No es sencillo lo que Lola Ortiz ha hecho. Detrás de su sonrisa y de sus ganas de estar activa, de siempre hacer cosas, hay un relato muy duro que ha plasmado en su primer libro: 'Yo también estuve ahí'. Desde su infancia, la que fuera concursante de 'Supervivientes' ha sido una superviviente de su propia historia y ahora se ha sumergido de lleno para rebuscar entre algunos de esos difíciles recuerdos que le han marcado. La canaria ha hablado como nunca sobre sus episodios de abusos y abandono.
Su caso es el de una mujer que ha pasado por relaciones turbulentas, abusivas, que ha vivido agresiones psicológicas, físicas y sexuales, pero quiere que todo ese infierno se sepa. Que se conozca. "Hay que contarlo", nos dice en exclusiva a Outdoor en esta entrevista en la que la que fuera tronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' también nos ha dejado una valiosa lección sobre cómo querernos y del amor que de verdad merecemos.
Lola, lo primero darte la enhorabuena por tu libro 'Yo también estuve ahí', por ese ejercicio de valentía y porque tiene un gran valor educacional. ¿En qué momento y cómo estabas cuando te lanzaste a escribirlo?
Fue una amiga la que me dijo, ¿por qué no lo intentas? Yo llevaba un tiempo detrás de ello. De hecho, en su día ya me puse una vez, pero me bloqueaba. Yo sabía que tenía mucha información, podría hasta escribir cinco libros, pero no sabía cómo organizarlo. Al final, en 'Yo también estuve ahí', hay muchas historias en una. Todas van de maltrato y me costó organizar todo.
¿Cómo enfrentaste tu primera relación de abuso? ¿Con qué información contabas?
En aquel momento, sí que es verdad que yo ahí no tenía ningún tipo de herramienta porque no había la información que hay ahora. Salimos del instituto sin hablar de cómo funcionaban las relaciones, de cómo te debían de tratar. No tenía ni idea de cómo se creaba una relación sana. Y eso yo creo que debería ser esencial en la educación, pero no solo en la casa, también en el instituto porque al final es ahí donde te relaciones con otros jóvenes. Necesitamos educación sobre cómo crear relaciones sanas, sobre cómo vincularte ya sea sentimental, con amigos, con familia de una forma sana.
¿La Lola de antes veía romanticismo en los celos, por ejemplo?
Antiguamente se romantizaba absolutamente todo aquello que te pusiera nerviosa. Hoy en día se ha detectado que el nerviosismo es ansiedad, que las mariposas son ansiedad, que el estar todo el rato con un nudo en la barriga es ansiedad y que eso no es amor. Cuando hoy en día hay profesionales de la salud mental que han explicado que esto no funciona así, pues gracias a Dios estamos cambiando nuestra forma de vincularnos. ¿Cómo puede ser que una persona que te guste te esté haciendo sentir intranquilidad? Si es así es que eso realmente no está bien.
El comienzo de todo parte del primer hombre que te hizo daño: tu padre. ¿Le has perdonado a día de hoy?
Considero que la herida sigue abierta porque es un proceso muy, muy complicado de curar. Creo que los temas familiares suelen ser mucho más profundos. Nuestros padres son nuestras figuras de apego más importantes que nos crían de pequeños. Entonces si tu padre, que se supone que es la persona que te tiene que cuidar y proteger, es la persona que te hace daño, es lógico que de mayor se presente vulnerabilidades como miedo al abandono y demás. Para mí la herida sigue abierta, aunque sea de otra manera. Ahora tengo una gestión emocional mucho más fuerte y tengo habilidades que he desarrollado para poder gestionar esto.
Tras pasar un episodio de abusos sexual, ¿qué secuelas te han quedado?
Si yo ahora mismo estoy con un chico y veo en un momento dado que este me está forzando, eso activa otra vez mi herida del abuso sexual porque ya lo he vivido y sé cómo funciona y sé cómo me siento después. Realmente esto nunca se llega a curar del todo. Se lleva mejor porque tú ya sabes cómo actuar, pero es algo que se puede activar en cualquier momento.
¿Qué significó para ti en tu historia Luis Ojeda? ¿Fue tu punto de inflexión?
Luis fue todo, mi punto de inflexión. Me enseñó el amor te diría que incondicional y mira que él y yo no estuvimos mucho tiempo, pero es que Luis era una persona maravillosa. Él siempre estaba para mí. Yo pasé momentos muy delicados porque yo me acaba de mudar. No me aceptaban la hipoteca. Tenía mucha ansiedad porque sentía que me quedaba sin casa y, jolín, para mí después de mi infancia el sentirme sin hogar era como muy duro. Él me enseñó que existe el amor sano, que existe el amor así incondicional
¿Cómo te encuentras a día de hoy?
Se me eriza la piel cuando me haces esta pregunta porque estoy en un momento muy bueno. Me siento muy llena, que esto me ha costado muchos años poder decirlo. Me siento muy llena porque por fin he hecho cosas por mí y no por agradar que es lo que he hecho siempre durante toda mi vida, el agradar a los demás. He estudiado la carrera que me gustaba. Estoy haciendo el trabajo que me gusta, he escrito el libro que siempre tenía en mi cabeza que decía que algún día lo haría y, al final, lo he conseguido. Veo que estoy cumpliendo mis objetivos. También me siento muy equilibrada. Siento que tengo una buena salud mental gracias a la terapia que llevo muchos años yendo.
Un mensaje que puedas mandar a quienes estén pasando por una situación en la que se sientan identificadas con tu relato
Yo les diría que lo más importante en estos casos es contárselo a alguien de confianza porque yo sé que es muy duro. Es un proceso que se pasa muy sola. Y en él se crea una incapacidad. Tienes miedo y el miedo no es solamente a que te agredan. Es el miedo también a la soledad, a que te abandonen. Se te crean una serie de miedos cuando tú estás en una relación de maltrato, entonces yo les diría que lo mejor que pueden hacer es hablarlo con una persona de confianza y que esa persona de confianza les acompañe en el proceso. Y, hay que contarlo. Si no lo cuentas, nadie se entera.
¿En este trance que has pasado ha habido antiguos compañeros/amigos de la televisión que se han quedado a medio camino?
Bueno yo te diría que algunas personas se han quedado en el camino porque también creo que hay muchas personas que juzgan este tipo de cosas, que cuando dices que has sido maltratada, se quedan un poco en plan no me interesa. Hay personas que no saben abordar este tema, ¿me entiendes? No sienten la empatía de decirte oye dame un abrazo y decir lo siento por lo que has pasado, sino enseguida te ponen a ti como diciendo, ¿qué habrás hecho? Cada uno tiene sus valores, yo obviamente me alejo de ese tipo de personas porque yo tengo cero tolerancia con el maltrato.