Laura Madrueño vuelve a repetir aventura y se embarca en 'Supervivientes 2024' como presentadora desde Honduras. Durante este tiempo, permanecerá alejada de su casa en la que vive junto a su marido Álvaro Puerto y su mascota Niebla: un rústico chalet ecológico situado en plena naturaleza en la sierra de Madrid.
El salón de Laura Madrueño es la estancia más acogedora de su casa. Rodeada de grandes ventanales por los que entra mucha luz, la sala cuenta con un gran sofá convencional de color gris oscuro y una mesa baja de cristal sobre la que tiene un mantel de fibras naturales.
La cocina de la presentadora mantiene una de las características principales en su casa: la sostenibilidad. Todos sus electrodomésticos son de una gama ecológica que ofrecen el mínimo consumo y poder controlar sus funciones a través de una app en el móvil. En la estancia predomina la madera de los muebles de almacenaje y la piedra negra de la encimera que se alarga hasta crear una gran isla en el centro, con grifería metálica y decoración industrial.
Laura Madrueño tiene un dormitorio de ensueño: la estancia cuenta con un gran ventanal frente de la cama con vistas directas a la sierra de Madrid. La habitación es minimalista y muy fresca, toda bañada de blanco con una gran cama y una mosquitera circular larga y estrecha sobre ella. También, cuenta con un espejo de cuerpo entero con los marcos de madera natural.
El dormitorio cuenta con un baño integrado que tiene un ventanal aún más grande que lo vuelve el protagonista de la estancia. Los muebles de almacenaje son de madera natural y cuenta con un gran plato de ducha.
En la casa de Laura no podía faltar un huerto. La presentadora del tiempo cuenta con una pequeña huerta en su casa donde tiene plantado todo tipo de frutas, verduras y hortalizas, y que riega de manera natura y sostenible: la casa cuenta con un sistema de canalones en el tejado que acumula el agua de lluvia en dos depósitos para el posterior riego. Además, es la zona favorita de su casa ya que acostumbra a compartir numerosos vídeos en sus redes sociales cultivando y cuidando de su huerto.
Para los meses de calor en la sierra de Madrid, Laura y su marido Álvaro cuentan con una piscina de piedra natural con los bordes irregulares donde pueden darse un buen chapuzón. Todo un lujo en plena naturaleza.