Tras un año de lucha insaciable contra el cáncer, Mila Ximénez ha fallecido dejando tras de sí un legado periodístico que pasará a la historia. Infinitas exclusivas, entrevistas y momentazos televisivos que serán imposibles de borrar del imaginario colectivo. En este año de lo más delicado y complicado la colaboradora de 'Sálvame' ha contado con un apoyo incondicional: el de su familia, que no la han soltado de la mano. La mítica periodista no ha estado sola en ningún momento de este camino de espinas que, finalmente, ha terminado de la peor manera imaginable.
Durante su batalla contra el cáncer de pulmón que padecía desde hace más de un año, la que fuera concursante de 'Supervivientes' en 2016 y de 'Gran Hermano VIP’ en 2019 no ha tenido un único faro. Ha tenido muchos: cada miembro de su familia. Que Mila Ximénez adoraba a su familia era algo que se conocía a 'voz pópuli' y así se encargaba ella de proclamarlo siempre que tenía ocasión. Tenía locura con ellos...y ellos, con ella.
Desde el comienzo de la enfermedad, tanto sus hermanos como su hija (que puso rumbo a España en cuanto supo del delicado estado de salud de su madre) se han convertido en los principales apoyos de la que fuera colaboradora de 'Sálvame', que siempre acostumbrada a presumir públicamente de la maravillosa familia que tenía.
"Mi familia es mi vida. Siempre me prestan pulmones para respirar cuando me asfixio", escribía en agosto de 2019 la televisiva en su perfil oficial de Instagram junto a una fotografía en la que aparecía riendo a carcajadas junto a sus inseparables hermanos, que la han estado arropando durante todo el proceso.
Mila Ximénez tuvo la suerte de pertenecer a una familia numerosa con tres hermanos, Manolo, Concha y Encarna, hijos de Manuel Ximénez de Cisneros y Muñoz-León y de Nicolasa Rebollo Burgueño. Como la pequeña de la familia, la colaboradora de 'Sálvame' veía en sus hermanos a sus referentes y a sus maestros de vida. "Lo único que le hace llorar son las cosas de su familia", desvelaba Encarna ante las cámaras, 'desmontando' ese caparazón con el que su hermana se mostraba en plató. Y es que, cuando se trataba de su familia, la colaboradora de 'Sálvame' dejaba caer todos sus escudos.
Manolo ha sido el hermano más televisivo de la periodista. Tanto, que no dudó en convertirse en su mayor defensor en plató durante su paso por 'Supervivientes' y 'GH VIP'. Un apoyo sin límites que la propia Mila ha agradecido en numerosas ocasiones públicamente. Él era su "ángel", su gran "amor" y su otra mitad.
Tal era el nivel de incondicionalidad que Manolo sentía hacia Mila que fue capaz de ocultarle que padecía cáncer para que ella pudiese poner rumbo a Honduras y cumplir así la que era una de sus grandes ilusiones. "Manolo decidió llevar en secreto el cáncer y posponer su operación para que yo fuera a 'Supervivientes'. Cuando lo supe me volví loca contra mi cuñada y contra todos y lloré mucho. Luego lo entendí: no se puede ser más generoso que mi hermano", explicaba en una entrevista a 'Lecturas' al regresar a España de su gran aventura.
Pero esta no ha sido la única vez que la tragedia y la enfermedad han golpeado a la familia. Y es que su hermana Concha también estaba enferma de cáncer cuando ella tuvo que poner rumbo a Honduras. "Siempre he dicho que para mí ella es mi ejemplo. Me fui a 'Supervivientes' dejando a mi hermana con una quimio importantísima y sufriendo mucho y pasándolo muy mal", confesó Mila, que finalmente no ha corrido la misma suerte que su queridísima hermana, a la que siempre ha considerado su verdadero "ejemplo" a seguir.
"Me has enseñado tantas cosas. Entre ellas, a brindar por la vida aunque ella no te invite. Te quiero, hermana", escribía la periodista en sus redes sociales junto a una preciosa foto en la que aparecían las dos hermanas, tan cómplices como siempre acostumbraban.
Pero Encarna tampoco se ha quedado atrás en lo que al plano mediático se refiere. La otra hermana de Mila también ha ejercido de sustento en esta delicada etapa final de la periodista, que finalmente le ha perdido la batalla al cáncer. Encarna ha sido su confidente, pero también su barómetro emocional. Y es que, como acostumbran a hacer los hermanos, ella no tuvo ningún reparo a la hora de comentar lo que más y lo que menos le estaba gustando de Mila durante su paso por Guadalix de la Sierra.
Mostrándose crítica, pero sin reiterar su infinito apoyo por ella, Encarna también aprovechó esta aparición pública en televisión (en plena emisión de 'Gran Hemano VIP') para compartir con la audiencia algunas anécdotas de lo más hilarantes de la infancia de Mila Ximénez, que demostró tener un enorme rechazo por los disfraces. Algo que, como pudimos saber, le viene de cuna.
"Cuando éramos pequeñas íbamos al mismo colegio. En la gran fiesta de celebración teníamos que ponernos un medio velo. Y en algún momento todos los años se escuchaba una voz que decía: ¡qué no, que no me lo voy a poner! Entones nos lo poníamos todos y decíamos: "¡Milagros!". Era una cosa que no le gustaba y con el uniforme le pasaba lo mismo", relató Encarna en 'Viva la vida' consiguiendo arrancar las carcajadas de los colaboradores. Una historia de infancia que no hace otra cosa que confirmar que Mila siempre ha sido una mujer de armas tomar.
Pero si hay alguien que ha estado de manera incondicional al lado de Mila, esa ha sido Alba, su hija en común con Manolo Santana. Desde que se complicara el estado de salud de la periodista, la joven de 37 años no dudó en poner en 'stand by' todos sus asuntos y dejarlo todo para correr al lado de su madre. Desde que cogiera aquel avión, Amsterdam-Madrid, la joven de 37 años se ha dejado ver en numerosas ocasiones acompañando a su madre a sus diferentes citas médicas.
Aunque siempre se ha mantenido en un plano completamente alejado los focos, la mamá de dos hijos no dudó en dar un paso al frente y salir en televisión para sorprender a su madre durante su estancia en Guadalix de la Sierra. Un emotivo reencuentro madre e hija que ya forma parte de la historia de la televisión de nuestro país.
Alba era la otra mitad de Mila, su razón para vivir y seguir adelante. Su combustible en su titánica lucha contra el cáncer. Lo suyo era un amor infinito que rompía en mil pedazos a la colaboradora cada vez que trataba de verbalizar en público lo muchísimo que adoraba a su hija: "Tienes que hacer lo que sea porque a mí me haces mucha falta", le respondió Alba a su madre cuando fue conocedora del fatídico informe médico que confirmaba el cáncer de pulmón.
Durante estos meses marcados por la quimioterapia y las incontables visitas al hospital, la hija de la periodista y el deportista se ha mostrado imperturbable. Desde la primera quimio, hasta el final. Alba Santana ha sido una incondicional durante estos meses de batalla que, además, le regaló a Mila otros dos buenos motivos para luchar: sus nietos, Victoria y Alexander, a los que adoraba desde lo más profundo de su corazón.
Tanto que, al conocer el diagnóstico de su oncóloga, lo primero que hizo la periodista fue reservar una casa en en la playa para disfrutar la compañía de sus pequeños y escurrir al máximo el tiempo que había perdido para estar junto a ellos durante los meses de confinamiento por la pandemia. Así lo contaba ella misma: "He alquilado una casa en Marbella para estar con ellos, los niños no saben nada, solo saben que la abuela tendrá que descansar y dormir siestas".
Pero ellos no son los únicos miembros de la familia de los que Mila ha presumido públicamente durante su larga carrera profesional. Su sobrino, Luis, siempre ha sido otro de sus pilares. Es más, el joven no dudó en entrar en directo para agradecerle a su tía todo lo que había luchado por el: "Yo siempre he querido estudiar veterinaria y por circunstancias de la vida no ha podido ser. Hasta que apareció mi tía, que es la que lo ha hecho posible".
Tal era el orgullo que la televisiva sentía por su adorado sobrino, que no dudaba en presumir de sus hazañas a través de las redes sociales:
Para la periodista y colaboradora de 'Sálvame', la familia siempre ha sido lo más importante su vida: desde su hija, pasando por sus nietos, sus hermanos y también su sobrino...entre otros muchos. Como era de esperar, durante este terrible año de lucha ninguno de ellos le ha dado la espalda. Es más, todos ellos han estado remado en la misma dirección hasta su último aliento, que ha llegado mucho antes de lo esperado pues, contra todo pronóstico, Mila Ximénez nos ha dejado a los 69 años de edad tras su batalla contra el cáncer de pulmón que padecía.