Así es Celia Vega-Penichet, la sobrina de Ana Obregón y tutora de Ana Sandra Lequio

  • Ana Obregón ha designado a su sobrina Celia como tutora de Ana Sandra Lequio

  • La sobrina de la actriz se hará cargo de la hija de Aless Lequio cuando su abuela no esté

  • La joven abogada, de 31 años, estaba muy unida a su primo, para el que era como una hermana

Ana Obregón vuelve esta noche a Telecinco como protagonista del nuevo formato El musical de tu vida’. La ex de Alessandro Lequio se convierte en la primera invitada de este mágico programa en el que, sobre un escenario digno de Brodway, se repasarán en forma de espectaculares números musicales algunos de los capítulos más significativos de la vida de la actriz, que hace unos meses daba la bienvenida a una niña concebida a través de gestación subrogada con el esperma de su hijo fallecido. Esta ‘maternidad’ tardía a los 68 años, ha obligado a la Obregón a designar a una persona que se responsabilice de la niña en caso de que ella muera. Así es Celia Vega-Penichet, la tutora de Ana Sandra Lequio.

Es hija de Celia García Obregón, una de las hermanas de la querida artista, y por tanto, su sobrina. Estaba especialmente unida a Aless Lequio, para quien más que una prima, era como una hermana.

Aless y Celia se llevaban apenas cinco meses de diferencia y fueron criados juntos. Dada la cercanía y especial vínculo que tenía con su hijo, Ana Obregón decidió designar a Celia Vega-Penichet como tutora legal de su hija; también será su madrina cuando esta se bautice.

“¿Tú crees que esta decisión no la he meditado? (…) Todo está pensado desde el minuto uno. Celita era como la hermana de Aless y está enloquecida con Anita. Ya lo he hablado con ella y le he dicho: “Ya está en el testamento: cuando yo no esté, tú vas a cuidar de Anita”, decía la protagonista de Ana y los siete en una entrevista.

La prima del difunto Aless Lequio estuvo a su lado en todo momento, mostrando su apoyo y cariño al joven tanto antes como durante y después de su complicada enfermedad, convirtiéndose para él en un pilar fundamental.

El currículum profesional y filántropo de Celia Vega-Penichet

Tiene 31 años (la misma edad que tendría ahora mismo el difunto hijo de Ana y Alessandro) y ha estudiado Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Estuvo un semestre estudiando en el extranjero y posteriormente se especializó en Derecho de Empresa, corporativo derecho corporativo, fusiones y adquisiciones.

Actualmente trabaja en Azora Capital, donde cuenta con un importante cargo y ejerce como Jefa de Estructuración y Ejecución de Fondos. Anteriormente estuvo varios años trabajando en una conocida asesoría.

También dentro de su faceta profesional llama especialmente la atención su carácter filantrópico, cualidad que también poseía su primo Aless. Su muerte pudo haber influido en que volcase su dolor en ayudar a otras familias. Así, aprovechando sus conocimientos en materia legal, estuvo ayudando a elaborar una guía para la Fundación Porque Viven sobre las principales cuestiones legales que afectan a pacientes de cuidados paliativos pediátricos y a sus familias.

Vive en el centro de Madrid y está muy unida a su familia a la familia Obregón, que en muy poco tiempo ha sido sacudida por la muerte de tres importantísimos pilares. El primero en marcharse fue Aless Lequio, que murió después de una intensa y larga lucha contra el cáncer. Un año después de su muerte se produjo el fallecimiento de Ana María Obregón, abuela de Celia y madre de Ana. El año pasado la familia volvía a hacer frente a una dura pérdida con la muerte del patriarca del clan, Antonio García Fernández.

De la cancelación de su boda a su mudanza al centro de Madrid: la vida actual de Celia

Celia Vega-Penichet ha tratado siempre de mantenerse al margen del foco mediático, sin embargo, no siempre ha podido. La joven, que ha decidido privatizar sus redes, tenía pensado casarse el pasado mes de mayo con su novio, Julio Jiménez-Blanco.

Poco antes del ‘sí, quiero’ se conoció la noticia de su ruptura y la cancelación de su boda. Una decisión “consensuada” y de “mutuo acuerdo” que ambos decidieron tomar al parecer debido al desgaste de su relación.

A raíz de esta decisión, Celia abandonó la casa en la que vivía en la exclusiva urbanización residencial de La Moraleja y se mudó al centro de Madrid, donde reside a día de hoy para estar más cerca de su puesto de trabajo.