La que fuera concursante de 'Gran Hermano' ha concedido una entrevista en exclusiva para Outdoor en la que hablado de cómo vivió la fama al salir de la casa de Guadalix, de cómo está su corazón y de su día a día en prisión como funcionaria. Precisamente, Chari Lojo ha hablado de cuál ha sido su peor experiencia en el trabajo.
Para la gaditana los comienzos dentro de la cárcel no fueron nada fáciles. Ella misma ha relatado que la primera vez que entró en un módulo los internos la reconocieron y empezaron a gritar su nombre, algo que estaba prohibido. "Fue bastante impactante y me he tenido que ganar el respeto durante este tiempo que he estado trabajando porque al principio ellos no asimilaban. Ellos ven la televisión allí y por la noche a lo mejor salía yo porque salía ‘Gran Hermano VIP’ y al día siguiente cuando me veían se ponían todos muy alterados", ha comentado.
La "Chari, Interview" de los comienzos ha conseguido que la llamen 'señorita Rosario', algo que empezó a exigir a los reclusos. Ahora, la gaditana es encargada de un módulo de cien hombres y ha conseguido "a base de imponerse" mucho que los presos olviden su imagen televisiva y más popular. "Dentro de la prisión, lo que es la institución, nuestro escudo se respeta mucho. Ellos saben que nos tienen que tratar diferente, aunque acostumbrados a verme en la tele es más difícil", ha explicado.
Pero también ha vivido momentos difíciles por ser mujer, rubia, atractiva y famosa. Una de sus peores experiencias en prisión fue con un penado. "Me dijo un comentario bastante fuerte. El chico terminó en aislamiento y tuvo sus consecuencias", ha relatado Chari, que ha descrito todas las situaciones que ha tenido que soportar en su nuevo trabajo.
Un trabajo en el que ha comprobado hasta si es igual de valiosa la libertad para un narco que para un violador. "Yo creo que no se lo toman de la misma manera. El tema del narcotráfico, sobre todo en Gibraltar que es la zona donde yo estoy, lo ven como algo normal, entonces ellos entran y salen. Saben que entran, pagan una fianza y salen. No le tienen miedo a perder la libertad, es un perfil muy diferente a lo que te puede encontrar dentro", ha narrado, a la vez que ha explicado las separaciones interiores que hay en la prisión. "Los violadores están por un lado, los asesinos también y los de narcotráfico tienen un módulo. Yo creo que los narcos no tienen miedo, de hecho, muchos alardean", ha comentado.