreta en Marruecos durante muchos años, un empresario marroquí que falleció. Ambos mantuvieron una relación apasionada y secreta desde finales de los 80 hasta 1998.

Otro de los hombres que pasaron por su vida fue Antonio Arribas. Los dos tuvieron una relación a comienzos de la década de los 90. Con él, la televisiva conoció los excesos, tal y como reconoció en una ocasión y recogía ‘El Confidencial’: "Con él conocí las noches de pasión, el sexo, las drogas y el alcohol (...) Lo que tuve con él no sé si se puede llamar amor, pero fue una gran pasión".

A la colaboradora también se la relacionó sentimentalmente con el actor Pepe Sancho. Al parecer ambos tuvieron un affaire en 1989, pero ella siempre ha asegurado que lo suyo fue una noche de pasión únicamente.

La última etapa de la eterna colaborado estuvo marcada por dos hombres: el canario, veinte años menor que ella, Mario Santana y un lanzador de cuchillos del que se desconoce su nombre.

Aunque sí ha tocado todos los medios, ella siempre ha trabajado el mismo contenido: el de la crónica social, cultural y del corazón. La sevillana empezó a trabajar como periodista en 1986 en el diario ABC, haciéndose cargo de la sección semanal ‘Café con Mila Santana’, donde la joven entrevistaba a personajes como Pedro Almodóvar o Carmen Sevilla. Justo después se une al periodista Jaime Peñafiel en ‘La Revista’ y posteriormente colabora con Encarna Sánchez en Cadena COPE.

Tras un largo paréntesis, la periodista volvió a los medios gracias a la televisión y se conviertió en una de las colaboradoras en plantilla de Telecinco. Desde ‘Crónicas Marcianas’ (del que no guardaba precisamente un buen recuerdo) hasta ‘Sálvame’ (diario y Deluxe), pasando por ‘A tu lado’ o ‘La Noria’. No hay programa del corazón en los años dos mil que no haya contado con la presencia de Ximénez entre las filas de sus colaboradores más incisivos y aplaudidos por los espectadores.

La colaboradora se sometió a una operación estética para mejorar su rostro que mantuvo a todo el país pendiente en 2016. Con el cirujano de Richard Gere y con más de 400 puntos de sutura, la tertuliana se mantuvo tres semanas apartadas de los platós para luego dar una exclusiva a ‘Lecturas’ mostrando su nuevo rostro.

La última etapa televisiva de Mila estuvo marcada por los realities. Pudimos verla en ‘Supervivientes’ en el año 2016, donde quedó tercera finalista por detrás de Yola Berrocal y Jorge Díaz, el ganador en esa edición. Allí Mila demostró que su carácter no se reduce por la falta de comida y perdió tanto peso que volvió a Madrid irreconocible. Milagros volvió a ser finalista de otro reality, en este caso ‘GH VIP’. En él dio todo de ella: se enfadó, se rió y se quejó (algo que nos encantaba), se emocionó y ha consiguió, sin darse casi cuenta, volver a conquistar a la audiencia con su naturalidad y profesionalidad.