La muerte de Bernardo Pantoja ha caído para ella como un auténtico jarro de agua fría. En estas dos últimas décadas, Junco no se ha separado del padre de Anabel Pantoja en ni un solo momento. Ella era su amor y compañera de vida, su confidente y su apoyo incondicional. Pero, ¿quién es esta mujer japonesa que ha sido la encargaba de comunicar a la familia el fallecimiento del hermano de Isabel Pantoja? Exbailarina de profesión, ahora se dedica a la costura y es diseñadora de trajes de sevillanas, la pasión por la que un día puso rumbo a nuestro país para no regresar.

Hace ya más de veinte años, Junco se embarcaba en una aventura que iba a cambiarle la vida de forma radical. Aquella joven japonesa - que por aquel entonces se dedicaba a la danza- viajaba a nuestro país por su profundo amor por la cultura española. Entonces, se instalaba en Sevilla para dar clases de baile flamenco. En El Rocío fue donde cruzó su mirada con la de Bernardo Pantoja.

De su historia de amor son pocos los detalles que han trascendido al plano mediático, pues el padre de la colaboradora de 'Sálvame' siempre ha llevado una vida muy discreta y ha hecho todo lo posible por quedarse tras los focos de su hermana, Isabel Pantoja y, más tarde, los de su hija.

Lo que sí se conoce de su romance es que, una vez que se cruzaron en el camino, nunca más volvieron a separarse. Después del complicado trance que superaron juntos, cuando en 2017 ingresaban a Bernardo en el hospital para amputarle un pie, el padre de Anabel Pantoja oficializaba su noviazgo en 2018 con Junco con una boda secreta. Ni sus hermanos ni su hija supieron del enlace hasta que se hizo público.

Hace ya algunos años que Junco dejó atrás su carrera como bailarina, a pesar de lo bien que se le daba. Según publicaban en 'La Razón', se dice que "movía las manos como nadie" y que bordaba "con sus gráciles movimientos" las artes flamencas. Los que se movían en ese mismo mundillo, dicen de ella que era una "gran profesional, entroncada en lo pasional y maestra de futuras figuras de los más prestigiosos tablaos flamencos".

Ya con la danza como parte de su pasado, Junco había dado paso a una nueva faceta profesional. Ahora se dedica a la sastrería y es diseñadora de trajes de faralaes. Además, también diseña mascarillas con una confección de lo más cuidada, en tonos del color del arcoíris y con originales estampados, y exporta otros accesorios de su propia colección a su país.

Junco, descrita por muchos como una mujer tranquila, discreta y, sobre todo, muy enamorada, se enfrenta ahora a una complicada etapa de su vida tras la muerte del amor de su vida, Bernardo Pantoja, que ha fallecido a los 69 años tras un largo ingreso hospitalario por una serie de complicaciones ocasionadas por su diabetes.