Miguel Frigenti ha pasado una racha bastante dura en lo que a salud se refiere. Ha empalmado ingresos hospitalarios, tratamientos médicos muy fuertes. En el mes de junio, tras un ingreso, explicó en sus redes sociales que llevaba dos meses "bastante fastidiado" aunque había preferido no hacerlo público. "Ayer me ingresaron y en el mejor de los casos estaré fuera de aquí al martes o el miércoles. Me están haciendo pruebas, me están metiendo antibiótico intravenoso", contaba sin querer entrar en más detalles.
"Es verdad que ha sido un año bastante complicado a nivel de salud", confiesa en diálogo con Outdoor. "Me impactó bastante porque yo he sido siempre un chico supersano. Es verdad que he estado ingresado un par de veces. Luego me han salido unos bultitos de grasa que ya me han quitado y la verdad que ya puedo decir que ya estoy bien".
Miguel le ve la parte buena siempre a todo, así que se queda con el aprendizaje de todo esto: "Es verdad que ha sido un año complicado pero he aprendido muchas cosas: he aprendido a tener paciencia y a saber lo que es verdaderamente importante, que es la salud, y gracias a Dios estoy bien".