Elsa Mateos pasará a la historia como la primera concursante eliminada de la decimonovena edición de 'Gran Hermano'. La bilbaína ha pagado caro su carácter espontáneo y sin filtros. A partir de ahora vivirá la experiencia de GH desde fuera acudiendo a galas y debates como invitada y podrá retomar la vida que dejó pausada hace un mes. ¿Quieren saber más sobre ella?
Nacida en Bilbao y además con un carácter muy vinculado a su tierra, Elsa tiene 30 años. Trabaja como dependienta, pero gracias a su vídeo de presentación en el reality sabemos que se saca un dinerillo extra como encargada del ropero de una discoteca los fines de semana.
Según sus propias palabras, es una adicta al gimnasio, al que no solo va a ponerse cachas sino también a lucir palmito, ya que le gusta ir "con mis conjuntitos" para ponerse "potente". No es una mujer romántica y lo tiene claro: "no hay que enamorarse porque es muy malo". La joven es además una perfecta embajadora de su tierra: "Tengo de todo... playa, monte, buena comida...". La verdad es que no puede quejarse…
Su presencia en redes sociales es escasa, abrió su cuenta de Instagram con motivo de su ingreso en la casa más famosa de la tele por lo que su rastro digital es escaso. Sin embargo, sabemos que es una mujer que adora el deporte y que como buena vasca tiene devoción por el mar y los deportes que en él se realizan: le encanta escaparse a la playa con su pandilla de amigos. De hecho, su foto de perfil en redes sociales está tomada en unas vacaciones muy acuáticas.
Elsa es una de las concursantes que salió del casting itinerante que GH organizó este verano por diferentes ciudades de España. En concreto la de Bilbao se desplazó hasta Salamanca para darse a conocer al equipo del programa y conseguir su sueño de entrar en el concurso: su espontaneidad enamoró a los responsables del formato. "Era una oportunidad increíble para aprovechar. También hice el casting online, pero sabía que les iba a gustar mucho más", declaró a la prensa salmantina.
Como cualquier joven de su edad, a Elsa le gusta cuidarse y presumir de sus encantos ante el espejo y así lo evidenciaba con una de las pocas imágenes que hay en su cuenta previas a su viaje a Guadalix: en ella se hace una fotografía con coquetería en uno de los rincones de su vivienda. Luce un escotado top de color negro y una falda con estampado animal print.
A pesar de su prematura salida del concurso, Elsa tiene ya una interesante legión de fans y admiradores. En sus redes sociales ha mostrado muy agradecida un dibujo que una persona del público le hizo llegar durante la quinta gala del formato de telerrealidad.